El Premio Nobel de Física Richard Feynman definía ciencia como el siguiente proceso:
“Primero hacemos una predicción y calculamos las implicaciones que puede tener. Entonces comparamos la hipótesis con los resultados de la experimentación. Si no concuerdan, entonces no sirve. En esta sencilla afirmación está la llave de la ciencia. Da igual lo bella o razonable o inteligente que sea la teoría. Da igual lo listo que seas, quién ha hecho la predicción o lo importante que sea tu Universidad. Si no concuerda con los experimentos, está mal.”
Con la estadística es lo que pasa, da igual que no sea razonable que a veces se cumplan pautas simplemente porque se han cumplido en el pasado. Si funcionan entonces le podemos dar un valor científico, aunque no acabemos de entender por qué ocurren. Por ejemplo, este gráfico nos muestra muy claramente que los valores pequeños lo hacen mejor que los grandes de media en noviembre y diciembre:
El que sea porque es más fácil manipularlos de cara al cierre anual es posible sea el motivo pero tampoco importa demasiado saber el por qué. Ahora entramos en el periodo estacional más alcista del año:
Las bolsas de media histórica lo hacen mejor, incluso si nos remontamos a más de 100 años atrás, de noviembre a abril, que de mayo a octubre. Esto no quiere decir, ni mucho menos, que las bolsas bajen de media de mayo a octubre, sino simplemente que de media y a largo plazo lo hacen sin ningún género de duda peor. El gráfico también es claro, incluso espectacularmente claro:
Estas pautas son una herramienta más pero se juntan a otras apreciaciones. Cárpatos comentaba hace pocos días un estudio de Bespoke Investment Group usando datos desde 1900 a 2008 que dice lo siguiente:
La media de duración de las 21 recesiones que ha habido ha sido de 14,4 meses. La pérdida media a la que ha llegado el Dow Jones ha sido del -24,2 %. La pérdida más devastadora fue la de la recesión de agosto de 1929 a marzo de 1933, donde perdió el 88,2 %. La duración fue de 43 meses. Como vemos aún estamos lejos de podernos comparar con aquella desastrosa situación. La pérdida menor fue en la recesión de julio de 1953 a mayo de 1954, donde sólo bajó el 5,2% y duro 10 meses. 16 de las 21 recesiones se ajustan muy bien a la media, y solo hubo 4 con duración superior a los 20 meses.
Pero lo más interesante del estudio es otro tema que ya comenté el otro día en mi artículo sobre si comprar o no todavía:
Las bolsas, con muy pocas excepciones, empiezan a descontar con bastante anticipación el fin de las recesiones, por lo cual lo habitual, es que cuando aún siguen saliendo datos muy malos se inicie el ascenso. La media histórica desde 1.900 dice que el suelo de las bolsas se toca a la altura del 58,4% de duración de la recesión. Un dato sorprendente y que creo nos indica que lo normal es que las remontadas se inicien cuando aún quedan de media siete meses de datos malos y sombríos. Solo en 4 ocasiones se vio que el suelo quedará a la altura del 80% o más de la duración de la recesión.
Por otra parte el mercado cotiza a un PER 2008 de 11,3x y PER 2009 de 9,4x para el S&P500. Estas cifras están muy por debajo de la media histórica de 15,1x el PER del S&P 500, lo cual indicaría un descuento del 40% respecto de la media histórica; o bien, que estos niveles de valoración descuentan que hay un elevado riesgo de que los beneficios estimados por el consenso para 2009 en el S&P 500 estén inflados en un 40%. ¿Cómo saberlo? Resumiendo, yo sigo creyendo que aún no hemos visto los mínimos de esta tendencia bajista pero creo mi deber es informar de estas peculiaridades y es que las estadísticas comentadas demuestran que:
- No porque los datos sean malos no se debe comprar, a pesar de lo que parezca. Es más fiable seguir las encuestas que los datos pues se trata de predecir el fin de la recesión. Por ejemplo, es más fiable el dato de permisos para construir (que implica una tendencia a futuro) que el dato de viviendas construidas.
- Si los analistas no se equivocan, por valor de libros las acciones están históricamente baratas.
- Entramos en una época del año que suele ser alcista y que suele durar 6 meses.
- Los años bajistas son en los que hay más interés en manipular el cierre fin de año.
Por otra parte, las pautas estacionales no sólo valen para la bolsa, también funcionan con otros productos. Por ejemplo, el crudo suele bajar -o subir menos- a final del año de media.
PD – Y ante los comentarios que he leído de las sospechas de manipulación por las elecciones americanas la verdad es que no he apreciado ninguna estadística fiable pero es curioso que justo hace dos años, en las últimas elecciones parlamentarias en USA, ya se comentaba que se había intervenido para bajar el precio del crudo artificialmente y así beneficiar al Partido Republicano: http://www.crisisenergetica.org/article.php?story=20061004102546877 Entonces les valió de poco pero es curioso cómo según se acerca la fecha electoral se aprecia el $ y baja el crudo…
Y para terminar, el habitual resumen de prensa.
- La compraventa de viviendas y sus hipotecas vuelven a caer cerca del 40% en agosto
- BBVA ganó un 5,4% menos hasta septiembre: 4.501 millones de euros
- El FMI y la Unión Europea rescatan a Hungría con un plan de 20.000 millones
- Hacienda concede 24 meses más a las cuentas vivienda
- Santander asegura que ya es el primer banco del mundo por beneficios
- La expectativa a una rebaja de tipos dispara las bolsas asiáticas: el Nikkei suma un 7,7%
- No hay alternativa: Santander se ve obligado a ‘comerse’ 2.700 millones de euros en ladrillo
- Un restaurante de Gijón propone un ‘menú anticrisis’ a sólo 1 euro