Washington está retrasando la toma de decisiones difíciles hoy en día dejándoles la carga a las espaldas de nuestros hijos y nietos. Estados Unidos tiene un problema con la deuda y una falta de liderazgo
Estas son –más o menos- las palabras que Obama como senador pronunció en 2006 cuando se opuso a la posible elevación del techo de la deuda. Hoy, con 14 billones de deuda –la mayor de la historia-, el presidente Obama va a solicitar que el límite se amplíe, algo que sin duda conseguirá aunque -según las encuestas- contra la opinión pública. Estamos en un país en el que estamos acostumbrados a oír discursos diferentes a nuestros políticos según estén en la oposición o en el gobierno pero no deja de sorprenderme que la mayor potencia económica del planeta tenga tanta deuda y tan poco interés político en frenar su crecimiento. Y es que ese puede ser el mayor obstáculo para la recuperación económica global y, como dijo Obama cuando era senador, una carga para nuestros descendientes que podría limitar sus posibilidades durante décadas. No obstante, los mercados –como los humanos en general- se mueven por impulsos cortoplacistas, algo que no ha cambiado en esta crisis como tampoco la preponderancia del dato del PIB para medir la salud de una economía, a pesar de las voces que reclaman otra forma de medir nuestro bienestar. Y es que es extraño que a la vez que Bernanke opine que la economía de EEUU sigue en un “hoyo profundo” el PIB total de los EUA esté en máximos históricos tras romper por poco lo alcanzado a finales de 2007…efectos de crecer a costa de más y más deuda: