En un contexto de mayor estabilidad del euríbor, muchas familias y propietarios están valorando la posibilidad de convertir su hipoteca variable en una fija. La idea principal detrás de esta decisión es garantizar un pago estable y predecible, evitando los vaivenes del mercado. Pero, ¿es realmente un buen momento para hacerlo?
La estabilidad, clave para el cambio
El mercado hipotecario ha vivido tiempos convulsos en los últimos años. Tras la brusca subida del euríbor en 2022 y 2023, muchas hipotecas variables se encarecieron, lo que llevó a miles de hipotecados a buscar opciones más seguras. Ahora, con un euríbor que muestra signos de estabilización, los bancos han comenzado a ofrecer mejores condicionesen las hipotecas fijas, lo que abre la puerta a nuevas oportunidades.
Según Fotocasa, al cambiar de una hipoteca variable a una fija se pueden conseguir dos beneficios principales:
Pagar menos a largo plazo, si las condiciones son favorables.
Ganar estabilidad financiera, evitando posibles subidas del euríbor en el futuro.
Este cambio puede realizarse mediante una novación (renegociación con el mismo banco) o una subrogación(trasladando el préstamo a otra entidad con mejores condiciones).
El fin del cambio gratuito de hipoteca
Hasta hace poco, era posible cambiar una hipoteca variable a fija sin coste adicional. Sin embargo, esa ventaja ha desaparecido, lo que significa que los clientes deberán asumir ciertos gastos.
Según la Ley 5/2019 de contratos de crédito inmobiliario, los bancos pueden cobrar una comisión máxima del 0,05% si la subrogación se realiza en los tres primeros años de la hipoteca. Si el cambio se produce después de este plazo, no se podrá aplicar ningún coste por parte de la entidad.
Ejemplo práctico
Si tienes una hipoteca con 100.000 euros pendientes de pago y decides cambiarla dentro de los tres primeros años, el coste sería del 0,05%, es decir, unos 50 euros.
Además, las entidades pueden exigir una nueva tasación del inmueble, cuyo coste oscila entre 200 y 500 euros, lo que puede encarecer la operación.
¿Qué harán los bancos en 2025?
La gran incógnita es qué estrategias adoptarán las entidades financieras en el próximo año. Con un euríbor estabilizado, es probable que los bancos:
Mantengan o reduzcan los tipos de interés en hipotecas fijas, para atraer clientes.
Ofrezcan condiciones competitivas para la subrogación de hipotecas.
Endurezcan los requisitos para acceder a los mejores tipos fijos.
Los expertos recomiendan comparar ofertas y negociar con las entidades, ya que en algunos casos puede ser más rentable mantener una hipoteca variable, especialmente si el euríbor no vuelve a dispararse.
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