Dice la fábula que Si echamos una rana en una olla con agua hirviendo esta salta inmediatamente hacia fuera y consigue escapar. En cambio si ponemos una olla con agua a temperatura ambiente y echamos una rana esta se queda tan pancha. Si a continuación empezamos a calentar el agua poco a poco, la rana no reacciona sino que se va acomodando a la temperatura hasta que pierde el sentido y, finalmente, muere achicharrada.
Esta fábula la podríamos trasladar a la economía de muchas maneras, desde recortes hasta subidas de impuestos pero quizás la que mejor la representaría sería la inflación, esa que subiendo la temperatura poco a poco, acaba derritiendo nuestros helados.
El otro día, en la cuenta de Twitter de “Yo fui a la EGB” publicaron este tuit.
#Aquellosveranos en los que por menos de 1.000 pts. (6€) te podías comprar toda la carta de helados.
A raiz de aquello, Marcos Antón (un gran tuitero) publicó lo siguiente
La inflación explicada con el Frigo pie
Quizás la mejor manera de demostrar (en verano) que la inflación es un monstruo que se come tus ahorros… y tus frigopies.