Esta semana han hecho 3 meses de la publicación de un artículo en esta misma web titulado Dos ovejas negras de la bolsa española. En él decía textualmente sobre Popular: “Hay motivos de sobra para que la acción cotice en mínimos históricos. Y en cuanto a su futuro, hace unos meses incluso hubiera pensado que podría quebrar. Ahora, tras lo que hizo Italia con Monte Dei Paschi contra el criterio europeo, pienso que eso es impensable y que alguien lo adquirirá. En cualquier caso, sigue sin gustarme como inversión. No hay que olvidar que cuando un banco es “rescatado” –y Popular lo será, sea con dinero público o privado- el principal motivo es rescatar a acreedores y depositantes, los accionistas no están entre las prioridades.”
No soy ningún profeta, así que si el 2 de mayo, más de un mes antes, yo, que no soy nadie, estaba bastante seguro tanto de su rescate (el banco y sus activos llevaban demasiado tiempo en venta y nadie pujaba por ellos) como de que los accionistas no iban a salir muy bien parados, es porque había información de sobra para deducirlo. Sin embargo, cuando pasó los medios se volcaron no en el largo proceso por el que el banco se fue al traste sino en los últimos días: que si la culpa es de los bajistas bursátiles, que si administraciones públicas habían sacado dinero, que si la culpa era de cierto medio que no paraba de decir cosas malas del Popular, que si la UE se extralimitó en su decisión… Como dije en aquel artículo, en 2016 “perdió ¡3.485 millones de €! Y no contentos con eso, una auditoría interna posterior rebajó sus ratios de capital. Nada que ver con las apuestas bursátiles.”, que alguien con más de 100 mil € en un banco que tiene problemas saque el dinero no sólo es lógico que lo haga, es que es lo que debe hacer, especialmente si el dinero no es suyo sino de todos los contribuyentes. Y resulta curioso que se critique tanto a “El Confidencial” cuando fue el medio que se atrevió a contar la verdad –como el tiempo demostró- sobre los problemas del banco (¡si hasta la tasa de morosidad era falsa!) en lugar de criticar a todos los medios (basta con poner en Google “opa popular”) que especularon durante meses con operaciones corporativas falsas, calentando el valor y provocando vanas ilusiones entre los accionistas. ¿Y qué hay de los analistas internacionales?
En cuanto a si la UE se equivocó, según dicen aquí el día anterior “la entidad planeaba presentar el concurso de acreedores en el juzgado de guardia a las 8.00 am, las horas que mediaron entre los últimos compases del martes 6 y la madrugada del miércoles 7 de junio, Popular estuvo trabajando en un dispositivo para desconectar la banca online, los cajeros y cerrar las oficinas”… Es decir, un corralito. Como ya dije en su momento una liquidación hubiera sido más traumática que lo que pasó porque en una liquidación pierden todos (accionistas, bonistas, depositantes de más de 100 mil €, los más de 10 mil trabajadores…), hubiera provocado una fuerte necesidad de capital para el FGD (unos 35 mil millones con los que cubrir los depósitos de menos de 100 mil €) y es posible que hubiera habido un pánico financiero que ya hemos visto que con la “solución Santander” ¡Y además no costó dinero público! Por otra parte, acusar a Santander de planearlo todo es ridículo porque era imposible que supiera que nadie más en el mundo iba a mostrar interés en comprarlo, aunque sea parcialmente, durante los meses y meses que estuvo en venta. De hecho, según contó De Guindos en el Parlamento se le ofreció a más bancos el 6 de junio y no lo quisieron, bastaba con que el BBVA, por ejemplo, hubiera dicho que pagaba algo más para habérselo quedado él.
Llegado al punto al que se llegó el 7 de Junio, es evidente que lo que pasó fue lo menos malo pero por supuesto está bien que se investigue el proceso aunque habría que irse mucho másatrás porque es algo que no pasó de un día para otro. ¿Por qué entones tanta insistencia de políticos y medios en centrarse sólo en los últimos días? Mi teoría es que –aunque AQUÍ ya expliqué que no perdieron tanto con la decisión final- 300 mil accionistas más sus familias son cerca de un millón de potenciales votantes… y potenciales lectores. Sólo así se explica la constante crítica, mucho mayor a la que se vio en su día cuando miles de millones de dinero público volaron para evitar las quiebras de las cajas. Y es que los medios, y no sólo los deportivos, muchas veces dicen lo que creen que sus lectores quieren leer, y todo afectado por el Popular quiere leer que la culpa de sus pérdidas fue de otro y que tiene motivos de sobra para quejarse. Y yo estoy de acuerdo, y deben reclamar y el Santander debería tener un detalle económico con los accionistas del Popular –mejor que la ofrecida a sólo algunos de los afectados- si calcula que su beneficio por la operación será alto pero no culpemos a la UE porque ella no hundió al Popular, fueron sus gestores, más bien lo que hizo fue evitar que se liquidara, y eso está bien. En cuanto a las críticas a los stress test, recomiendo este artículo donde se explica que los stress test se hacen sobre previsiones macroeconómicas pero no pueden prever una fuga de depósitos.
Eso sí, los millones de accionistas de bancos eurozoneros deberían tener en cuenta que es legal que de un día para otro la UE dictamine que sus acciones valen O, así que deberían extremar la prudencia al elegir dónde invertir… o quizás no invertir en bancos. Y hablando de inversiones, semana que a simple vista pudiera parecer de pocas novedades ya que la bolsa sólo se animó algo con la consabida pauta de subidas el primer día de mes y el resto de días vivió de esa renta, pero lo cierto es que han pasado cosas: el crudo hizo máximos de semanas ayudado por la debilidad del $, el Dow Jones marcó nuevos máximos históricos, Apple sorprendió con unos resultados muy buenos, el €/$ llegó a estar por encima de 1,19… Eso sí, al final de la semana pocos cambios con la volatilidad en mínimos demostrando la extrema complacencia y el buen tono general en el que lo positivo cotiza y lo negativo se ignora. Sigo pensando que no me creo un agosto tan tranquilo aunque hay que reconocer -lo hemos visto esta semana con el caso Neymar, síntoma de lo mismo- que la enorme liquidez es un combustible ideal para hinchar más y más los precios y para que, en el caso de la bolsa, a la mínima corrección aparezcan nuevos interesados en apostar su dinero.
Links.
- El Futuro del Empleo – BBVA Research
- La temporalidad del empleo en España, explicada
- Lo que China puede enseñarle a Estados Unidos sobre el aire limpio by Daniel K. Gardner
- Los vínculos del Reino Unido con la Unión Europea by Ana Palacio
- Por qué los recortes de impuestos para los ricos no resuelven nada by Joseph E. Stiglitz
- ¿Gran Bretaña En Marche? by Bill Emmott
- Claves de la resiliencia económica china by Stephen S. Roach
- Cómo explicar la recuperación global en medio de recesión política by Michael Spence
- Democracia y economía
- Análisis de la EPA II-T-2017