La semana pasada conocimos la noticia de que el CEO del grupo Stellantis había dimitido, era el jefazo del conglomerado de marcas Abarth, Alfa Romeo, Chrysler, Citroën, Dodge, DS Automobiles, Fiat, Jeep, Lancia, Maserati, Opel, Peugeot, Ram, Vauxhall. Casi nada. Esta es una noticia que puede parecer anecdótica, pero cuando las cosas van bien, los CEOs no dimiten. En Europa, sus ventas se han desplomado un 27,1 % entre enero y octubre. Principalmente marcas de mucho peso para el grupo como Citroën (-45,6 %) y Fiat (-45,2 %).
Siguiente noticia, esta tiene poco más de un mes, es del 28 de octubre.
La dirección de Volkswagen planea cerrar al menos tres plantas, suprimir decenas de miles de puestos de trabajo y recortar también un 10% los salarios del personal restante. El fabricante alemán también pretende reducir el tamaño de todas las plantas restantes. Esto conllevará la externalización de muchas tareas y divisiones enteras a proveedores de servicios externos.
Se podría pensar que el comportamiento de los consumidores está cambiando, que los coches no están de moda. Podría ser pero me temo que las cosas no van por ahí.
Siguiente noticia, esta de la semana pasada.
China sigue dominando el mercado global de vehículos eléctricos (VE), alcanzando una participación del 76% en octubre, según datos de la Asociación de Automóviles de Pasajeros de China (CPCA). Este avance destaca la creciente demanda de este tipo de vehículos en el mercado doméstico, incluso frente a las barreras arancelarias impuestas por mercados occidentales que podrían limitar sus exportaciones.
Entre enero y octubre, las ventas globales de vehículos eléctricos alcanzaron 14,1 millones de unidades, de las cuales el 69% se vendieron en China. Este ritmo sitúa al país asiático como el principal motor de la transición hacia la movilidad eléctrica, superando incluso su cuota del 60% en los registros de nuevos VE en 2022, según la Agencia Internacional de Energía.
El dominio chino en este sector se concentra principalmente en los mercados de China, la Unión Europea (UE) y Estados Unidos (EE. UU.).
Mientras los aranceles frenan las exportaciones chinas hacia Occidente, otras regiones como Rusia están absorbiendo parte de esta producción. Las exportaciones de automóviles chinos a Rusia han crecido un 109% en los últimos dos años, según la CPCA. En contraste, los envíos hacia Estados Unidos han caído un 23% en el mismo período.
Por otro lado, empresas extranjeras como Tesla han logrado sacar provecho de los incentivos chinos. La marca estadounidense registró un aumento del 7% en sus ventas durante el tercer trimestre de este año, consolidando su posición como una de las favoritas del mercado chino.
El impulso de China en la industria de los vehículos eléctricos responde no solo a su estrategia de desarrollo económico, sino también a su compromiso con la transición ecológica. La movilidad eléctrica es ahora uno de los tres sectores prioritarios para el crecimiento futuro del país, junto con la inteligencia artificial y las energías renovables.
La industria automotriz es un pilar fundamental en la economía europea, representando aproximadamente el 7% del PIB de la Unión Europea. Además, este sector proporciona empleo a cerca de 14 millones de personas, lo que equivale al 6,1% del total de puestos de trabajo en la región. En España, la relevancia del sector es aún mayor, ya que su facturación conjunta (incluyendo fabricantes y componentes) alcanza el 10% del PIB nacional y representa el 18% de las exportaciones del país.
Seguro que esto lo arregla el parlamento europeo con alguna regulacion nueva.