En el capítulo 16 de la segunda temporada de Futurama el profesor Hubert Farnsworth muestra dos grandes inventos, primero un alargador de dedo, que sirve como mando a distancia y después la máquina del “Y si…” una máquina que es capaz de mostrar en una pantalla lo que podría ocurrir si se cumpliera la condición que alguien plantee.
Así que hoy como es Viernes, estamos cerca de las vacaciones de Semana Santa y Trichet nos bajó los tipos ayer, me gustaría que entre todos pongamos en funcionamiento esta máquina con la siguiente pregunta ¿Y si empleásemos el modelo sueco para salir de la crisis?.
Suena bien ¿verdad?. “El modelo sueco”, bueno, la verdad es que me sonaría mejor “La modelo sueca” pero me temo que hablamos de otra cosa. Veamos más en profundidad como salieron ellos de hoyo en el 92, año en el que explotó su burbuja inmobiliaria (entre 1990 y 1995 los precios de la vivienda bajaron un 25%), los préstamos morosos alcanzaron un ratio del 11% y el paro se cuadruplicó. Para ello, rescato este artículo del NY Times que se encuentra traducido en este blog del cual os pego unos trozos.
Suecia siguió una senda distinta a la que nos propone el tesoro de los Estados Unidos. Y los funcionarios suecos afirman que hay lecciones de su propia pesadilla que Washington no debería perderse. Suecia, no pagó la fianza a sus instituciones financieras haciendo que el gobierno se hiciera cargo de las mala deudas. Exprimió litros de sangre a los accionistas bancarios antes de ponerse a firmar chques. Los bancos, tuvieron que anotarse las pérdidas y ofrecer avales al gobierno.
Después de una serie de bancarrotas bancarias y soluciones elaboradas ad hoc, el momento de la verdad llegó en septiembre de 1992, cuando el gobierno del primer ministro Carl Bildt decidió que había llegado la hora de despejar los despachos. Apoyados hombro con hombro por la oposición de centro-izquiera, el gobierno conservador del señor Buldt anunció que el estado sueco garantizaría todos los depósitos bancarios y créditos de los 114 bancos nacionales. Suecia, fundó una nueva agencia destinada a supervisar a las instituciones que necesitaban recapitalización, y otra más para vender los activos (principalmente propiedades) que los bancos conservaban como garantías.
“Lo único que contuvo la avalancha fue la esperanza en que el sistema estaba respaldado”, comentó Leif Pagrotzky, veterano miembro de la oposición en aquellos tiempos. “En público aparecíamos siempre unidos al 100%, pero fuera de escena luchábamos”.
Hasta aquí todo bien, casi utópico. Los bancos pagan sus errores y el gobierno y oposición trabajan juntos por salir de la crisis. Pero nos encontramos con que al final quien paga los platos rotos es su moneda, la corona sueca. Veamos que hizo el gobierno para rescatarlo, para ello miramos una noticia del País de aquel año: Suecia sube el precio del dinero a la cifra récord del 500%.
El banco central de Suecia (Riksbanken) decidió ayer, en una decisión sin precedentes, elevar el tipo de interés marginal (el que utiliza para prestar a los bancos en el corto plazo) al 500%. El nuevo tipo tendrá validez a partir de hoy.
Como véis, el salir de una crisis no es gratuíto y requiere de un esfuerzo por parte de los ciudadanos. Da la impresión de que se quiere salir de la actual simplemente imprimiendo billetes, ayudando al sector bancario y sedando a la ciudadanía. ¿Y si hiciésemos como los suecos pese a que nos costase mucho sufrimiento y trabajo durante un par de años? ¿Seríamos capaces de salir de esta, con nuestro sacrificio? ¿Estamos dispuesto a ello?.