Hoy es 11 de septiembre, una fecha que ya se ha convertido en mítica esperemos que para siempre, ya que si deja de serlo seguramente sea porque han dejado de ser extraordinarios los atentados tan brutales y tan simbólicos. Aquel día fue tan fuerte el impacto en el mundo económico (los costes no fueron tantos como se temía, en inglés) que la bolsa americana ni siquiera llegó a abrir y se mantuvo cerrada unos días para evitar un desplome mayor que el que ocurrió. Quién iba a decir que unos años después provocaría bastante más volatilidad la quiebra de Lehman Brothers que aquel ataque en territorio americano. Fueron tan duros estos días de 2008 y lo que hubo antes y después que ahora la bolsa parece aburrida. Ni el más optimista podía pensar que un año después no habría ni un solo cliente bancario más que sufriera una merma en sus ahorros debida al cierre de su banco…han quebrado muchos, otros han sido intervenidos/nacionalizados, otros han sido saneados con dinero público pero desde que los EUA decidieron que el banco de los hermanos Lehman era el último, el dinero de todos ha frenado la descomposición financiera. Un año después todo parece ir mejor (qué lejos parecen las recomendaciones de Roubini de cerrar todas las bolsas del mundo un par de semanas) si bien en los EUA sólo hay dos entidades financieras (Goldman Sachs y JP Morgan) que cotizan por encima de cómo cotizaban el 12 de septiembre de 2008.
Esta misma semana hemos visto en la debilidad del $ una de las consecuencias de lo que ocurrió hace un año: el déficit americano es tan enorme que se desconfía de su divisa. Esto –y los miedos a la inflación alimentados por la decisión del G-20 de seguir manteniendo los programas de inyección de liquidez- ha llevado a un máximo de 18 meses del oro y a un repunte en general de las materias primas que ha ayudado a las acciones de esos sectores (y a la bolsa china que está disfrutando de un septiembre muy alcista), y esto ha llevado, a pesar de la debilidad de las acciones bancarias, a varios nuevos máximos anuales. Y es que el mercado sigue estando muy sostenido por la gran liquidez ejemplificada en la inyección de liquidez ilimitada a plazo de un año que va a hacer BCE al 1% a la banca. ¿Qué harán con ese dinero? ¿Arriesgarse a prestarlo a un cliente o a una pyme en un contexto de aumento del paro y debilidad del consumo? Ojalá, pero me temo que la mayor parte se irá a inversiones que consideren seguras –multinacionales solventes- en mercados de renta fija (el mercado de deuda privada superó ya en agosto el volumen de todo 2008), y parte también se irá a la renta variable y los commodities. En circunstancias normales que los bancos compren deuda de grandes empresas acaba repercutiendo en la economía pero si analizamos el caso español y los miembros del Ibex (Las empresas del Ibex ya facturan más de la mitad fuera de España) más capitalizados… ¿Dónde invierte Santander? En Brasil, en España cerrará los sábados ¿Telefónica? Esta semana en China ¿Y BBVA? En los EUA, en España cierra oficinas, ¿Iberdrola? En Inglaterra, ¿Repsol? Sigue buscando pozos por medio mundo para aumentar sus reservas… Muchos recursos, mucha liquidez, muchas ayudas a la banca pero poco dinero final a ciudadanos (al 10.34% los créditos al consumo) y pymes.
Centrándonos en la bolsa: “Los movimientos son muy especulativos: sólo cuatro acciones, algunas de ellas en quiebra técnica y rescatadas por la Fed, hacen el 20% del volumen del mercado en Estados Unidos: Citi, Bank of America, Freddy Mac y Fannie Mae. Esto nos da una idea del fuerte flujo especulativo existente en el mercado. Otros mercados bursátiles no acompañan el movimiento alcista: la bolsa china, que adelantó el repunte de las bolsas hace meses, se encuentra actualmente inmersa en un mercado bajista. Otros indicadores cíclicos como el índice de fletes marítimos Baltic Dry, que es un buen indicador de la salud del comercio internacional, también ha corregido en las últimas semanas. Activos de riesgo como el petróleo y las materias primas tampoco acompañan el movimiento de la renta variable. Los bonos no anticipan inflación futura ni recuperación económica. Parecen descontar deflación y recuperación económica lenta y prolongada” No es una opinión mía ni de algún desconocido, es parte de un informe sobre renta variable del servicio de estudios de BBVA de hace 7 días.
Aunque no deja de ser una opinión, también hay datos. Por ejemplo, el porcentaje de insiders que han vendido acciones de sus compañías frente a los que han comprado, se sitúa en 30 a 1, lo cual es el mayor nivel de ventas en cinco años, según informa Capital Bolsa. Y si nos salimos del mundo bursátil podemos fijarnos en lo que dice el Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Resulta que aboga por incrementar los requisitos de capital para los bancos a nivel mundial. Y opina que los gobiernos mundiales deben aumentar los requisitos de capital para todos los bancos y cualquier entidad financiera que representa un riesgo sistémico y deben “proteger la estabilidad del sistema financiero”. Lo curioso es que propone llegar a un acuerdo global antes del 31 de diciembre de 2010 que se implementaría, como muy tarde, en 2012. ¿Soy yo o un discurso como este sugiere que la situación actual está muy lejos de arreglarse en el tiempo? Alan Greenspan va más allá y dice que deberían forzar a los bancos a reforzar capital. “Los requisitos de capital incluso en los periodos de bonanza tienen que tener un paragolpes más amplio”. Y esta semana se lo hemos podido oir a Trichet: “la crisis económica todavía no ha terminado y que por ello sigue siendo necesario mantener medidas audaces para combatirla.”
Pero volviendo a las opiniones bursátiles: Antonio Iruzubieta nos dice que “siendo realistas e incorporando la hipótesis de beneficios empresariales en su media histórica, se puede afirmar que el precio actual de las acciones es muy elevado, descuenta beneficios que no se alcanzarán y por tanto es vulnerable a chocar de bruces contra la realidad de la economía de nuestros días.” No puedo estar más de acuerdo, y además insiste “Recordemos que los logros conseguidos por las empresas en los beneficios del último trimestre son atribuibles a la masiva reducción de plantilla, al ajuste de inventarios y al efecto estadístico. Las partidas de ingresos por ventas no han sido responsables de la mejoría de las cuentas presentadas y por tanto la sostenibilidad de esas cuentas ha quedado en entredicho.”, ideas que ya han sido comentadas aquí. Y echando de menos alguna crítica al elevado déficit público resulta que 3 importantes hedge funds (Jone´s Tudor Invesment, Clarium Capital Management y Horseman Capital Management) confesaron a fines de la semana pasado que estaban abriendo posiciones bajistas sobre las acciones estadounidenses porque prevén que el masivo gasto público esté anticipando una nueva crisis y un nuevo mercado bajista. Aunque hasta los más optimistas recelan de la bolsa en estos niveles hay que resaltar que la mayoría de analistas ahora se han pasado al optimismo y de hecho esperan que los beneficios de las compañías que componen el S&P 500 subirán un 25% el próximo año, según una encuesta realizada por Bloomberg entre 1.500 analistas de renta variable. Estas cifras suponen un crecimiento 10,9 veces más rápido que el del PIB de EEUU…Algo que yo veo impensable en un país donde el bajo consumo se está convirtiendo en algo habitual: La siguiente tabla refleja los resultados de una encuesta sobre cómo cada generación ha reducido el gasto diario en un año, y es una caída en torno al 40%, dependiendo del grupo de edad.
Por último, un último recordatorio: llevamos seis meses seguidos de subida bursátil y seguimos inmersos en la mayor crisis económica desde la II Guerra Mundial.