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Valores de bajo crecimiento ¿Por qué invertir?

Las empresas de bajo crecimiento son aquellas que tras años de ser consideradas como valores de elevado crecimiento fueron menguando su potencial hasta estabilizarse. Esta normalización se debe al proceso natural de toda empresa, cuya economía de escala lo lleva a un tamaño óptimo para desarrollar su actividad.

Para entender que sería un valor de bajo crecimiento imaginemos una empresa eléctrica, en la década de los años 60 hubo un boom en los electrodomésticos del hogar, aparatos como neveras, aires acondicionado, congeladores y demás permitían que la factura eléctrica fuera «in crescendo», lo que permitían a las eléctricas liderar en el crecimiento del PIB. Posteriormente, en la década de los setenta y muy específicamente a partir de la crisis del petróleo en 1973, que disparó los precios de la energía, los usuarios aprendieron a ahorrar, por lo que el crecimiento de este sector se ralentizó. En la historia hemos tenido varios sectores de elevado crecimiento que luego pasaron a ser valores de bajo crecimiento. Desde los años veinte hemos visto como primero fueron las empresas ferrocarriles, seguidamente los automóviles, el acero, la industria química, las compañías eléctricas, las informáticas.

Hay un modo muy claro para saber si un valor es de bajo crecimiento o no y es buscar su pay out, que es el porcentaje de los  beneficios que se destina al reparto de dividendos. En los valores de bajo crecimiento, el pay out es elevado y por lo tanto estos valores ofrecen elevados dividendos a sus accionistas. Al mismo tiempo la rentabilidad del dividendo suele ser onerosa para tener a los accionistas contentos con la retribución. Como hemos mencionado anteriormente, las empresas se encuentran en un tamaño óptimo, por lo que no es muy necesario que la empresa acumule reservas para invertir porque ya ha realizado todas las infraestructuras necesarias para desarrollar su actividad.

En nuestro Ibex 35, hay varios valores que destacan por retribuir al accionista de manera muy generosa y ofrecen una elevada rentabilidad por dividendo para 2015. Según este gráfico de El Economista, para este año el valor que ofrece mayor rentabilidad por dividendo es Día con una rentabilidad por dividendo del 7,60%, seguidamente Repsol que ofrece un 5,83%, Telefónica un 5,72%, Bolsas y Mercados Españoles (BME) un 4,94% y Enagás un 4,93%.

El único motivo por el que un inversor adquiere acciones de un valor de bajo crecimiento es por el elevado dividendo que éste le ofrece. Por eso mismo uno debe investigar si esta remuneración se ha mantenido de forma continuada en el tiempo o bien si se trata de un evento puntual generado por un evento de carácter extraordinario como pueda ser la venta de unos determinados activos. También, debemos contar que si el pay out es demasiado elevado, en situaciones económicas adversas, la compañía de bajo crecimiento no contará con un colchón en para seguir manteniendo de forma regular el pago de dividendos.

¿Cuándo deshacerse de un valor de bajo crecimiento?

Si el motivo para introducir en cartera un valor de bajo crecimiento es el dividendo, los argumentos para vender este valor estarán directamente relacionados con la capacidad de la empresa de seguir aportando puntualmente elevados dividendos. Si la empresa ha pagado elevados importes por sus activos y la liquidez se ha evaporado y generando una abultada deuda es motivo de venta. Otra razón sería si la rentabilidad de los dividendos no es muy elevada aunque el precio de las acciones haya caído. Para finalizar, si la empresa de bajo crecimiento de repente inicia inversiones en un sector no vinculado que no le aportará sinergias en su actividad principal, es un motivo para pensar que la empresa está tirando el dinero y mejor desprenderse del valor.

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3 comentarios

  1. muy buen articulo, asi podemos saber si en algún momento deseamos inventir en empresas en q momento exacto se puede adquirir ganancias.

  2. Hola Marc,

    Quiero hacer una pequeña puntualización. Dices en el artículos que «el único motivo por el que un inversor adquiere acciones de un valor de bajo crecimiento es por el elevado dividendo que éste le ofrece». No estoy de acuerdo al 100%.

    Es posible invertir en empresas de bajo crecimiento con rentabilidad por dividendo escasa y que sean muy rentables. Por ejemplo, empresas infravaloradas en las que los gestores dedican los beneficios a la recompra de acciones.

    Sólo quería hacer esa puntualización y de paso felicitarte por el blog en general.

    Un saludo.

    • No quería entrar tanto en el timing de inversión, por supuesto que todas las empresas infravaloradas suponen una oportunidad para entrar. Pero en especial los valores de bajo crecimiento, los inversores persiguen dividendo y la rentabilidad del mismo, al menos si hablamos de comprar y mantener. Los accionistas de las empresas de elevado crecimiento están dispuestos a sacrificar dividendos para que las empresas no repartan beneficios y los utilicen para la fase de crecimiento y verse beneficiados del alza del precio de las acciones.

      Un Saludo Paco, 🙂

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