Los que especulamos –en el sentido más intelectual del término- sobre los movimientos de los mercados financieros siempre caemos en la tentación de relacionarlos con la economía real ya que por experiencia sabemos que antes o después dicha relación existe pero esa misma experiencia nos dice que no se debe operar utilizando sólo el análisis fundamental y mucho menos en mercados tan volátiles donde el miedo es un ingrediente principal. Esto se ha visto agudizado por la interconexión de todos los mercados y economías mundiales, por ejemplo un mal cierre en la bolsa china afecta al precio de las acciones de una cervecera mejicana aunque no haya ninguna relación aparente. Los “analistas”, a pesar de que siguen teniendo millones de seguidores, se equivocan constantemente con las recomendaciones de compra y venta y sobre todo con los precios objetivos de las compañías y acaban siempre yendo a remolque de los mercados, modificando sus análisis a posteriori. Esto no es ningún secreto, y no es exclusivo de bolsas, divisas o materias primas, les pasa igual a los gobiernos, al FMI y hasta a la FED cuando hablan de crecimiento, tasas de paro o déficit, lo normal es que se equivoquen en todas sus previsiones y la excepcionalidad es que acierten. Los que viven de profetizar a mi juicio en general olvidan –entre otras cosas- la psicología, el factor humano que al fin y al cabo es el responsable final de la evolución de todo. Y todos los días vemos ejemplos de esto, por ejemplo en la peor crisis en 3 cuartos de siglo, artículos caros y prescindibles como el café Nespresso o el iPad han tenido un éxito mayúsculo, algo que puede parecer irracional.
Yo me fío para mis negocios en el análisis técnico, las pautas estacionales y mi propio feeling, y no en razonamientos lógicos –aunque me convenzan- porque no hay ningún argumento que tenga más dinero que el propio mercado que es el que decide lo que vale cada cosa en cada momento y respetar eso es básico. Comprar más barato de cómo se vende y vender más caro de cómo se recompra no suele ser sinónimo de tener razón con la visión que uno tiene de los mercados ni de la economía. Desde que a finales de Julio de 2009 asumí –con retraso- que la tendencia bursátil ya no era bajista me pasé meses viendo que la bolsa subía cuando cada día me parecía más claro que esta crisis iba para largo, si me hubiera fiado de mis ideas –aunque a la postre eran acertadas- estaría arruinado. Siendo pues lo normal que todos estemos equivocados en la teoría (En un estudio sueco, un chimpancé lanzando dardos a una diana con valores de la bolsa demostró tener más éxito seleccionando la “mejor inversión” que varios expertos financieros) a mí me sorprende estar tan de acuerdo con muchos de los movimientos que el mercado está haciendo en 2010, encontrar tanta lógica a las tendencias:
- Las economías con peor realidad actual y peores expectativas son las que tienen los índices bursátiles que más han bajado. Tiene sentido
- El €, divisa que ha demostrado ser la representación de una unidad económica y política artificial que hace aguas se ha depreciado acercándose a 1,183 que es el tipo de cambio medio histórico del €/$, calculado con los cruces del mercado desde el 1 de enero de 1999. Tiene sentido, el propio Noyer, gobernador del Banco de Francia y consejero de BCE cree que su cotización no es inusualmente baja. Si nos centramos en el €, el Tratado de Maastricht establecía un déficit anual máximo del 3%, de los 5 países de la UE que lo cumplen (Luxemburgo, Finlandia, Dinamarca, Suecia y Bulgaria) sólo 2 usan el €, incumplimiento generalizado también hay en el capítulo de la deuda respecto al PIB, que no debería exceder el 60%. Más que buscar ataques externos contra el € habría que preguntarse por qué nuestros dirigentes económicos no se lo han tomado más en serio. Por el contrario, esto ayuda a que el $, divisa representante de un país cuyo PIB crece, que tiene perspectivas de subidas de tipos no muy lejanas y que hace pocos meses tocó mínimos históricos, se haya apreciado. Tiene cierto sentido también.
- Ante las dudas de la solvencia de la deuda pública de muchos países y del propio valor del dinero, el oro es un valor refugio cada vez más solicitado y eso le hace subir. Tiene sentido.
Por supuesto hay otros aspectos con los que no estoy de acuerdo, considero que entre el optimismo (a mi juicio) de las agencias de rating y el pesimismo de los CDS hay un punto medio y algunas naciones tienen un riesgo país excesivamente alto, especialmente España. Entiendo que el crudo esté tan alto porque la OCDE manipula la producción cada vez que se abarata pero por lógica debería bajar más en el corto plazo dada la expectativa de más ralentización económica imperante hoy en día. Tampoco comprendo por qué los cientos de miles de millones de ayudas aprobados y los planes de recortes del gasto gubernamentales están influyendo tan poco en reducir el pesimismo de los mercados europeos. Eso sí, y eso es algo que por desgracia cuesta mucho asimilar a los pequeños inversores, no tiene sentido que yo opere en los mercados en base a mi opinión, por muy lógica que sea y aunque el tiempo demuestre que tenía razón. Porque el mercado es el primero que se equivoca pero hasta que corrige sus errores arruina a todo aquel que no siga su tendencia, y más con la volatilidad actual. Hemos visto el ejemplo del Ibex en Mayo, perdió un 11% a pesar de que en un solo día subió el 14%.
Es precisamente esta opinión mayoritaria a favor de no invertir en renta variable y contra el valor del € lo que quizás lleve a un rebote por la denominada ley del sentimiento contrario, que dice que tanta unanimidad hacia un lado suele ser síntoma de un gran movimiento hacia el contrario, algo que puntualmente ya hemos visto esta semana. Quién sabe, aunque desde luego el panorama no está para alegrías. Lejos de pasarse de moda el problema griego cada vez más voces dan por hecho el incumplimiento del pago de su deuda ya que las condiciones para los créditos son prácticamente imposibles de cumplir en un país sin crecimiento económico. Es mundial la preocupación, tanto la UE como los EUA están en una situación grave y a España, considerada injustamente en la misma órbita que Grecia, todo esto le salpica especialmente, y no porque el mayor problema de nuestro país sea la deuda pública, es la privada que alcanza el 130% de nuestro PIB –datos de BDE de esta semana- contra un 70% de media en Europa. Según el Banco de Pagos Internacionales en 2011 se prevé que la deuda pública en relación al PIB de Japón llegue al 204%, Grecia e Italia al 130%; los EE.UU. al 100%, Francia al 99%, Portugal al 97%; el Reino Unido al 94%, Irlanda al 93%, Alemania al 85% mientras España estará al 74%. De hecho, se espera que la media de la UE sea del 84%, sensiblemente inferior a lo que se espera de los EUA. Sin entrar en la polémica del por qué entonces se critica tanto a Europa, hay que tener en cuenta que de nada sirve consolarse con que otros están peor, esos niveles de deuda de los EUA supondrán un lastre para todo el planeta, y un duro competidor en los mercados a la hora de encontrar financiación barata: hablamos de una deuda bruta prevista para un solo país de unos 12 billones de euros frente a una cantidad similar de los 27 miembros de la UE, algunos con monedas diferentes, con datos macro dispares y con políticas no coordinadas. Claramente hace falta unión en Europa pero también coordinación mundial de todas las áreas económicas, la gravedad de la situación lo requiere.
Algunos datos.
- La deuda pública más segura de la Historia
- lo que vale a día de hoy 1$ de 1871 y su evolución
- Orígenes de la FED
- Fuerte y esperanzadora recuperación de los beneficios empresariales
- La deuda autonómica cerró el ejercicio 2009 en 86.000 millones de euros, un 25 por 100 más que en 2008, según Banco de España. Este importe equivale al 8,2 por 100 del Producto Interior Bruto (PIB) español. Además, hay cuatro autonomías en las que se sigue superando el 10 por 100: Baleares, Comunidad Valenciana, Cataluña y Castilla-La Mancha. Todas ellas han recibido autorización este año para lanzar nuevas emisiones. Los datos definitivos del primer trimestre del año no se conocerán hasta el próximo 18 de junio, pero, a la vista de las operaciones permitidas, todo apunta a que la cifra continuará la tendencia al alza de los últimos meses.
- El coste de la crisis financiera supera el 25% del PIB en los países desarrollados
- Comparando el gráfico actual con el de 1929
- El crecimiento de varios países medido por el ISM
Algunas opiniones.-
- Jim Reid,. de Deutsche Bank, opina sobre la tendencia histórica del Dow Jones
- opinión sobre la burbuja inmobiliaria japonesa y sus similitudes con la española
- Antonio Iruzubieta opina.
- Juergen B. Donges: “No hay crisis del €, hay crisis de las deudas soberanas”
- Heizo Tekenaka: ¿Grecia es el futuro de Japón?
- Juan Ramón Rallo: El sistema financiero no es libre
- Les presento a Zhu Min
- Curioso: analistas aumentan su optimismo para final de año según bajan los precios