Gracias a las nuevas tecnologías, todo se ha agilizado mucho más. En el terreno laboral, las comunicaciones van mucho más rápido. Nos caracterizamos por la inmediatez. Todo pasa al instante. Pero, ¿hasta qué punto estamos “enganchados” a nuestro mail? ¿Nos llega a consumir el día?
Muchas veces estamos en copia de correos que no tienen nada que ver con nosotros. Esto realmente nos hace perder mucho tiempo, ya que hay que buscar entre los que realmente van dirigidos a nosotros y los que no…
Si tú pierdes mucho tiempo con tu correo electrónico, ¿por qué no haces que tus compañeros no lo pierdan con los mails que tú envías?
Algunas buenas prácticas:
Asunto claro. De esta forma sólo con verlo, todos sabrán de qué se trata y a posteriori, será mucho más fácil localizarlo.
Escríbelos como te gustaría recibirlos a tí. Cortos y claros. Sin faltas de ortografía y con un lenguaje que se entienda. Evita las mayúsculas, colores y negritas cuando no sea necesario.
Responde sobre el mismo. Si sobre un mismo tema vas contestando en correos nuevos, será muy difícil seguir el hilo de la conversación.