Recientemente se ha celebrado la que dicen es la cena más cara del mundo, una ofrecida por World of Diamons. Comenzaba con un vuelo en helicóptero de 45 minutos sobre Singapur, al que sigue un paseo en Rolls-Royce por la ciudad y finalmente un lujoso crucero privado te dejaba en el Ce’ La Vi, el restaurante situado en la azotea del hotel Marina Bay Sands, en donde 10.000 rosas frescas adornan la escena. El menú no dejaba con hambre ya que consistía en 18 platos de comida asiática, langostinos de Nueva Zelanda, ostras frescas con champán y caviar así como los mejores vinos y champagnes. Su precio 2.000.000$, eso si como recuerdo te regalaban un bonito diamante azul de 2.08 quilates insertado en oro rosa.
Pero hay cenas, que son todavía más caras. Hoy os voy a hablar de una que mencionaba el otro día el Wall Street Journal y se celebró hace 9 años en Suiza y su factura final fue de tres grandes bancos.
En el Four Seasons Hotel des Bergues, tres de los principales banqueros de Europa (Royal Bank os Scotland, Fortis y Santander) se reunieron para llenar el estómago e intentar comprar y repartirse el banco holandés ABN Amro que no pasaba por su mejor momento. El banco estaba bastante bien implantado en diversos países europeos, así que cada comensal veía alguna parte que le interesaba.
Fortis adquirió las operaciones en Bélgica y Holanda, manteniendo la marca para su negocio de banca minorista en estos países; el Banco Santander adquirió el Banco Real de Brasil y Banca Antonveneta de Italia y RBS adquirió la división de banca mayorista y otros negocios, como por ejemplo los asiáticos y los de Argentina, Chile, Colombia, México y Venezuela. Además el Bank of America obtuvo los negocios de Estados Unidos, como el banco LaSalle.
Y con ese trato se tomaron el postre, la copa y el puro.
Para ponernos un poco en situación, la cena tuvo lugar en agosto de 2007, por entonces las bolsas mundiales estaban en modo pánico, uno de los principales bancos europeos, el BNP Paribas, suspendió tres fondos por falta de liquidez, los bancos centrales de la zona del euro y de EE UU respondieron con inyecciones masivas de liquidez y el principal banco alemán, Deutsche Bank, sufrió pérdidas sustanciales en uno de sus fondos vinculados a la financiación inmobiliaria. Todo esto ocurrió el 8 y 9 de Agosto. Un dia después el BCE advierte que comienza “una crisis financiera en varias etapas por pinchazo del capital riesgo y las hipotecas ‘subprime’.
Da igual, se tomaron el postre, la copa y el puro.
De los tres comensales, solo a uno le salió rentable la cena y se trata del Santander que compró la Banca Antonveneta por 6.600 millones de euros y se la vendió 20 días después al Monte dei Paschi por 9.000 millones de euros. Esto es un beneficio de 2.400 millones de euros en menos de un mes.
Para el resto de los comensales, la cena fue letal.
El 3 de octubre de 2008, en una acción conjunta de los gobiernos de Holanda, Bélgica y Luxemburgo, el estado holandés adquirió todos los negocios neerlandeses de Fortis, incluyendo su parte de ABN Amro. Esta intervención se produjo en plena crisis financiera internacional para salvar el banco de la quiebra. El 21 de octubre del mismo año el gobierno anunció la fusión de ABN-Amro y Fortis Holanda, optando por “un banco holandés fuerte”. La integración tendrá como resultado la pérdida de 8.000 puestos de trabajo y la desaparición de la rama financiera de Fortis.
El Royal Bank os Scotland finalmente no pudo con el endeudamiento realizado para esta operación (unos 18.301 millones de euros) y tuvo que ser rescatado en 2009 tras sufrir las mayores pérdidas empresariales de la historia del Reino Unido
Y por último, el que no fue invitado a la cena pero tuvo que pagar parte de la cuenta, el Monte Dei Paschi que nunca pudo superar la enorme deuda contraída por la desastrosa adquisición que hicieron al Santander y que finalmente le ha llevado recientemente al rescate.
Al final el dicho de “De grandes cenas están las tumbas llenas” también se puede aplicar a los bancos.