A veces para tratar de entender los movimientos bursátiles todos nos olvidamos de una máxima fundamental: la bolsa la mueven personas con unos esquemas mentales muy similares a los nuestros. Incluso los programas automáticos que tanto volumen generan se basan en pautas psicológicas elementales. Un ejemplo: Hace un año cuando alguien ganaba un 5% comprando unas acciones de Santander a 14€ no tenía prisa en venderlas, se decía aquello de “¿y qué voy a hacer con el dinero?”, era una tendencia alcista tranquila, ahora si se gana un 5% comprando unas acciones de Santander a 6€ se tiene prisa por venderlas, parece que quemen. Esto pasa porque la volatilidad genera miedo y falta de confianza, da igual el precio y la acción que sea, en resumen, es pura psicología.
Y es que casi todos los grandes maestros de la ciencia del dinero fueron incapaces de hacerse millonarios. No me refiero a enriquecerse vendiendo libros de texto, sino especulando. Que yo sepa, no contamos más que con tres hábiles especuladores en la historia económica:
- Cantillon (http://www.eumed.net/cursecon/economistas/cantillon.htm ), quien acabó asesinado,
- Ricardo ( http://es.wikipedia.org/wiki/David_Ricardo ), que apostó por la victoria de Waterloo comprando deuda pública inglesa, y
- Keynes (http://es.wikipedia.org/wiki/Keynes ), quien, tras un breve tropiezo, se hizo rico en el mercado de divisas.
Es decir, el saber economía no convierte a nadie en experto en ganar dinero.
Sin embargo, con pautas psicológicas si se puede hacer dinero. Un ejemplo:
Hace algunos años los hermanos Hirsch, una de las mejores firmas a nivel mundial de búsqueda de pautas estacionales, publicaron unos datos: que los días de la semana no son todos iguales a la hora del trading. El Dow Jones desde 1990 a 2006, si lo miráramos por día de la semana habría dado los siguientes registros:
- Lunes +6.460 puntos.
- Martes +1615.
- Miércoles +204.
- Jueves -226 puntos.
- Viernes -523 puntos.
Yo no soy psicólogo pero estos datos son realmente sorprendentes y se me ocurren dos interpretaciones: el principio de la semana nos hace estar más dispuestos a la inversión y a medida que se acerca el fin de la semana se nos pasan las ganas y pensamos más en el descanso y también que los mercados abiertos y en actividad nos dan una tranquilidad que no nos da el fin de semana. Incluso creo que si los mercados no cerraran nunca esta pauta desaparecería.
Así pues, apuntarse el tanto, para trading a corto lo mejor es comprar el viernes al cierre y vender el lunes. Eso sí, si durante el fin de semana se desata una guerra mundial… cuidado.
¿Veis? Yo también tengo esa pauta psicológica en mente.