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2010
A pesar de que en un inicio quienes crearon el Monopoly lo hicieron con la idea de ilustrar los aspectos negativos de concentrar tierras y propiedades, el mensaje se perdió. Así que, tras el triunfo de la Revolución cubana, en aquel país el juego fue cambiado por una versión políticamente acorde a la ideología “revolucionaria” llamada “Deuda Eterna” en la que los participantes juegan el papel de gobiernos del Tercer Mundo cuyo objetivo es derrotar al Fondo Monetario Internacional (FMI), que cumple la función de la banca. Otras diferencias es que en vez de la casilla de “cárcel”, en Deuda Eterna puedes caer en la casilla de “Golpe de Estado Militar” y si tienes mala suerte con los dados caer en las tarjetas del FMI que te pueden ordenar el pago de intereses de tu crédito, que además ha ido en aumento. Eso sí, los países, para oponerse a las medidas del FMI, tienen derecho a hacer huelgas y protestas. Es evidente el paralelismo con la situación de Grecia o Irlanda…sólo que, siendo el culpable siempre la deuda, el FMI y el Fondo de Rescate Europeo no pueden ser considerados los malos sino los gobiernos que confiaron la suerte de sus países al excesivo endeudamiento y que sólo dejan, como en el juego, la opción a la población de “hacer huelgas y protestas”. Aunque tampoco son salvadores, ni mucho menos: no hay ni solidaridad ni ayuda, sino caros préstamos para conseguir una –a mi juicio utópica- estabilidad.
Y es que más que de malos y buenos, creo que hablamos de ineptos: sabiendo el fracaso que ha supuesto el rescate a Grecia, ¿por qué hacer lo mismo con Irlanda? No tiene sentido. Justo esta semana ha hecho un año del segundo caso de importancia de la crisis de deuda soberana tras Islandia, una gran empresa estatal de Dubai anunció que no podía cumplir los plazos establecidos para devolver el dinero que le habían prestado. En su momento provocó pánico pero aquello se resolvió y a día de hoy el riesgo-país de Dubai es de menos de la mitad que el griego, ¿Por qué, si Grecia tiene detrás el apoyo económico y político de toda la €zona? Porque Dubai hizo lo que haríamos cualquiera de nosotros si no pudiéramos pagar nuestra hipoteca o devolver un crédito, ir al banco a negociar y dejarles claro que o cambian las condiciones o perderán todo su dinero; y claro, a más deuda, mejor capacidad de renegociación. De este modo Dubai consiguió aplazar los vencimientos, reducir el montante y tener menor presión. Por supuesto es injusto, el banco alemán que prestó dinero al Allied Irish Bank confiando en que lo gestionara bien no merece que le retrasen la devolución varios años o que le hagan una quita del 20% pero, ¿Acaso es justo que los errores de dos bancos sean pagados por los ciudadanos alemanes que vía impuestos aportan el dinero del rescate y por los ciudadanos irlandeses que con su sacrifico pagan los intereses de ese capital? Y sobre todo, ¿Cuál es la mejor solución al problema? Porque con Grecia hemos visto que ni el dinero europeo ni los esfuerzos de los griegos consiguen nada porque es un país tan pequeño que no tiene capacidad para generar lo que debe, mucho menos en un contexto de crisis global. Exactamente lo mismo que le pasa a Irlanda, ¿De dónde va a sacar 85 mil millones de euros más sus intereses? ¿De dónde los podría sacar Portugal? Los recortes tienen un límite y además afectan al crecimiento luego arreglar los problemas de la deuda con más deuda no solucionan el problema, que es eliminarla.
Por supuesto jamás deberíamos haber llegado a este punto pero una vez aquí, y viendo cómo el mercado descuenta que antes o después se reestructurará la deuda griega, ¿Por qué caer en lo mismo con Irlanda, por qué no negociar emisores con deudores antes de que empeore aún más la situación, en lugar de hacer pagar a los ciudadanos los errores de políticos y banqueros? Seguro que también nos salpica pero si el problema se soluciona, seguro que merece más la pena que ver cómo decenas de miles de millones de euros no mejoran nada. En cuanto a España, estoy convencido que nada tiene que ver con Grecia, Irlanda y Portugal por 3 razones:
- Es demasiado grande para que la dejen caer. Y hay duras opciones pero las hay, bien al estilo Bernanke, por ejemplo Jacques Cailloux, economista de RBS, dice que BCE podría comprar bonos españoles por 100.000 millones “para demostrar que va a defender el euro”, o bien con un cuantioso préstamo bilateral de Francia y Alemania para defender sus grandes inversiones en España como opina Christian Tegllund, estratega de mercado de Saxo Bank.
- Es lo suficientemente grande como para generar recursos con los que pagar su deuda pública y aún se puede aplicar una gestión política a todos los niveles mucho más austera y recortar más gastos.
- Como su deuda pública es asumible y el problema está en la deuda privada, el gobierno tiene en su mano la solución si la cosa se complica demasiado: dejar de avalar y garantizar. Y actuar con todos con la misma dureza con la que por ejemplo ha actuado con la ciudad de Madrid, dejándola a su suerte si es preciso. Es una decisión muy arriesgada sobre todo en el sector financiero pero imagino algo aprenderemos de lo de Irlanda para no dejar caer a un país por unos malos gestores bancarios.
Tanto España como Portugal, que son los siguientes en las apuestas de los mercados, tienen un problema con 2011: es un año en el que concentran demasiados vencimientos de deuda.
Estos son los datos de Portugal
Y estos los de España
Recordando artículos:
- Hace 6 meses: Eurozona: No los une el amor sino el espanto.
- Hace 1 año: La economía no existe.
- Hace 2 años: El negocio sin crisis
- Hace 3 años: Ya está aquí, ya llegó
Noticias del día:
- El ministro alemán de Economía apuesta por el “pleno empleo” en el país a corto plazo
- El Euríbor sube dos milésimas y coloca su tasa diaria en el 1,533%
- La UE hará a principios de 2011 una nueva ronda de test de estrés a los bancos con “metodología mejorada”
- Grandes inversores y especuladores apuestan 900 millones a que la banca española bajará en bolsa
- Wall Street Journal: “No hay que subestimar el potencial desastre de España”
- Casi la mitad de la deuda pública española, en manos de extranjeros
- Las cifras del ajuste irlandés
- Los cinco problemas que debe resolver ZP para evitar el rescate
- Máxima tensión entre los brókeres: “El mercado está roto
- “Europa tiembla y en España nadie se mueve
- Rescates martingala
- Lehman Brothers: ¿qué se debería hacer con un banco en dificultades?
La imagen del día:
España y Portugal, los peores en niveles educativos de Europa
La docena del panadero de consejos sobre cosas que no debemos hacer en época de crisis
En el mundo anglosajón es conocida la “Docena del panadero” que se refiere a una “Trecena”. El por qué de esta medida la encontramos, como casi siempre, en la Wikipedia (que ahora está en plena campaña de captación de donaciones).
La referencia más antigua a esta expresión proviene del inglés del siglo XIII durante los estatutos, decretados por el rey Enrique III, denominado Assisa panis et cervisiæ. Los panaderos o elaboradores de cerveza que daban sus medidas por debajo de lo estipulado a sus clientes podían ser sometidos, mediante este decreto, a severos castigos. Para prevenir el error de ser tomado como tramposo y evitar perder una mano en ejecución pública, los panaderos asignaban al público en general 13 panes por el precio de 12, denominándolo como docena. Uno de los razonamientos más comunes durante la época era que al incluir 13 unidades en lugar de 12, intentaban prevenir “quedarse cortos” y que al poner 13 se previniera que no llegaran 12, debido a múltiples causas como: mal estado de una pieza, que fuera comida o quemada, etc. de esta forma se minimizaba el error mal interpretado.
Así que hoy os ofrezco unos consejos sobre cosas que no hacer en época de crisis, pero no 1 o 2 consejos, no, toda una “Docena del panadero” de consejos, o como diría Angel Nieto, 12+1.
1. Estados de pánico
Es cierto que los españoles tenemos bastante pachorra, pero incluso a las cabezas más frías les puede resultar difícil mantener la calma ante la confusión actual. Independientemente de la decisión que se adopte, lo importante es no hacerlo con precipitación. Mantenerse al tanto de las últimas evoluciones puede servir de ayuda a la hora de decidir cómo y cuándo pasar a la acción. Si estás leyendo este blog, es que al menos te interesa el Euribor a diario, así que pasas con nota este primer consejo.
2. Arriesgar
Quizás no sea tiempo para buscar unas rentabilidades desorbitadas, al final hemos aprendido con esta crisis que lo que sube rápido pronto se pincha. Tenemos que evitar realizar inversiones en cosas que no se entienden del todo. Con esto no estoy sugiriendo que dejemos el dinero en “Bancolchón”, teniendo en cuenta que el fondo de garantía nos asegura 100.000€ por cuenta, bien podemos aprovecharnos de la guerra de los depósitos que tienen muchos bancos y conseguir una rentabilidad que al menos, bata a la inflación.
3. El juego de la espera
Evite caer en la trampa de confiar en que algo va a pasar. Por ejemplo, que vamos a vender nuestra vivienda simplemente porque lleva un año en venta, que los tipos van a permanecer bajos durante mucho tiempo o que la bolsa subirá porque ya toca.
4. Pedir prestado a Pedro para pagar a Pablo
Es cierto que ahora es más difícil y caro conseguir un crédito antes, pero mucha gente sigue encontrando solicitudes de tarjetas y préstamos en su buzón. Es tentador echarle el guante a más efectivo, incluso si no se está desesperado en este momento pero se quiere un respiro. Sé que parece un topicazo lo que digo, pero ayer mismo El Mundo comentaba que “La crisis dispara un 35% el uso de las tarjetas de pago aplazado”. Así que esto que para muchos de vosotros parece una locura, es el día a día para otros.
5. Quitar el seguro de emergencia
Es fácil prescindir de algunas pólizas para ahorrar dinero todos los meses. Estar agobiado con los impuestos, el IBI que nos lo suben o un nuevo impuesto que nos saca el ayuntamiento (¿se nota que soy de Madrid?) puede llevarnos a tomar la decisión de dejar de pagar el plan de pensiones, el seguro del coche o el seguro médico. Antes de que dejes de pagar tus primas, averigua si tu empresa o tu tarjeta de crédito incluye esas coberturas o si puedes obtener un descuento por tener todas en la misma aseguradora. Si no, emplea algo de tiempo para buscar pólizas más económicas (hay muchos comparadores por la red) que te sigan proporcionando la protección que necesitas.
6. Engaño
Recordando artículos:
- Hace 6 meses: La burbuja de la deuda pública
- Hace 1 año: Un Helicóptero sobre Somaila
- Hace 2 años: Que mala suerte!!!
- Hace 3 años: Preguntemos a Maradona
Noticias del día:
- El Euríbor baja cinco milésimas y coloca su tasa diaria en el 1,531%
- Rescate de Irlanda y preguntas incómodas para el FMI
- España, entre los países con un tipo de IVA más bajo de la UE
- Bankinter amplía hasta 77 años la edad máxima para finalizar sus hipotecas
- Salgado asegura que España no corre riesgo de rescate y que la calma volverá a los mercados
- El plan de rescate de la UE y el FMI para Irlanda sumará 85.000 millones de euros
- La prima de riesgo de España se desboca y marca otro récord por encima de 250 puntos
- Zapatero se reúne el sábado en Moncloa con treinta grandes empresas para movilizar la inversión
- Irlanda sube el IVA, baja el salario mínimo y despedirá a 24.750 funcionarios
- ¿Hasta cuándo el engaño de la banca?
- Ponte una paga
- El maravilloso ejemplo del “Cirque du Soleil” para luchar contra la crisis actual
- La solución de McCoy: queremos a Google en España
- ¿España no es Irlanda? Comparando las cifras
- ¿Empresarios o funcionarios?
- Desgraciadamente esto cada día se parece más a la Gran Depresión“La hipótesis de un rescate a España da juego al especulador”
- Lecciones de Letonia para el caso de Irlanda
- España, en observación: 5 cuestiones clave sobre el efecto contagioEl plan del mayor hedge fund para salvar a España
La imagen del día:
En 1923 Ludwig von Mises mostró sus ideas sobre los ciclos de los negocios en su obra “La teoría del dinero y el crédito”. Un libro que pasó sin pena ni gloria en la época ya que a parte de ser una obra difícil de leer, estaba en alemán. Reconozcamos que da mucha pereza leerse un libro de economía titulado «Theorie des Geldes und der Umlaufsmittel»
Mises explicaba cómo el sistema bancario estaba dotado de una habilidad singular para expandir el crédito y con ello la oferta de dinero, y cómo se ampliaba esa situación por la intervención gubernamental. No interviniendo, los tipos de interés se ajustarían de tal modo que el crédito sólo se utilizaría en la medida en que se ofertase y demandase de forma voluntaria. Pero cuando el crédito se alimenta de forma obligatoria (llamémoslo exceso de crédito), empiezan a ocurrir cosas grotescas.
La expansión de los créditos impuesta por el gobierno distorsiona nuestras «preferencias en el tiempo» o nuestro deseo de ahorrar o consumir. Los tipos de interés impuestos por el gobierno por debajo de los tipos demandados por los ahorradores dan lugar a mayores solicitudes de préstamos e inversiones de capital de las que los ahorradores podrían generar. Esto produce más empleos, mayores salarios y consumo de forma temporal.
Normalmente, cualquier aumento aleatorio de los créditos repentino podría ser absorbido rápidamente por el sistema, los errores en los precios corregidos, las inversiones precipitadas liquidadas, como un árbol flexible mecido por el viento, es lo que los liberales llaman “Laissez faire” (dejad hacer, dejad pasar). Pero cuando el gobierno mantiene los tipos bajos de forma artificial para alimentar inversiones en negocios de otro modo poco sólidos e insostenibles, se generan las circunstancias que dan lugar a la caída. Todo el mundo parece inteligente por un momento, pero posiblemente toda la monstruosidad se derrumbe bajo su propio peso a través de una contracción del crédito, o peor, un colapso de la banca. Esto lo hemos vivido hace bien poco, lo inteligente era comprarse una vivienda ya que siempre subían.
El sistema es muy susceptible a los errores, tanto políticos como empresariales. La expansión de los créditos por parte del gobierno coge un sistema, que de otro modo sería capaz de ajustarse y de recuperarse, y lo transforma en una enorme volatilidad cíclica.
Los años 20 estuvieron marcados por una nueva era del sistema de la Reserva Federal, en el que se promovió la expansión del crédito inflacionario y con él una prosperidad permanente. Lamentablemente, el pobre Ludwig, tachado de pesimista en la época, estaba prácticamente solo al avisar de la llegada del derrumbamiento económico como consecuencia de esta expansión del crédito. A mediados de 1929, se obstinó en rechazar una oferta de trabajo lucrativa del banco vienés Kreditanstalt, para disgusto de su prometida, proclamando que una gran caída estaba próxima y que no quería que su nombre se viera involucrado en modo alguno con ello. Esto es algo que también se repite cíclicamente, el que en plena euforia de los mercados intenta poner un poco de sensatez se le tacha de agorero.
Todos sabemos lo que ocurrió después. Mucho de lo mencionado por Mises, bancos en los que se había reinvertido en exceso (incluido el Kreditanstalt), negocios y empleos se derrumbaron. El árbol quebradizo se partió. Siguiendo la lógica de Mises, ¿fue un fallo del capitalismo o un fallo de la soberbia?
La solución de Mises deriva de forma lógica de sus advertencias. Se puede arreglar lo que está roto volviéndolo a romper. Acabando con el exceso de crédito. Acabando con la inflación. No incentivando el consumo, sino el ahorro y la amortización de la deuda. Dejando que los malos negocios se hundan, no rescatándolos. Las distorsiones deben ser eliminadas o de otro modo el precipicio al que caerá de forma inevitable el sistema se hará cada vez mayor.
Mises empezó a obtener algo del respeto que se merecía cuando su «Theorie des Geldes» se publicó finalmente en inglés en 1934. Es una pena que fuera preciso que se produjera un desastre de tal magnitud para que la gente prestara atención a lo que era la erudita explicación predictiva de lo que estaba ocurriendo.
Pero entonces, la mala suerte de Mises vino acompañada en 1936 del libro de John Maynard Keynes The General Theory of Employment, Interest and Money (Teoría General del Empleo, el Interés y el Dinero). Keynes era pulcro, fresco y sofisticado. Incluso escribía en inglés. Y el tipo tenía agallas, luchó sin miedo la batalla contra el desempleo dirigiendo la imprenta de la moneda y vaciando las arcas del Estado.
Su libro estaba salpicado de matemáticas extravagantes (incluso letras griegas) y eso significaba rigor, modernidad. Para empeorar las cosas, Keynes ni siquiera refutó a Mises, lo ignoró.
El pasado Miércoles, The Economist escribía un interesante artículo sobre el olvido a las teorías de Mises en esta crisis, todas las medidas que se han tomado, casi unánimemente, han sido de corte Keynesiano, acudiendo a rescates en vez de dejar caer a los culpables.
Si estamos en el libre mercado, debemos estarlo con todas sus consecuencias y “dejar estar” significa también dejar caer, nada de mezclas.
¿Que creéis que habría ocurrido si se hubiese dejado en su día al mercado corregir los errores que él mismo cometió? ¿Ha sido el culpable de la crisis el capitalismo o lo ha sido el intervencionismo del estado en el campo monetario?.