Hace algo más de un par de años conocimos a Dan Price, el creador y consejero delegado de la empresa Gravity Payments que se rebajó el sueldo casi un 90% para repartirlo entre sus 120 trabajadores, de esa manera cada uno tocaba a unos 70.000$.
Medio año después analizamos por aquí qué es lo que ocurrió en la empresa.
Dos semanas después de este anuncio, la compañía recibió 4.500 curriculums y los nuevos clientes mensuales pasaron de 30 a 2.000. La productividad de los empleados se incremento de entre un 30-40% consiguiendo un incremento del 15% en el crecimiento de los beneficios.
Estos datos confirman el estudio de dos economistas que llegaron a la conclusión de quecuando las empresas suben los salarios, se incrementa la productividad y el rendimiento así como reduce los costes al atraer nuevos trabajadores mejor preparados.
Pero no todo es tan bonito.
Por un lado, y quizás no pase de anécdota, uno de los socios de la empresa, el hermano del CEO, le demandó por violar los derechos de los accionistas. Hay ciertas decisiones que deben tener la bendición de los accionistas.
Y por otro lado, algunos los mejores empleados de la empresa están dejando la compañía alegando que no es justo que gente con menos conocimientos y responsabilidades cobren lo mismo que ellos. Este incremento salarial motivó a la parte baja de la plantilla pero desmotivó a la alta.
Y recientemente conocimos el que posiblemente sea el desenlace final de esta historia.
“Nos sorprendió a todos cuando decidió aumentar el salario mínimo para todo el equipo a 70.000 dólares. Un año después, hemos decidido cambiar las cartas sobre la mesa y darle un poco de su propia medicina. Esta es nuestra forma de darle las gracias a Dan por todos los sacrificios que ha hecho por nosotros”
Los empleados de la compañía decidieron ahorrar durante seis meses para regalar a su jefe el coche de sus sueños, un Tesla Model S valorado en 70.000 dólares.
Nunca podremos saber exactamente las implicaciones directas que tiene una subida de sueldos de este tipo, puede que algunos empleados se vayan como parece ocurrió pero lo que se ha quedado demostrado es que los que se quedan se implican mucho más y son más agradecidos. No desestimemos el poder de la reciprocidad.