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julio 2010
“Acaso ningún otro país, excepto Turquía, es tan poco conocido y tan mal juzgado por el resto de Europa como lo es España.”
Ignoro si entonces tenía razón pero sí que parece que esta frase tiene vigencia, aunque lo cierto es que en numerosas ocasiones somos nosotros mismos los culpables de que esto pase. ¿Cómo entender entonces que hace un mes varios medios nacionales preconizaran la quiebra de España o que nuestras autoridades se empeñen en hacer un stress test a nuestra banca diferente al del resto (mientras otros países han elegido las entidades a “testear” –el 65%- aquí las hemos incluido casi todas -95%-), en el que incluimos una caja intervenida –Cajasur- y varios grupos de cajas que aún se están consolidando y encima pretendan que el resultado vaya a ser positivo? Por no hablar de cómo un periódico afín al gobierno sabía los resultados –y los publicaba- horas antes de ser públicos… En fin, que por dejar en buen lugar a la banca mediana –tan criticada por la prensa económica extranjera- se ha mancillado el nombre de todo el sector de cajas de ahorros. Por suerte, aunque los mercados dudaron durante toda la mañana del lunes, al final –gracias al apoyo de Wall Street- parece que la reacción fue positiva.
En resumen, los “stress test” a la banca han determinado que en el peor escenario posible España con una inyección de 2 mil millones de euros tendría un sistema financiero sin problemas, y que en el resto de Europa -salvo un banco alemán ya nacionalizado y uno griego, menos de mil millones- todos los bancos están preparados para ser solventes aunque baje la bolsa, se contraiga el PIB, suba el paro y se deteriore la cartera de deuda pública. Creo que con lo dicho queda claro que el sentido común nos avisa de que algo no cuadra. ¿Por qué si la situación es óptima la banca europea incrementa más de lo previsto sus restricciones a la concesión de préstamos ?
En realidad no cuadran muchas cosas pero básicamente es en lo referente a la deuda pública: las pruebas sólo contemplan el impacto del riesgo asumido por los bancos en deuda soberana sobre su cartera de negociación pero no en su cartera de inversión. Ya expliqué una vez la enorme diferencia entre ambas, ya que en la de inversión las posiciones en principio se dejan a vencimiento y suelen dar beneficios ficticios ya que se revalúan por el coste de mantenerlas (en general el 1% que se debe pagar a BCE para cambiarlas por liquidez) en lugar de cómo está el precio del activo en cuestión por lo que muchos bancos colocan en dicha cartera las posiciones en las que más dinero pierden, ya que pasan de ser perdedoras (por ejemplo un bono griego comprado al 6% que ahora está al 8%) a ganadoras (comprado al 6%, financiado al 1%).
Según Citigroup, si se tuviera en cuenta la cartera de inversión 24 de las 91 entidades analizadas no alcanzarían el ratio de Tier 1 mínimo exigido del 6%: “ Suspenderían diez cajas de ahorros y dos pequeños bancos españoles, siete bancos griegos y chipriotas, tres bancos regionales alemanes, un banco italiano y otro irlandés”. Para colmo, en el peor de los escenarios, los test han calculado pérdidas del 23,1% en la deuda de Grecia porque –como ya avisamos hace un par de semanas- no se han atrevido a contemplar la posibilidad de una quiebra dentro de la €zona, otro error muy grave ya que contradice la versión de “en el peor de los casos”. Otras críticas sin embargo creo han sido injustas, por ejemplo los que dicen que incluir el dinero del FROB es un “artificio contable de Salgado”. ¿Debería entonces ING restar de su capital los 10 mil que el gobierno holandés le inyectó a finales de 2008, qué haríamos con Barclays –por cierto el de mejor Tier1 en el escenario más severo- si no tuviéramos en cuenta las ayudas públicas? Es evidente que muchas entidades no hubieran sobrevivido en esta crisis sin el apoyo estatal (dinero, avales, compra de activos, relajaciones contables etc.) pero si el sistema financiero del resto de Europa lleva recibiendo capital público mucho más tiempo –y en más cantidad- que el nuestro, no tiene sentido despotricar contra los que han acudido al FROB. Al fin y al cabo, lo más probable es que ese dinero se devuelva con participaciones por lo que es el equivalente español a la entrada de los EUA en el capital del Citibank o del Reino Unido en el de lloyds.
Y tanta preocupación por la solvencia ha provocado que no se hable de la rentabilidad. Los cálculos del CEBS apuntan a que el deterioro de activos del conjunto de la banca europea sería de unos 566.000 millones de euros en el peor escenario contemplado. El margen de explotación generado en esas circunstancias no sería suficiente para absorber tales pérdidas. El resultado global es que las 91 entidades analizadas sufrirían pérdidas (o deterioro) antes de impuestos por un importe agregado de 57.000 millones de euros. ¿Cuál sería la reacción en la CONFIANZA ante un sistema financiero que no da beneficios? Esta semana se ha conocido que a finales de 2009 el 40% de las cotizadas en la bolsa española estaba en manos de no residentes, si la tensión “antiespañola” que hemos vivido entre marzo y junio se hubiera prolongado, ¿Cuántos hubieran deshecho posiciones? De hecho, ¿Cuántos deshicieron? Y movimientos bruscos de salidas de capital de un país hemos visto varios en esta crisis. Eso no se ha contemplado, y como además todo en economía se basa en expectativas, dudo mucho que si el escenario más complicado se da, los parámetros actuales sirvan de mucho. Lo que hay que pensar es si realmente esos supuestos a nivel europeo-global podrían darse ya que parecen muy lejanos pero no olvidemos las cifras negativas de PIB y de aumento del paro y de subida del riesgo país…de 2009, de hace pocos meses. Si se dieran en el segundo semestre de 2010 o en 2011 ya habríamos superado con creces la peor previsión. Por suerte, parece que hemos dejado de empeorar, al menos en Europa, pero, ¿Podremos sostenernos con los EUA deteriorándose de nuevo?
Los objetos en el espejo retrovisor están más cerca de lo que parecen.
Este es el mensaje de aviso que aparece en todos los espejos retrovisores en los coches americanos y es algo que hay que tener en cuenta, veamos si no, este fotograma de la película “Parque Jurásico”. Gracias a este aviso, sabemos que el hambriento Tiranosaurio Rex que nos persigue a toda velocidad está más cerca de lo que aparenta.
Como los americanos son muy competitivos, algunos cambian el mensaje por este, y razón no les falta.
En la economía tenemos otro espejo que debería tener algún mensaje de aviso, hablamos de la bolsa. Siempre se dice que la bolsa es el espejo de la economía, podría serlo al igual que el trozo de papel de aluminio de un bocadillo es el fiel reflejo de la realidad.
Los mercados son en realidad un espejo de las empresas que representan y del comportamiento de la gente que compra y vende acciones. Siempre se ha asumido que la bolsa es un buen termómetro de la economía, y prueba de ello es que ha predicho correctamente 9 de las últimas 15 recesiones, claro que dicho de otra manera ha fallado en 6 de las últimas 15 veces. No olvidemos que el pulpo Paul, acertó 7 de 7, por tanto estamos tomando como dogma a algo que falla en un 40% de las ocasiones en vez de un pulpo que acierta el 100%.
A veces, las acciones se disparan cuando la economía se va a pique (en 1975, por ejemplo) o bajan cuando sube la economía (como en el mercado de valores de China, la bolsa de Shanghai, en el último año). En otras ocasiones, las acciones han seguido o incluso previsto la fortaleza económica de una nación – pero eso sucedió en una época en la había una fuerte relación entre las empresas que cotizan y el país en el que se negocia (empresas estadounidenses en el New York Stock Exchange, las compañías británicas en Londres). Durante muchos años, las empresas estadounidenses hicieron la mayoría de sus negocios en los EE.UU, por lo que de alguna manera se podía esperar que si sus resultados iban bien, su país también.
Pero con la llegada de la globalización las cosas han cambiado mucho, las empresas del SP 500 ahora hacen alrededor de la mitad de sus ventas fuera de los EE.UU. Empresas de tecnología o industriales como 3M, Hewlett-Packard e Intel tienen alrededor de dos tercios de sus ventas fuera de los EE.UU. Esto significa que incluso si la economía de EE.UU se va al garete, pueden diversificarse en otros mercados para mantener su crecimiento. Lo mismo podría decirse de grandes empresas internacionales como Telefónica, el Santander, Siemens, Philips o una empresa coreana como Samsung.
Que lejos ha quedado ese “What is good for GM is good for America” (“lo que es bueno para GM es bueno para los EEUU”) que dijo Charlie Wilson, presidente de General Motors(GM) en 1955. Ahora la única realidad es que lo que es bueno para GM es bueno para GM ya que tanto la mayor parte de sus clientes como la mayor parte de sus trabajadores y proveedores se encuentran fuera del país de origen.
Así que la próxima vez veáis, por ejemplo, que Apple ha incrementado sus ventas un 20% no olvidemos que la mayor parte de sus componentes se fabrican en China (Foxconn) y sus productos se venden por todo el mundo, por tanto lo que es bueno para Apple seguramente no lo sea para EEUU, lo es para sus accionistas que están repartidos en fondos de inversión alrededor del globo.
Ahí dónde veis ese chiste sacado de El Mundo tiene ya casi 3 años y sigue todavía de total actualidad. Así que en este entorno tan “seco” lo que no mata, fortalece y al igual que las sequías nos ayudan a entender el valor del agua, esta crisis no ha hecho ver el valor del dinero así como la necesidad de gestionarlo bien. A mucha gente le cuesta reconocer que las restrictivas normas de crédito hayan servido en realidad para beneficiar a muchos pequeños negocios en varios sentidos.
Estas son algunas razones por las que un crédito más estricto ha favorecido a algunas empresas (y en cierto sentido, también a las familias y porque no los gobiernos):
No hay efectivo, no hay gasto
Muchas empresas pequeñas han tenido tal facilidad en sus comienzos para acceder al crédito que nunca han tenido que adoptar buenas decisiones sobre sus gastos. Como niños malcriados, los propietarios de empresas pequeñas, nunca han tenido que adoptar decisiones difíciles sobre sus gastos. Si los propietarios de estas empresas querían algo, lo compraban sin preguntas.
La falta de crédito, sin embargo, ha forzado a muchos propietarios de empresas pequeñas a volver al pensamiento de generaciones anteriores: «si no tengo el efectivo para comprarlo, simplemente no puedo comprarlo.»
El 5 de Marzo de 2009, el gobierno índio en su intención de tener una moneda con fuerte presencia en los mercados internacionales, anunció un concurso para crear el símbolo de su moneda, la rupia. El diseño debía transmitir la personalidad y cultura de su país. Estos son algunos de los finalistas.
El pasado 15 de julio se aprobó el símbolo definitivo, siendo una fusión de la letra latina ‘R’ con la antigua Ra devanagari y dos líneas paralelas en alusión a la bandera tricolor del país así como su intención de reducir los desequilibrios económicos.
Así que hoy hablaremos de dónde vienen los nombres y símbolos de las monedas, tal y como contaban el otro día en Slate.
Tiene su lógica, que el símbolo de una moneda llamada “Rupia” sea algo como una R, al igual que la del Euro algo parecido a una E, entonces ¿Dónde está la “S” del dólar”?. Paradójicamente, la moneda más importante es la que tiene una historia menos clara. El $ viene del español. A finales del siglo XVIII, los comerciantes de las colonias británicas de Norteamérica utilizaban en sus transacciones dos monedas principalmente: la libra británica y el dólar español. Cuando los Estados Unidos adoptaron su propia divisa en 1785, utilizó el dinero español como modelo, un deliberado «jódete» a los británicos. Los eruditos han teorizado desde entonces que el signo $ evolucionó de una abreviatura de peso: el plural pesos era ‘ps,’ que finalmente se convirtió en ‘ps,’ y después simplemente en una ‘S’ con un simple trazo para indicar la ‘p.’ El primer ejemplo del símbolo $ surgió en una carta escrita por un comerciante, Oliver Pollock, en 1778. Pollock también utiliza la abreviatura ‘ps,’ convirtiendo a la carta en un puente entre las dos. La variante de la doble línea que atraviesa la S es menos fácilmente explicable. Algunas personas creen que representa los pilares gemelos de Gibraltar que aparecen en el escudo de armas español. Otros dicen que es la representación taquigráfica de la letra ‘U’ superpuesta sobre la letra ‘S’, de U.S. (EE.UU. en sus siglas en inglés).
Otros símbolos monetarios tienen orígenes más obvios. El signo de la libra británica, £, evolucionó de la palabra latina libra, que significa escalas, ya que la libra británica valía originariamente exactamente una libra de plata pura.
Muchos creen que el dinero lo crean los bancos centrales pero en realidad la multiplicidad del dinero es generada por el sistema financiero. Veamos por qué:
Yo ingreso 1000 euros en mi caja de ahorros. El banco destina a reservas el 2% de ese capital (20€) y destina el resto a 3 préstamos:
- 380€ son destinadas a Pepe, que compra un billete de avión a Iberia. Iberia compra con ese dinero unos pañuelos para las azafatas, la empresa que vende los pañuelos ingresa el dinero en su banco. En el banco destinan de los 380€ un 2% a reservas (7.6€) y el resto lo prestan curiosamente a alguien que se lo gasta en un billete de avión de Spanair.-..etc. etc.
- 300€ se los lleva Pepa, que compra en Ebay un disco a alguien del Perú que a su vez con ese dinero compra on-line un móvil Nokia por lo que los euros vuelven a Europa. Nokia los ingresa en el banco, que se queda con un 2% en reservas etc. etc.
- 300€ los utiliza otro cliente que se los gasta en unas nuevas ruedas, el vendedor de los neumáticos se gasta el dinero en el supermercado que finalmente los ingresa en su caja rural etc. etc.
Es decir, el sistema financiero convierte los 1000 euros reales en una cantidad muy superior que origina una interacción económica muy beneficiosa. Es lo que se llama el multiplicador monetario. Hay fórmulas para calcularlo pero lo que me interesa resaltar es que las matemáticas por sí mismas no sirven de nada sin tener en cuenta el contexto. En épocas de bonanza esos mil euros pueden convertirse fácilmente en 50 mil, en épocas de crisis mucho menos y en una crisis de solvencia del sistema financiero como la actual puede que todo el dinero se paralice en el banco y no circule… En cualquier caso, es labor del Banco Central vigilar el multiplicador monetario para ampliar o reducir la oferta monetaria e incluso aumentar o reducir el coeficiente de caja, y así evitar un sobrecalentamiento o un enfriamiento de la economía. La actual crisis es tan grave y tan única que la masiva inyección de liquidez que otras veces había funcionado no ha servido para aumentar lo suficiente el multiplicador monetario, lo que da la razón una vez más a los que dicen que la economía es un estado de ánimo. De hecho, de poco sirve el multiplicador monetario si hay dinero guardado debajo de un colchón.
Todo esto lo he sacado a colación para que entendamos el impacto colosal en la economía real que supone que un solo banco quiebre y porque la reforma financiera, no lo debemos olvidar, reducirá el multiplicador monetario: el coeficiente de caja se verá ampliado por mayores exigencias de liquidez -y los aumentos de aportaciones al FGD- y la circulación reducida por una menor aversión al riesgo, lo digo porque muchos insisten en que la solución a la crisis es simplemente que gastemos y movamos el dinero y esto es una zancadilla a esa “solución”, por lo que muchas veces se cae en la contradicción –Krugman es el mayor ejemplo- de insistir en ambas cosas cuando una torpedea a la otra: si una reforma financiera limita la capacidad de mover dinero del banco, habrá menos dinero en el sistema lo que repercutirá en el gasto.
Pocas propuestas recibí para la reforma del sistema financiero por lo que me es fácil resumirlas: