Ojo que los hipotecados europeos podrían llevarse una alegría antes de tiempo

por Carlos Lopez

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En la carrera de ajustes monetarios entre Estados Unidos y Europa, estamos presenciando un interesante cambio de roles. Estados Unidos, que tradicionalmente ha sido pionero en endurecer su política monetaria, ahora podría tardar más en suavizarla, moviéndose con una cautela notable. Recientemente, los mercados han comenzado a prever este escenario, que el think tank Oxford Economics ha analizado profundamente. Según sus previsiones, Europa podría empezar a reducir los tipos de interés en primavera, mientras que Estados Unidos esperaría hasta septiembre, marcando una notable diferencia de seis meses. Sin duda un alivio para los hipotecados europeos. Esta divergencia se atribuye a las distintas trayectorias de inflación y crecimiento económico en ambos continentes.

En una inversión de tendencias, los países de la zona euro podrían adelantarse a Estados Unidos, una superpotencia que había sido líder en la actual fase de incremento de los tipos de interés desde marzo de 2022. Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) comenzó a subir sus tasas solo en julio del mismo año. Según Oxford Economics, el ciclo de aumento de la Reserva Federal (Fed) de EE. UU. duraría 30 meses, mientras que el del BCE sería de apenas 20.

Actualmente, el mercado europeo ya no anticipa más subidas de tasas, una tendencia que todavía no se percibe tan claramente en Estados Unidos. El informe de Oxford Economics sugiere que el entorno económico más suave y la expectativa de una caída continua en la inflación permitirán a los bancos centrales de las economías avanzadas comenzar a recortar los tipos en la segunda mitad de 2024, aunque con diferentes velocidades.

Esta “divergencia” en la velocidad de los recortes de tipos será una característica distintiva en las políticas monetarias de Europa y Estados Unidos a corto y medio plazo. Se espera que el BCE reduzca su tipo de facilidad de depósito al 3% en 2025, en comparación con el 4% actual. Por otro lado, el equivalente en Estados Unidos podría alcanzar el 5%, incluso con un ligero repunte a principios de ese año.

Sin embargo, Oxford Economics opina que estas proyecciones se quedan cortas, especialmente para la eurozona. Aunque los mercados han comenzado a aceptar la idea de que la baja inflación en Europa permitirá al BCE recortar los tipos más pronto y agresivamente, Oxford Economics anticipa un recorte aún más marcado de lo previsto.

La perspectiva no solo contempla una primera bajada en marzo, sino también una serie de cinco recortes consecutivos hasta otoño, seguidos de otros cinco hasta mediados de 2025. Para entonces, el tipo de depósito podría situarse por debajo del 2%, algo no visto desde principios de 2023. Estos recortes no serán tan rápidos como los aumentos recientes, pero sí mucho más agresivos que los previstos por la Fed y el Banco de Inglaterra, si se cumplen las previsiones de Oxford Economics.

El mayor dinamismo económico en Estados Unidos y la diferente evolución de los precios explican esta brecha. Mientras en Europa la inflación ha sido principalmente de origen, sensible a la disminución de los precios de la energía, Estados Unidos enfrenta un escenario diferente. La inflación en la eurozona ya ha caído al 2,9%, menos de un tercio de lo que era hace un año, y se espera que continúe disminuyendo en los próximos meses.

Oxford Economics predice que la inflación en la eurozona caerá por debajo del 2% al cambiar el año, alineándose con los objetivos del BCE. La inflación subyacente, que excluye elementos volátiles como la energía, solo entrará en el rango del regulador a finales de 2024. Con un PIB estancado y la posibilidad de una recesión, el BCE parece haber enfriado con éxito la economía.

En contraste, Estados Unidos probablemente ya ha explotado la mayoría de las posibilidades de reducir la inflación. Ahora enfrenta una fase más difícil, donde la inflación subyacente caerá más lentamente debido al mejor rendimiento económico del país, un mercado laboral aún tenso y una menor influencia de los precios de la energía en el aumento de la inflación, concluye Oxford Economics.

1 comenta

Mariano 22 noviembre 2023 - 6:47 PM

Y los que no tenemos ni para pagar la hipoteca sin comer, como nos la arreglamos con los buitres de los bancos para responder con el dinero que les regalaron los gobiernos, sobre todo España. Pero que buitres.

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