Cuando se comenta que los bancos hacen trampas con las revaluaciones de sus activos o con su porcentaje de morosidad a muchos les da la impresión de que se exagera, que son rumores, que no puede ser que eso pase y las autoridades lo permitan. Es por ello que creo que el ejemplo Metrovacesa es ideal para confirmar que las trampas no sólo existen, es que además son conocidas y aceptadas por quien debe evitarlas.
Metrovacesa es una inmobiliaria cotizada en bolsa que lleva desde 2007 sin repartir dividendos porque pierde dinero, en el 2009 se movió de precio entre 41.5 euros y 12.39 cerrando el año a 15.18€, como cuarto valor menos rentable del mercado continuo español cayendo un 58.95%. El 2 de diciembre de 2008 –cuando cotizaba a 40.5 euros- salió esta noticia que se hizo efectiva en febrero de 2009:
La familia Sanahuja, primer accionista de Metrovacesa con el 80,6% de su capital social, cederá a seis grandes entidades financieras acciones de la inmobiliaria representativas del alrededor 54% de su capital social para solventar los problemas que tiene para hacer frente a la deuda que contrajo al financiar la última OPA. Las seis entidades son Santander, BBVA, Banesto, La Caixa, Caja Madrid y Banco Popular, según han informado fuentes financieras. Cada una de ellas se quedaría con acciones de Metrovacesa representativas del 9% de su capital.
Este es el gráfico de la cotización de 2008 y 2009, con un comportamiento desde el pasado verano contrario a la tendencia del mercado:
En el informe anual de 2008 el auditor de Metrovacesa, Deloitte, señaló que la inmobiliaria se enfrentaba a un panorama de “incertidumbre sobre la continuidad del negocio”, y añadía que “podrían existir minusvalías adicionales en el valor de mercado de los activos inmobiliarios no registradas en las cuentas”. Pero una vez más los bancos prefirieron quedarse con la compañía -aún conociendo esto- que provocar su cierre y disolución, tomando el 65.5% del total, quedando las participaciones así: Santander (14.51%), BBVA, Popular y Sabadell (10.92% cada uno) y Banesto y Caja Madrid (9.13% cada uno) ¿Por qué? Quizás porque el Banco de España les permitió revaluar su participación en Metrovacesa a 57 euros por acción. ¿Cómo es posible que algo que valía 40 pudiera ser revaluado a 57? Puede fuera la condición que pusieron los bancos para quedarse con la empresa, y Banco de España fue su cómplice.
Según transcurría el 2009 y el precio de la acción se desplomaba y sobre todo, el negocio inmobiliario iba cayendo, se produjo un ajuste en la valoración a 45 euros y, finalmente, a 34.91 euros, lo que sigue siendo más del doble del precio de la acción. Es decir, se apuntaron una pérdida de entorno a 1.110 millones de euros (diferencia entre 57 y 34.91) que si revaluaran por el precio de la acción sería de unos 2.000 ¿Cuáles son los argumentos por los que se permite que se ignoren esos 900 millones? Son dos:
- 31.58€ por acción es el valor contable de la compañía o NAV (valor neto de los activos) según “varios expertos independientes” a lo que suman la conversión en préstamos participativos de dos líneas de liquidez por valor de 223.9 millones que distribuidos y sumados a los 31.58 dan los 34.91 euros.
- Teniendo en cuenta otros accionistas (entre los que estaría la familia Sanahuja) y las participaciones de ING, Credit Suisse y Citigroup –que suman juntas otro 14.57%-, el 5.18% que alcanzó la Caixa este viernes y el 11.21% de la sociedad “Undertake Options SL.”, el porcentaje de acciones de Metrovacesa de minoritarios que cotizan en bolsa es muy bajo, por lo que alegan que no es justo que unas pocas acciones den valor a toda la empresa.
Lo curioso es que los analistas bursátiles recomiendan mayoritariamente vender las acciones de Metrovacesa oscilando los precios objetivo desde los 8 euros de Societe Generale a los 12 de JP Morgan, muy por debajo de su valor actual. Así que creo es muy discutible la valoración de los “expertos independientes”, además, si realmente los socios mayoritarios de Metrovacesa están convencidos que el valor de la compañía es del doble del precio de cotización y además Banco de España está de acuerdo en esa apreciación, ¿Por qué no les dan una alegría a los accionistas minoritarios y hacen una OPA de exclusión a ese precio? y el segundo punto que alegan es sintomático: ellos alegan que el precio de las cosas lo determinan los dueños y no el mercado. Podemos discutir si esta afirmación tiene algún viso de certeza o es una estupidez pero da pie a, al menos, dos inquietantes conclusiones:
- Uno, para cualquier persona que acude a esos mismos bancos a solicitar un crédito hipotecario se les aplica un valor de tasación sobre la propiedad que quiere adquirir basándose en los precios que el mercado inmobiliario determina en ese momento, da igual lo que el promotor diga que vale. No parece justo que eso no se les aplique a ellos.
- Dos, si los principales bancos de este país ignoran el precio de un mercado organizado como la bolsa para valorar una empresa de la que son accionistas basándose en lo que ellos creen es su valor, ¿Qué estarán haciendo con todas las participaciones que tienen en otros activos que no cotizan en ningún mercado? Sólo podemos especular pero si ellos consideran que Metrovacesa por sus propiedades vale más del doble de lo que hoy por hoy alguien pagaría por ello (y reitero que los brokers recomiendan vender las acciones al precio actual), ¿Cómo estarán valorando sus activos inmobiliarios, sus participaciones en pequeñas empresas, sus créditos morosos? ¿cuantas pérdidas latentes hay ocultas? Y qué decir de Banco de España, ¿Para qué queremos más regulación si el que la va a aplicar, el “controlador” permite esto? En resumen, ¿Cómo podemos fiarnos de la salud de nuestro sistema financiero?
Curiosamente el valor de la acción está subiendo durante 2010, entre otras cosas porque otro banco más-Barclays- ha entrado en el accionariado adquiriendo un 6.98% del capital mediante una ejecución de acciones que eran propiedad de la familia Sanahuja. Esta crisis tuvo su origen en una valoración poco realista de muchos activos. Metrovacesa es sólo un ejemplo de que aún muchos no se han convencido de que el valor de algo no lo determina el poseedor, sino el posible comprador, es algo que cualquiera que ha querido vender una casa o un coche sabe, no hay que ser economista para comprender este concepto., ¿Para cuando el sentido común será el que regule los mercados financieros?