A estas alturas todos tenemos más o menos clara una premisa: el banco no es tu amigo, sólo una empresa que busca sacar el máximo beneficio. Esto no impide que los españoles sigan siendo los europeos que más consejo piden para invertir y ahorrar, aunque también los que más lo hacen a quienes no deberían: las entidades financieras en lugar de asesores independientes.
Si ya estás pensando en ir directo al banco a cancelar tu cuenta y sacar todo tu dinero, piénsatelo dos veces. Necesitas un banco para muchas tareas diarias y para no meter la pata sólo debes conocer las jugadas más comunes que intentan colarte y no perder nunca de vista cómo funcionan las entidades financieras.
Así funcionan las oficinas del banco
Un banco es una empresa que vende gestión financiera y coloca productos de inversión y ahorro. Como si fueran Inditex, las entidades cuentan con sus propias tiendas: las oficinas y sucursales que tienen distribuidas por toda España. A diferencia de otros países, el nuestro se distingue por tener una amplia y extensa red de oficinas cuyo objetivo es vender.
Cada oficina cuenta con sus propios objetivos comerciales básicos, como vender un número de hipotecas, contratación de cuentas corrientes o captación de clientes, pero además le imponen otros desde la central. Estos pueden ser la colocación de determinados planes de pensiones, de un fondo que cobra suculentas comisiones o de la acciones del banco, por poner algunos ejemplos. Y todos del banco, nunca de terceras gestoras.
Lo que ocurre es que estos productos no siempre son lo mejor para el usuario y es fácil que estén lejos de lo mejor del mercado. De hecho, los fondos más vendidos rara vez están entre los más rentables.
Estas son las cinco jugadas que intentarán colarte
Nunca pierdas de vista que detrás de la oferta del banco puede no estar tu mejor interés. Además, hay cinco cosas a las que deberás estar atento cada vez que pisas una oficina del banco.
- Préstamos preconcedidos con tipos desproporcionados. Si tienes una cuenta corriente con el banco y llevas un tiempo con ellos, seguro que tienes un préstamo esperándote. Los préstamos preconcedidos son la versión bancaria del dinero rápido y fácil. Por eso son preconcedidos, casi bastará con que digas que sí y el dinero será tuyo a un bonito 12% en el mejor de los casos. Teniendo en cuenta que estos préstamos se ofrecen a clientes solventes que no necesitan el dinero y que cualquier deuda supone un peligro, mejor dejar pasar la oportunidad.
- Planes de pensiones que no te llevan a ninguna parte. Uno de los errores más habituales al planificar la jubilación es pensar que sólo existen los planes de pensiones. La realidad es que el mercado ofrece muchas alternativas y generalmente mejores. Los planes de pensiones pueden ser una opción, pero no la única teniendo en cuenta las siete cargas que incluyen y que lastrarán el beneficio final.
- Fondos de inversión caros que no están entre los mejores. Ya te he descubierto que los fondos más vendidos no están entre los mejores, pero sí suelen pertenecer a los grandes bancos. Los fondos que mejor lo hacen suelen ser de gestoras independientes y rara vez de grandes entidades, que sin embargo prefieren vender su propio producto antes que ofrecer otros que son mejores para el usuario. El motivo, como no, las comisiones y rentabilidad que obtienen ellos. Esto mismo puede aplicarse a la colocación de acciones del banco cuando pides invertir en bolsa.
- Tarjetas que por defecto se activan en modo revolving. Las tarjetas de crédito son otra fórmula que tiene el banco para hacer dinero a costa del endeudamiento de sus clientes. Atrás quedaron los días en los que se cobraba por mantenimiento. Ahora el banco te puede ofrecer muchas tarjetas gratuitas. El truco es que las activará en modo revolving en lugar de con pago único. Así te podrán cobrar todos los meses una parte de lo que gastes e irás generando una enorme deuda. La solución, tener una tarjeta de débito para uso diario y dejar la de crédito activada en modo de pago único.
- Hipotecas a plazos muy elevados. Las hipotecas siguen siendo un gran negocio para el banco pese a los límites que la ley impone ya a las cláusulas abusivas. Cuando vayas al banco a pedir una hipoteca, verás cómo se centran sobre todo en la cuota que vas a pagar mes a mes. Una hipoteca se compone de más de un elemento y la cuota es precisamente el más variable de todos. Alarga la hipoteca a 1.000 años y pagarás un euro al mes. Lo importante con un préstamo es el tipo de interés y, sobre todo, el plazo del préstamo. Y es que para plazos largos, puedes llegar a pagar el doble por tu casa. El banco lo sabe, y también que las hipotecas largas le benefician a él y las cortas a ti.
Ten en mente estas cinco cosas y tendrás mucho ganado cada vez que entres en la oficina de tu banco. Apúntate en el programa gratuito Objetivo Libertad Financiera y aprenderás estos y otros trucos de la banca, además de herramientas para alcanzar tus metas económicas.