La bolsa en octubre ha cumplido el guión de volatilidad esperado aunque tras las caídas del 1º de octubre muchos creyeron que se repetiría lo del año pasado y que iba a ser un mes en rojo. Todavía puede ocurrir pero lo cierto es que una rápida reacción iniciada hace dos jueves y acelerada en las dos primeras sesiones de esta semana ha llevado a, por ejemplo, máximos anuales del índice bursátil alemán. Lo curioso es que esto ha ocurrido cuando estamos en máximos anuales de pesimismo económico y cuando más datos reales hay (de hecho hay pocas dudas sobre que el PIB trimestral germano será negativo) para serlo.
Se puede argumentar estacionalidad favorables (al fin y al cabo, como he repetido muchas veces, estamos en el trimestre más favorable del año por estadística), el supuesto principio de acuerdo entre los EUA y China (aunque han tenido mucha mejor reacción los índices eurozoneros que Wall Street, algo bastante raro los últimos años) y el rumor –confirmado a falta de lo que decida el Parlamento mañana- de un acuerdo (en realidad difiere muy poco del que negociaron durante más de dos años May y la UE) para un Bréxit ordenado o una solicitud de prórroga (aunque el movimiento bursátil fue anterior a esto y tampoco es seguro y encima implica que Escocia haya solicitado un nuevo referéndum de salida del Reino Unido)… Motivos a toro pasado puede haber muchos pero es realmente curioso que sin un solo resultado del sector y sin ninguna noticia relacionada con ellos, sean los bancos españoles de los que más están subiendo en bolsa.
Años llevo desaconsejando invertir en el sector financiero contra todo el grueso de la industria y a mediados de este año, justo cuando el consenso decía que los bancos no tenían valor añadido porque –según ellos- los bajos tipos de interés les impedían ganar dinero, yo he empezado a aconsejarlos, y las últimas semanas con más fuerza. Los argumentos ya los di: son empresas que ganan mucho dinero, que compensan de sobra su caída en márgenes con más comisiones, reducciones de costes y ganancias por las carteras de renta fija… y que están cotizando a precios tan ridículos tras tantas bajadas que son candidatos perfectos para operaciones corporativas. No hace ni dos viernes que hablé de 2 valores (Unicaja y Liberbank –por cierto, han subido en estas 9 sesiones un 15% y un 11% respectivamente-) que, ganando dinero, no dejaban de hacer perder a sus accionistas mientras hay empresas que lo pierden o que están al borde de la quiebra que este año están en positivo.
El análisis value poco importa ya (de hecho sus gestores estrella están atravesando una crisis de resultados, hasta Buffet está siendo criticado porque tiene “demasiado” porcentaje de sus inversiones en liquidez y está dejando de ganar mucho por ello) y nos encontramos con valores claramente hinchados, con una previsión de beneficios muy exagerada ya que es lo único que puede justificar sus cotizaciones (hablo por ejemplo de Amazon con un PER de 74 cuando por ejemplo Apple –en máximos históricos- lo tiene de 20) mientras otros con resultados positivos actuales se ven castigados por unas previsiones de lo más agoreras. Sí, la bolsa cotiza sobre todo expectativas pero ante un mercado inundado de liquidez (único motivo real por el que sube a pesar del frenazo económico global) pero cotizando en niveles objetivamente caros, llega el momento de discriminar y empezar a huir de previsiones demasiado optimistas (al fin y al cabo la desaceleración ya es un hecho, no una previsión) y elegir acciones que ganen dinero y encima coticen “barato”, por eso –y porque creo los principales gestores nacionales van a hacer lo que puedan para que cierren el año más arriba ya que están presentes en todos los fondos- me fijé en los bancos españoles y no parece que vayan mal. Y sobre todo que si les da por subir su recorrido es enorme:
Sigo creyendo que hasta final de año se puede seguir arriesgando estando invertido en bolsa (Europa está subiendo sin nuevos máximos históricos de Wall Street que creo no tardarán en llegar) pero hay que asegurarse beneficios: por ejemplo en el caso del Ibex pienso que una vuelta a los 9000 sería señal de deshacer posiciones (significaría que esto ha sido un calentón y que está más débil de lo que parece) y en el caso de las acciones del sector financiero, si empiezan a salir resultados (de igual si los consideran buenos o malos, eso es muy subjetivo porque los resultados bancarios españoles del segundo semestre fueron –a mi juicio- positivos y los machacaron en bolsa hasta mediados de agosto) y el mercado reacciona mal, entonces prudencia. Por lo demás, la inestabilidad política española –como ya apuntamos el viernes pasado- no reduce ni un ápice el ánimo de los inversores ni en renta fija ni en renta variable nacional, esperemos que tampoco tenga consecuencias económicas porque es una situación que parece que va para largo.
Links.
- Una breve explicación de cómo se realiza la EPA
- Por qué necesitamos más economistas | by Roger E.A. Farmer
- Alemania versus el BCE | by Hans-Helmut Kotz
- Historiasdelabolsa: el 11S
- La primavera de IA que se aproxima | by James Manyika & Jacques Bughin
- Cómo China puede alcanzar su objetivo centenario | by Zhang Jun
- Situación España. Cuarto trimestre 2019 – BBVA Research
- El fantasma de la crisis inevitable