Artículos de opinion
El viernes, en una cena con amigos, apareció como de la nada uno de mis amigos de la infancia. Nadie contaba con él, ya que hace al menos un par de años que vive en New York. Al preguntarle que hacía por estas tierras, me contó que había estado trabajando para JP Morgan (Ji Pi Morgan como dicen ellos) y que al fusionarse con Washington Mutual se suprimieron muchos puestos de trabajo, y que uno fue él. Por unos momentos le vi cruzando la quinta avenida con una caja de cartón llena con su taza de la suerte para el café americano de medio litro, un marco con la foto de su mujer etc…, en una imagen como las que vimos de los empleados de Lehman Bros.
Aunque ya tiene apalabrado otro trabajo de analista en Manhattan, me supo mal por él, nunca es grata la experiencia, pero me pareció una oportunidad perfecta para hablar cara a cara con alguien que ha vivido la crisis financiera americana en sus propias carnes, la subida de la gasolina en un país donde los coches gastan medias impensables en Europa, la explosión de Lehman Bros, etc…
Como estábamos en una cena de amigos, tampoco pudimos profundizar mucho en el tema de la crisis ni alargar mucho el tema, pero lo que si que quería saber era en que consistía el trabajo diario de un trabajador de un banco de inversión.
A grandes rasgos, me dijo que ellos tenían observadores en ámbitos cruzados, por ejemplo observadores del mercado del petróleo y de otras materias primas a nivel internacional, observadores de varios mercados de un mismo país (seguimiento macroeconómico y político de un país), observadores de determinadas regiones, etc… y cada uno daba su opinión de lo que creía que podía ocurrir. Se cruzaban todas estas opiniones y se elaboraba un patrón de recomendaciones en cuanto a inversiones, que pasaban a los enlaces con sus clientes, mayormente fondos de inversión.
A todo esto le comenté un par de cosas, y lo que mas me sorprendió fue su respuesta.
Lo primero que le comenté fue que si tenían tantos recursos invertidos en observadores, como podía ser que acertasen tan poco. Incluso le comenté que por aquí les llamábamos cariñosamente “analistos” a lo que le saltó una sonrisa. A esto me dijo que cada trabajador esta dentro de la cadena de información y no domina el global, solo su nicho, y que finalmente el banco intenta dar una guía a partir de muchas opiniones. Se supone que los que están mas arriba en la cadena, pueden tener una visión más amplia. Al decirme esto me vino inmediatamente a la cabeza un celebre frase que se incluye en unos de los libros de “La Ley de Murphy” que viene a decir que “la decisión de un comité siempre será peor que la que podría haber dado cada uno de sus miembros por separado”.
El otro tema que le planteé fue que me parecía que los bancos de inversión influían de forma inequívoca sobre los mercados, es decir que no solo eran observadores de los mercados sino que con sus recomendaciones a grandes fondos, podían desviar capitales a un sector u otro haciendo subir el precio de determinados bienes y bajar el de otros. A esto me reconoció que “los grandes” pueden “mover mercado” con lo que entre líneas entendí que si algún día decidía entrar en bolsa, tomase con pinzas las recomendaciones publicas de los grandes.
Para lo bueno y para lo malo de todo se aprende y el testimonio de mi amigo me sirvió para ver que en la actual crisis no solo está en riesgo el puesto de los peones de la construcción y los agentes inmobiliarios como pudo parecer al principio.
Y para terminar, el habitual resumen de prensa de un día muy calentito en los mercados:
- Pavor bursátil en Europa y Asia por los nuevos apuros de la banca europea
- Solbes: ‘Preocupa el rapidísimo incremento de la morosidad’
- Los Estados desatan la guerra de los depósitos
- Alemania salva al Hypo Real State y garantizará todos los depósitos
- Solbes rechaza “ayudar a los ciudadanos a pagar sus hipotecas”
- Consecuencias de la falta de liquidez: Una catedral brasileña aceptará limosna con tarjeta de crédito
Buena semana a todos.