Desde siempre hemos buscado métodos para calmar el dolor, en las civilizaciones más antiguas usaban la raíz de mandrágora o de belladona, las hojas del cannabis, del opio o de coca y el alcohol. Métodos que curiosamente han quedado, ahora, para calmar otro tipo de dolores más espirituales.
Sin embargo, la primera anestesia quirúrgica fue descubierta por un dentista Horace Wells, en Connecticut, en 1844 al que se le ocurrió usar el óxido nitroso en las extracciones dentarias, aunque la idea fue de un compañero y tambien dentista un tal William Thomas Morton que tuvo la brillante idea de probar distintos elementos para realizar extracciones sin dolor el cual al final se acabó decantando por usar el éter para las operaciones quirúrgicas.
Con la invención de las jeringuillas hipodérmicas por el cirujano irlandés F. Rynd, en 1845 se abre otro camino a la anestesia, al poder introducir en el organismo drogas capaces de eliminar el dolor. Desde entonces, la complejidad de la ciencia anestésica ha superado con creces cualquier sueño de los cirujanos de la época y ha permitido intervenciones largas y complejas cada vez con más seguridad y control.
Como véis, hasta mediados del siglo XIX la anestesia apenas existía y las visitas al dentista tendrían que ser francamente desagradables. Ya sabéis, sin anestesia ni hilo musical.
Más tuvimos que esperar en economía para encontrar anestesias para el mercado y jeringuillas que inyectasen liquidez. Ayer el Doctro Bernanke se puso serio y tuvo que recurrir a la morfina. En este caso, el enfermo eran las bolsas las cuales estaban en un momento técnico muy delicado, a punto de perder soporte y deseando que llegase cualquier buena noticia para rebotar. No conviene un crack bursatil en este momento y cualquier medida es buena aunque pueda disparar la inflación.
¿Qué significa el movimiento de ayer de la Fed?
Algunos expertos explican que se trata de una medida bastante más inteligente, porque le permite ayudar al sistema financiero sin tener que bajar más los tipos. Lo cual implica que le preocupa la inflación y el efecto que puede tener sobre ella seguir bajando tipos al ritmo que llevaba.
Que pícaros, nos bajan los tipos sin bajarnos los tipos y así todos contentos.
Continúa…