Reflexiones de un millonario excéntrico
Si hay una persona que representa el sueño americano (y por qué no, el de cualquiera) posiblemente sea Mark Cuban, resumiendo su historia sería la siguiente. En 1998 funda la compañia broadcast.com y un año después la vende a Yahoo! por 5.900 millones de dólares. Como se huele que lo de las .com es una burbuja, coge el dinero y lo diversifica en varios negocios.
¿Y qué hace con tanta pasta?. Se compra una mansión con jardín de 8.000 metros cuadrados en Dallas, adquiere por Ebay un Jet (Gulfstream V, la venta online más grande de la historia) y se hace con la mayoría de las acciones del equipo de la NBA de su ciudad natal (Dallas Mavericks, por entonces los últimos) por 258 millones de dólares para hacerlos vencedores de la liga el año pasado.
Como además de dinero le sobra tiempo, se dedica a hacer algunas apariciones en televisión y cine, como por ejemplo, haciendo de él mismo, en la séptima temporada de El Séquito o en los Simpsons
Además de esto tiene un blog interesante, del cual rescato dos artículos, primero uno con consejos para hacerte rico. Os lo resumo muy brevemente.
¿Qué debería hacer para hacerse rico?
La respuesta es ahorrar. Ahorre todo el dinero que pueda, hasta el último céntimo. En lugar de café, beba agua; en vez de ir al McDonald’s, cocine un plato de pasta. Destruya sus tarjetas de crédito: si utiliza una tarjeta de crédito, es porque no quiere ser rico. El primer paso para hacerse rico requiere tener disciplina. Si realmente quiere ser rico, tendrá que encontrar la manera de ser disciplinado.
El primer paso para hacerse rico es tener dinero en efectivo disponible. El dinero en efectivo es el elemento más importante para quienes desean ser ricos.
La segunda regla para hacerse rico es ponerse las pilas. Invierta su tiempo en sí mismo y aprenda sobre la industria de lo que más le guste hacer. No importa lo que sea. Sea cual sea su hobby, interés o pasión, busque el que más le guste y consiga un trabajo en esa industria.
Cada día antes o después del trabajo, y durante los fines de semana, lea todo lo que pueda sobre el negocio. No es un proyecto a corto plazo. No estamos hablando de días, ni de meses. Estamos hablando de años, y quizá hasta de décadas.
Después, deberá esperar a que lleguen tiempos de cambio e incertidumbre en su negocio. El momento llegará. En una época de decadencia es cuando la gente rica inició su camino hacia la riqueza.
Sabrá que el momento ha llegado porque conocerá su negocio a la perfección. Estará preparado porque habrá estado ahorrando para momentos como este.
Con el cambio y la incertidumbre presente en los mercados financieros, hay personas que ahora mismo están ganando más dinero del que hayan soñado. Son los que estuvieron observando el mercado inmobiliario y la economía que lo sustenta, y entendiendo lo que realmente estaba sucediendo. Ellos son los que comprendieron las complejidades de los mercados de crédito. Cuando todo el mundo seguía a la manada, ellos siguieron ahorrando y evitaron la tentación del pensamiento de grupo.
La prosperidad y la decadencia suceden en todos los sectores. La cuestión es tener la disciplina para estar listo cuando le pase a usted.
Pero hoy no quería centrarme en ese artículo si no en otro más reciente en el que reflexiona sobre Wall Street.
¿En qué negocio está Wall Street?
Su principal negocio ya no es crear capital para negocios. Crear capital para negocios debe ser menos del 1 por ciento del volumen en Wall Street durante cualquier periodo determinado. (Tendría curiosidad si alguien supiese qué porcentaje de transacciones devuelven dinero realmente a una empresa por cualquier motivo). No me sorprendería que incluso en este entorno en que fluye más dinero de las empresas al mercado en forma de readquisiciones, después fluyese a las empresas en forma de valores.
Lo que yo creo que es importante para este país hacer que Wall Street vuelva al negocio de crear capital para los negocios. Bien sea mediante una utilización de impuestos sobre las comercializaciones, o cambiando la estructura de impuestos sobre la ganancia de capital, de modo que no haya impuestos sobre la ganancia de capital para los valores de bolsa (de empresas públicas o privadas) durante 5 años o más, y que no se paguen impuestos sobre dividendos a los accionistas que mantengan las acciones de la empresa durante más de 5 años. Aunque necesitamos hacerlo, necesitamos que el dinero inteligente en Wall Street vuelva a pensar en modos de usar su capital para ayudar a la creación y crecimiento de empresas. Eso es lo que creará empleo. Ahí es donde encontraremos el punto que hará que acelere de nuevo la economía mundial. No lo conseguirán los brokers de bolsa que intentan sabotear el sistema financiero por sólo unos céntimos por negocio.
Y las soluciones tampoco vendrán de mano de los burócratas intentando evitar que los especuladores saboteen el sistema. La única certeza que surge de la entrada de los burócratas es la ley de las consecuencias no intencionadas que nos golpearán a todos en la cabeza y que los especuladores/saboteadores encuentren nuevos modos de explotar el sistema que les hagan ganar mucho dinero e incluso más dinero para las grandes instituciones que desarrollan productos para las otras instituciones desesperadas por participar en el juego.
Los reguladores tienen que empezar a reconocer que los agentes no son inversores, ni los inversores agentes, y tratarlos de manera diferente. Diferentes regulaciones. Diferente estructura de impuestos. Diferentes visiones. Los inversores individuales y los fondos que solamente invierten en valores y acciones no van a hundir el mercado. Los grandes especuladores que siempre están aprovechando y maximizando el número de transacciones fraudulentas, siempre van a poner al sistema en riesgo. Tenemos que reconocer que no sirven de mucho, salvo para añadir un riesgo sustancial a la economía global. Que su valor declarado de añadir liquidez no compensa ni a la economía de los Estados Unidos ni a la economía mundial en comparación del riesgo de colapso que introducen en el sistema.
Wall Street, como un todo, necesita estar en el negocio de crear capital para las empresas y vender acciones a inversores que creen que son accionistas. El Gobierno necesita crear incentivos para este negocio y extraer compensación de los agentes de especuladores/saboteadores por el nivel de riesgo de fallo sistemático que ellos introducen en el mercado.
Habrá otra caída, porque hay demasiados agentes buscando el premio gordo. No pueden ganar todos, sin embargo, ¿cuántos cree que lo arriesgarán todo, incluso lo que no es suyo, por una oportunidad remota de conseguir el gran premio? Dicho de otro modo, en toda comercialización, hay un peligro de moral cero implícito. Así que, ¿por qué no van a arriesgar todo lo posible?
¿Qué opináis de esta reflexión de Mark? ¿Creéis la bolsa ha perdido la función por la que nació? ¿Deberían tratarse de distinta manera las inversiones a largo plazo de las meramente especulativas?
Escrito por Carlos Lopez el 7 de septiembre de 2011 con
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