Daniel Kahneman es un psicólogo que ganó el premio Nobel de economía en el 2002 por la introducción de conocimientos de la investigación psicológica en las ciencias económicas. Estudió principalmente las tomas de decisiones en casos de inseguridad llegando a la conclusión de que los inversores en bolsa, por ejemplo, no venden por motivos racionales, sino emocionales: se deshacen de sus acciones cuando los mercados van hacia abajo, temiendo perder aún más si no venden. Lo curioso de todo esto es que la principal motivación de los inversores es el temor (una emoción) y no el ganar dinero (algo racional). De este modo, un inversor prefiere no perder 100 euros antes que ganarlos, lo cual supone una asimetría en la toma de decisiones.
Para demostrarlo, os voy a poner unos supuestos.
Primero elige entre:
- Una ganancia segura de $ 300.000.
- Una probabilidad del 80% de ganar $ 400.000. y un 20% de no ganar nada.
Y ahora elige entre:
- Una pérdida segura de $ 300.000.
- Una probabilidad del 80% de perder $ 400.000. y un 20% de no perder nada.
En la primera situación la mayoría de los sujetos optan por la alternativa A a pesar de que la alternativa B tiene mejores expectativas probabilísticas.
Paradójicamente más del 90% eligen la alternativa B en la segunda situación. Este patrón es constante, la gente trata de evitar los riesgos cuando busca una ganancia, pero elige el riesgo si se trata de evitar una pérdida.
Es interesante conocer este comportamiento a la hora de negociar y darse cuentas de los sentimientos de la otra parte. El miedo a perder es francamente fuerte. Imaginar por un momento que os jugais 6.000€ en la ruleta a “Rojo y Negro”. Si ganáis, seguramente el subidón os dure sólo unos días, pero si perdeis los remordimientos perdurarán durante muchas semanas (por no hablar de la bronca de vuestra pareja).
Una vez aprendido esto, podemos intentar comprender por qué muchas veces las revalorizaciones son tan lentas y las caídas tan rápidas.
Muy relacionado con este tema, leo en Cotizalia que Las turbulencias financieras sitúan la aversión al riesgo en niveles de hace siete años.
Todos estos miedos se han traducido en cambios en las estrategias de inversión. Así, se ha producido un aumento del efectivo existente dentro de las carteras. El cash ha alcanzado de media el 4,7% del capital frente al 3,9% de enero. Además, según esta encuesta, un 41% de los encuestados están sobreponderados en efectivo, el porcentaje más alto desde los ataques terroristas del 11 de septiembre.
Si ya lo decía mi madre, que el dinero es muy miedica.
De momento hoy no parece que tengamos miedo, como si la economía tuviese algún tipo de transtorno piscológico un día se levanta de depresión y el otro eufórico. Por ejemplo, vemos que los nipones acabaron con una subida del Nikkei del 4,3 %, lo cual significa la mayor desde hace 6 años. En cuanto a España el PIB creció un 3,5% en el cuarto trimestre de 2007, más o menos lo esperado.
Los que si que van a lo suyo son los suizos, ayer en medio de la tormenta les dio por subir tipos. Hoy a uno de sus bancos más importantes, UBS ha confesado unas pérdidas de 11.300 millones de dólares en el cuarto trimestre del año, como consecuencia de la crisis de las hipotecas subprime, además ha anunciado que aprovisionará unos 13.700 millones de dólares y ha reiterado que 2008 será otro año difícil para la entidad. Vemos que aquí no se salva nadie.
Ayer comentábamos la estrategia de Warren Buffet de comprar barato para luego vender caro (innovadora, vamos) quizás ahora sea un buen momento para salir con la tarjeta de crédito ya que La rentabilidad por dividendo de la bolsa es la más atractiva en 15 años. Aunque claro, hay que tenerlos bien puestos y con un corazón a prueba de taquicardias.
Así que para terminar, os pongo un dilema de los de Kahneman, a ver qué haríais:
- Habéis decidido ir al último concierto que van a dar los Rolling Stones con todos sus componentes en vida y ya tenéis la entrada que os ha costado 1000€. Cuando estás en el Vicente Calderón, te das cuenta de que has perdido la entrada y es imposible colarse. ¿Te gastarías otros 1000€ en comprar una nueva?
- Habéis decidido ir al último concierto que van a dar los Rolling Stones con todos sus componentes en vida y habéis reservado una entrada que cuesta 1000€. Cuando estás en el Vicente Calderón, te das cuenta de que has perdido 1000€, pero aceptan tarjeta de crédito y además hay tanta demanda de entradas que no hay penalización por anular la reserva. ¿Comprarías la entrada?
PD: Si os interesa el estudio de Kahneman, os lo podéis descargar (en inglés) aquí