La banda magnética: inseguridad frente la clonación
La dificultad para afrontar los gastos del día a día ha provocado que se incrementara el porcentaje de fraudes con tarjetas de débito y crédito vinculadas a cuentas corrientes. En julio y agosto incrementaron las quejas por fraude en un 60% según la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros.
El uso de tarjetas con banda magnética ha facilitado la clonación y el hurto de éstas. Se ha dado el caso de titulares que han hecho falsas denuncias del robo de sus tarjetas y han seguido comprando. Como la verificación de la compra es a través de una firma no se puede corroborar si hay o no estafa. Si en todos los establecimientos se exigiera el DNI y se verificará bien se podrían reducir algunos fraudes.
Incorporación del chip: incremento de la seguridad
Para reducir los fraudes comentados anteriormente se introduce un chip en las tarjetas que lo que hace es sustituir la firma por un PIN, que el titular tendrá que marcar en la terminal.
La clonación de éstas tarjetas es muy difícil por ahora. El hurto sólo es efectivo para las compras online o telefónicas. Y se evita el fraude del propio titular, puesto que sin PIN no hay compra y con PIN hay titular.
Hay algunas entidades bancarias que hace años que usan este tipo de tecnología. La SEPA marcó un calendario para la incorporación de las tarjetas con chip en los mercados Europeos a finales de 2010, pero España no cumplirá la migración de sus tarjetas para esta fecha, algo irrelevante ya que no hay penalización por incumplimiento. No será hasta el 2012 que todas las tarjetas emitidas deberán tener sólo chip.
El sistema usado para las tarjetas con chip es el EMV que lleva el nombre de las empresas que han realizado el proyecto: Europay, MasterCard y VISA. El chip lo que hace es autentificar los pagos que se realizan con la tarjeta de crédito o débito, verificar que la tarjeta sea auténtica y comprobar la titularidad del que la usa.
El problema del fraude sigue estando presente por las compras online y telefónicas, ya que no se requiere el uso del chip, sino que únicamente se pide la información que sale en la tarjeta, de esta forma cualquier persona que robe una tendrá los datos necesarios. Todavía queda un largo recorrido hasta acabar con este tipo de hurtos.