Bolsa Blog de bolsa
Ayer se celebraron elecciones en Cataluña otorgando la victoria al bloque independentista integrado por las formaciones políticas de JXCAT, ERC y las CUP que obtuvieron un total de 70 escaños, cuando son necesarios 68 escaños para alcanzar la mayoría absoluta en el Parlament. Sin embargo, el porcentaje de votos de estas tres formaciones políticas no alcanza la cifra del 50%, situándose en 47,5%.
Este resultado tiene una gran paradoja y es que teóricamente han ganado dos partidos del eje centro derecha, Ciudadanos (37 escaños) y JXCAT (34 escaños), cuya mayoría les llevaría a implantar políticas más liberales en lo económico en Cataluña pero en el eje independentista el acelerador está en las CUP y su abstención que es un partido de extrema izquierda, favorable a los incrementos de impuestos y la expropiación de empresas.
Todavía no existen hojas de ruta realistas para salir de la crisis. Quien tiene la mayoría está en conflicto con la legalidad yquien quiera que reclame la legalidad no tiene mayoría. En la campaña electoral, ninguna de las dos partes expresó interés en un compromiso. Y dado que Puigdemont y Rajoy siguen siendo los protagonistas del caótico otoño en los principales papeles, nadie espera demasiado para resolver el caos.
El anuncio de los resultados añadió un plus de volatilidad en el euro, que cayó 0.2% para situarse en los 1,1848 euros. Actualmente, en el mercado de futuros el Ibex 35 está cayendo un 2% tras los resultados. Este incremento de la incertidumbre política probablemente tendrá su impacto en el mercado de deuda español pero más específicamente en el catalán con el aumento de las rentabilidades en los instrumentos de deuda.
Más de 3.100 empresas han trasladado su sede social fuera de Cataluña, preocupadas por el hecho de que la autonomía endeudada, que representa una quinta parte de la economía española, podría separarse de España y salir de la UE y de la zona euro por defecto. A la postre, España ha recortado sus previsiones de crecimiento para el próximo año, y los datos oficiales muestran que la inversión extranjera directa en Cataluña cayó un 75% en el tercer trimestre del año pasado, arrastrando la inversión nacional.
Marc Fortuño
