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Las recientes decisiones del Banco Central Europeo (BCE) sobre los tipos de interés han comenzado a generar efectos claros en el panorama financiero de particulares y empresas. Con las expectativas de que estas reducciones continúen, la situación para el crédito, la inversión y el ahorro está cambiando. En particular, se espera que el Euríbor, índice de referencia para muchas hipotecas, siga bajando, mientras que la rentabilidad de las letras del Tesoro, uno de los productos más buscados por los ahorradores en los últimos años, empieza a mostrar signos de agotamiento. Se acercan malos tiempos para los ahorradores.
El economista jefe de Bank of America para Europa, Rubén Segura-Cayuela, señala que la inflación terminará forzando al BCE a acelerar los recortes de los tipos de interés. A esto se suma el escenario de lento crecimiento en Alemania y Francia, dos de las principales economías europeas.
Desde el Banco de España y otras entidades como DWS, los analistas coinciden en que la tendencia a la baja de los tipos de interés es una realidad. Antonio Castelo, de iBroker, explica que ya se han anticipado los efectos de estas decisiones en el mercado. Así, aunque todavía existe la posibilidad de que la inflación repunte y altere los planes, el escenario base contempla que los tipos sigan reduciéndose gradualmente.
En cuanto al Euríbor, este ha bajado por debajo del 3% en términos diarios, y su media mensual en lo que va de septiembre se sitúa en el 2,97%, lejos del 4,15% registrado el año pasado. Asufin, la asociación de usuarios financieros, estima que el índice hipotecario seguirá cayendo ligeramente hasta el 2,8% a finales de año.
Este contexto ofrece una oportunidad para aquellos con hipotecas variables. Antonio Gallardo, responsable de estudios de Asufin, sugiere que los hipotecados podrían empezar a evaluar la opción de subrogar su hipoteca en busca de mejores condiciones, algo que podría traducirse en un ahorro relevante anual. Aunque los bancos podrían aprovechar esta situación para incrementar los diferenciales sobre el Euríbor, también hay casos donde se observan ofertas más atractivas a cambio de contratar productos adicionales.
Las bajadas de tipos también están afectando a las letras del Tesoro. Si bien hace poco tiempo alcanzaron una rentabilidad del 3,8% en algunas emisiones a 12 meses, ahora han descendido por debajo del 3%. Los ahorradores más avispados se están decantando por emisiones a corto plazo, buscando exprimir los últimos resquicios de tipos elevados.
En cuanto a los depósitos, su rentabilidad parece haber alcanzado su tope, con un máximo del 2,6%. A pesar de que los bancos insisten en que siguen compitiendo por atraer ahorros, los analistas coinciden en que ya no habrá grandes esfuerzos por mejorar estos productos, especialmente con la liquidez abundante en el sistema financiero.
Finalmente, la Reserva Federal en Estados Unidos también juega un papel en la evolución de los tipos en Europa. Con la previsión de que la Fed recorte los tipos de manera más agresiva de lo previsto, el BCE podría seguir sus pasos para evitar una apreciación indeseada del euro, lo que incrementaría los problemas de competitividad en la región.
La renta variable ya refleja esta nueva etapa. Natalia Aguirre, directora de análisis en Renta 4, advierte que el mercado “ya ha descontado una fuerte bajada de tipos” en las cotizaciones, beneficiando a sectores como las eléctricas y renovables.