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¿Por qué se generan las burbujas económicas?

Las burbujas económicas son los mayores  fenómenos especulativos en el  que un activo, sector o entorno financiero (bolsa) experimenta tasas de crecimiento  disparatadas producida por una elevada demanda especulativa que busca a toda costa obtener rendimiento  sobre el capital a base del diferencial de compra y venta. Llega un momento en el que los niveles de precios obtenidos son absolutamente irracionales, alejándose del valor intrínseco propio del activo y  es en ese momento en el  que se produce  un “crack”, una venta masiva que desploma los  niveles de precios obtenidos en los mercados. La identificación de las burbujas resulta algo complejo, por lo que se suelen identificar una vez finalizadas, porque en pleno auge se suele definir con los términos “elevado potencial” o bien, sector  o economía de gran importancia y fuerza por las tasas  de crecimiento que genera.

Factores necesarios  para formar una burbuja:

– Emocionalidad humana: Las burbujas tienen un mayor componente psicológico que económico y me explico… en el mercado podemos observar diferentes productos financieros que ofrecen distintas rentabilidades. Cuando se  produce una burbuja, los demandantes optan por aquellos productos financieros/activos que mayores tasas de crecimiento ofrecen  ya sea porque un amigo se ha comprado un nuevo coche con las plusvalías obtenidas, o porque en los medios de comunicación resaltan el “motor económico” de los mismos, la cuestión es que en ese momento nos olvidamos que a mayor rendimiento mayor riesgo y nuestra propia ambición por el “dinero fácil” y la envidia sobre demás nos hace ponderar  nuestras inversiones hacia esos determinados activos que estén en auge. Pensemos que en esos determinados momentos se produce un entorno de  optimismo desbordante, finalizando en euforia colectiva y dado que solemos buscar esos beneficios rápidos por las presiones cortoplacistas de obtener resultados, invertimos todos en lo mismo, hasta que llega un punto que al estar todo el mundo invertido a niveles máximos de confianza, ya no hay una nueva presión sobre la demanda que incite a mayores escaladas del precio. Entonces, el precio es incapaz de superar sus máximos anteriores y no hay posibilidad de registrar las rentabilidades sobre el capital anteriores por lo que esa incertidumbre promueve las primeras ventas que desembocan en miedo cuando los precios pierden niveles importantes,  mientras que los inversores tratan de deshacer sus posiciones formando el mayor de los pánicos.

– La libre circulación monetaria permite la concentración de riesgos:Irónicamente la libertad de circulación del dinero que promueve maximizar la felicidad del individuo y promueve la creación de la riqueza en las sociedades actuales forma una arma de doble filo ya que las libres elecciones permiten, obviamente, la concentración de riesgos y en la economía global en la que vivimos, esa exposición termina concentrando el  capital  de gran parte de la sociedad en aquellos activos que ofrecen al inversor mayor  rentabilidad.

– Los Estados al rescate post-burbuja: Los Estados o zonas económicos, suelen querer intervenir la economía después del estallido de la burbuja rescatando empresas o entidades financieras que libremente se expusieron a esos riesgos, por lo que se suele  hablar sobre el “riesgo moral” ¿Cómo es capaz de aprender un individuo o una sociedad si cuando nos equivocamos nos rescatan? el denominado coloquialmente Papá Estado pretende “ayudar” con políticas monetarias y fiscales expansivas, de un modo directo es lo mismo que subvencionar las malas actitudes y conductas pasadas y por lo tanto si la sociedad se ve incapacitada por aprender la lección a mayor rentabilidad, mayor riesgo.

Modificar estos tres factores anteriores es realmente difícil por no decir imposible porque emocionalmente la ambición y la avaricia forman parte de nosotros mismos, también la libertad del capital que promueve la creación de riqueza por lo que meter  palos a la circulación monetaria agrava cualquier crecimiento futuro, y por último la sociedad exige, mediante el voto, que el Estado intervenga la economía cuando pintan muy negras para acallar las dificultades que se producen después de un crack.

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