¡Ay! ¡Qué calor! Mira que salgo temprano de casa por las mañanas, pero aún así, ya hace calor. Reconozco que soy una de esas personas que soportan mejor el frío que el calor: me aplatana. Me deja sin fuerzas y sin ganas de hacer nada. Tal vez yo sea un caso un poco extremo, porque en general, parece que a la gente le gusta el calorcito.
Lo que sí que es verdad es que en esta época del año, trabajar se hace un poco más cuesta arriba. Todos pensando en las vacaciones, las cañitas, la piscina o la playa…Los compañeros que van y vienen, la fiesta del mojito, la siesta, el cine de verano. Infinidad de cosas que consiguen que el verano, al final, sea una época menos productiva.
Lo malo es que el trabajo no disminuye sólo porque tú estés menos productivo, así que si no quieres encontrarte desbordado y lleguen esos momentos de tensión y estrés, te recomiendo que sigas unos pequeños consejos, para conseguir superar esta fase:
Ante todo, actitud positiva. Es verdad que posiblemente nos apetezca más estar en la calle que estar encerrados en una oficina, pero tenemos que tener claro que tenemos un trabajo que desempeñar y que debemos cumplir con ello igual que en cualquier otra época del año.
Optimismo. No te pongas a pensar en lo que estarán haciendo tus compañeros o amigos que están de vacaciones, porque posiblemente se te ponga mal humor. Piensa mejor en las vacaciones que ya has disfrutado o en las que vas a disfrutar.