El momento en que se finalmente se produzca la subida de los tipos de interés del Banco Central Europeo (BCE) es visto como el principal impulsor de los costes de endeudamiento en la Eurozona, ya que los inversores comienzan a percibir que el plan de estímulo masivo del banco puede terminar más pronto que tarde.
Cuando el BCE dijo que reduciría a la mitad las compras mensuales de bonos a 30.000 millones de euros a partir del 1 de enero, pero que mantendría el esquema hasta el 30 de septiembre, se esperaba que su compra de activos se acabaría gradualmente en un período de meses.
Dado que el BCE ha dicho que los tipos de interés se mantendrían inalterados hasta “bien pasado” la finalización del programa de compras de una vez por todas, muchos inversores asumieron que los tipos de interés se mantendrían en suspenso al menos hasta finales de 2019.