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¿Cómo afectará al mundo la primera subida de tipos de la Reserva Federal?

Debido a que Estados Unidos tiene la mayor economía del mundo, cada movimiento económico de la primera economía tiene efectos inmediatos en los mercados globales, de ahí viene la frase «Si EEUU estornuda, el mundo se resfría». En particular quién ostenta el mayor poder económico es la Reserva Federal, el banco central estadounidense. Asimismo, ya conocemos en boca de Janet Yellen, que la mayoría de los miembros del banco central prevén una subida inicial de los tipos de interés más adelante en este año. Debido a este escenario tan inmediato del incremento del precio del dinero, toca preguntarse: ¿Cómo afectará al mundo la primera subida de tipos de la Reserva Federal?

A raíz de la crisis financiera de 2008, la Reserva Federal implementó años de flexibilización cuantitativa para estimular la recuperación económica, reduciendo los tipos de interés alrededor de cero, donde permanecieron durante los últimos seis años. La idea era estimular las inversiones, junto con el gasto del consumidor y mantener el efecto riqueza. En los años que siguieron, la economía se ha comenzado a recuperarse, y, como consecuencia, la Reserva Federal ha indicado que subirá las tasas de interés una vez más. Históricamente, el aumento de las tasas de interés han ido mano a mano de la apreciación del dólar estadounidense. Esto, a su vez, afecta a aspectos económicos en el país y en todo el mundo, en particular el mercado de crédito, commodities, acciones y oportunidades de inversión.

El miedo a la subida de los tipos de interés puede tener sus raíces en sus efectos contractivos sobre el crédito y la oferta monetaria. Técnicamente, los tipos de interés más elevados conducen a una disminución de la oferta monetaria y a la apreciación del dólar. Los mercados de crédito globales siguen los movimientos de los bonos del Tesoro y al aumentar las tipos de interés consecuentemente el coste del crédito también lo hará. Desde los préstamos bancarios hasta las hipotecas se hará más caro pedir prestado. Por lo tanto, ese aumento en el coste del capital puede dificultar el consumo, la fabricación y la producción.

Las consecuencias más profundas por el incremento de los tipos de interés en Estados Unidos es probable que lleguen a expensas de las economías asiáticas, acelerando la salida de capitales de China, lo que conducirá a una mayor inestabilidad, que de hecho ya se están experimentando turbulencias financieras debido a que el mercado está descontando expectativas día tras día. Durante los últimos seis años, China ha tomado prestado de los bancos extranjeros para estimular el crecimiento, incluso, en un alarde de estímulo crediticio, se llegó a admitir como garantía acciones por lo que vimos el auge de la Bolsa de Shangai y seguidamente el crash. Todo este endeudamiento se ha visto impulsado por estos tipos de interés realmente bajos. Pero con las condiciones de crédito más estrictas que se avecinan, los préstamos extranjeros a los países endeudados se reducirá significativamente.

Si nos centramos en las commodities, el petróleo, el oro, el algodón y otras materias primas a nivel mundial tienen un precio determinado en dólares estadounidenses, y una moneda fuerte después de un aumento de los tipos aumentaría el precio de los productos básicos para aquellos países cuya divisa se deprecie frente al dólar. Las economías que dependen principalmente de la producción de mercancías y una abundancia de recursos naturales tendrán un peor comportamiento en ese escenario al ver el encarecimiento de las importaciones.

En referencia al comercio exterior, a pesar de que los incrementos en los tipos de interés en Estados Unidos tienen un impacto negativo en la economía mundial, el aumento de tipos puede beneficiar al comercio exterior. Un dólar más fuerte puede impulsar la demanda estadounidense de productos de todo el mundo, el aumento de los beneficios empresariales para las empresas nacionales y extranjeros por igual.

La deuda denominada en dólares que está fuera de Estados Unidos actualmente asciende a 9 billones de dólares, con los mercados emergentes acumulando 3,3 billones de dólares. Países como Turquía, Brasil y Sudáfrica, que corre permanentemente el déficit comercial, financiar su déficit en cuenta corriente mediante la creación de deuda denominada en dólares. Cuando los tipos de interés en Estados Unidos aumenten apreciarán el dólar, por lo que el tipo de cambio entre las naciones en desarrollo y los EEUU tiende a ensancharse. Como resultado, la deuda denominada en dólares debía será imposible de hacer frente y se vuelve inmanejable para los países emergentes.

El gran aspecto positivo del incremento de los tipos de interés es que pueden ayudar a una economía estadounidense a evitar las trampas de sobreproducción, ya que desde que empezó la crisis decidieron ganar competitividad mediante la devaluación del dólar para tener un porcentaje mayor sobre el crecimiento mundial. El problema de esta medida es que se mantiene la industria ineficiente. Asimismo, también servirá como «jarro de agua fría» a las burbujas desarrolladas con ese exceso de liquidez en el mercado que ha desatado la exuberancia irracional y volver a unas valoraciones más cercanas a la realidad.

 

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