¿A qué juega Samsung?

por David Rubio

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No es una pregunta retórica, no sabemos muy bien cuál es la estrategia que está siguiendo Samsung durante los últimos meses, especialmente en su departamento de dispositivos móviles. Quizás ni en la propia sede en Seúl tengan claro hacia dónde va la compañía. Hay quien diría que están dando palos de ciego. Las últimas noticias no son halagüeñas y acentúan el tono decepcionante que ha sido habitual durante 2015.

Samsung planea reducir en un 10% el personal en departamentos como finanzas, recursos humanos y marketing. También se están diseñando estrategias para reducir el gasto durante 2016. Estos rumores no confirmados todavía por la compañía surcoreana serían la consecuencia de un año crítico.

Todo comienza con las críticas que recibió el Samsung Galaxy S5 entre parte de los usuarios. Incluso desde dentro de la compañía asiática, algunos directivos rechazaron el diseño del terminal, especialmente su parte trasera, apodada “tirita”. Las ventas no fueron mal, pero comenzó la tendencia a la baja del flagship de la firma.

Samsung necesitaba un cambio de tendencia para su siguiente buque insignia. El éxito del iPhone 6, el gran rival, fue otro elemento extra de presión para Samsung Devices. Decidieron apostar por un doble lanzamiento: Galaxy S6 y Galaxy S6 Edge.

La prensa especializada abrazó los nuevos terminales Samsung como lo mejor del mercado a nivel de prestaciones. Pero poco importa tener el mejor móvil del mundo, si no consigues venderlo bien. Durante estos meses tras su lanzamiento, el Galaxy S6 no ha respondido como se esperaba. Curiosamente, el S6 Edge sí ha despertado más interés. En este sentido, Samsung se equivocó en sus previsiones.

Consideraron que las ventas del S6 Edge estarían en torno a un tercio del S6, pero corrieron paralelas en los primeros meses. Así Samsung no dispuso de las unidades necesarias para hacer frente a la demanda del smartphone de bordes curvos. Error que ha tratado de subsanar en las últimas semanas.

De hecho, la firma surcoreana ha sacado, tal vez de forma precipitada, un nuevo modelo Edge, apodado Edge+, con una pantalla más grande. Este lanzamiento se ha solapado al del Galaxy Note 5, la nueva edición del legendario phablet de la compañía. ¿Qué sentido tienen solapar dos lanzamientos tan importantes? Ambos teléfonos comparten casi todas las especificaciones. Podría decirse que su única diferencia reside en que el Edge tiene los bordes curvos.

El Galaxy Note es la gama más popular de teléfonos de la empresa asiática. Fueron pioneros en poner en el mercado un smartphone de gran pantalla. Fue el phablet más exitoso durante años. Pero Samsung parece haberle dado una estocada a su propio invento ocultando su llegada al mercado con el lanzamiento de otro phablet de características muy similares: el Edge+. Difícil de entender.

Todo estas sorprendentes estrategias pueden deberse a una cierta inquietud en la cúpula directiva de Samsung. Las ventas de smartphones están cayendo, y Samsung es una de las principales afectadas.

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Como vemos en el gráfico, las ventas durante el segundo trimestre de 2015 han sido menores, pasando de una cuota de mercado de 26.2% durante el segundo trimestre de 2014 a un 21.9% durante el mismo periodo de este año. Paralelamente, Apple ha crecido, amparado en el éxito de su iPhone 6. La desaceleración económica china también parece haber perjudicado a todo el sector. Y Samsung ha caído por detrás de Huawei y Xiaomi.

¿Cómo puede Samsung solventar su crisis? La firma surcoreana lleva tiempo trabajando en Tizen, un sistema operativo propio también aplicado a otros aparatos del ecosistema Samsung, como los televisores. Quiere dejar atrás Android, al que ya considera una rémora. Apple es el espejo en este sentido. La firma de Cupertino se basa en iOS para marcar diferencias.

Así mismo, la firma surcoreana trata de adelantarse a la competencia en otros  áreas de futuro: wearables, realidad virtual, internet de las cosas… Hace bien Samsung en prepararse para el futuro, pero ninguna de las áreas citadas tiene una repercusión comercial comparable a los smartphones.

Mientras Apple prepara la salida al mercado de su iPhone 6s, en Samsung contienen el aliento esperando buenas noticias sobre el impacto del Galaxy Note 5 el Edge+.

1 comenta

Anónimo 16 septiembre 2015 - 2:13 PM

Un amigo ha pasado del iPhone 4s al Edge. Estaba esperando al iPhone 6s pero le convencieron y está muy contento con el cambio.

La verdad es que no le veo mucho sentido gastarse tantísimo dinero en un móvil, salvo que lo necesites de verdad.

Conozco a un comercial que hace toda clase de proyectos, presupuestos y demás ayudandose de su iPhone, y le saca un partido que ya quisieran muchos, el resto de los que se compran estos móviles de alta gama creo que lo hcen más para “fardar” que para otra cosa…

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