Aprovechando que esta semana he trabajado muy poco en el blog me levanto prontito este Sábado para traeros el comentario de la semana y de regalo una interesante gráfica cortesía de Droblo.
Pasemos al comentario que venía de una duda que tenía “Aclarador” acerca de los comportamientos y pensamientos colectivos:
# 14 , Aclarador
Y como regalo, una interesante gráfica, se trata de la cotización de la bolsa Japonesa (el índice Nikkei) os corto y pego lo que me comentó Droblo (y que hoy la comenta Cárpatos en Cinco Días):
EL GRAFICO DEL DIA: el Nikkei ha marcado el segundo cierre más bajo desde 1983, el 28 de abril de 2003 tuvo un cierre más bajo (7607) aunque el gráfico al ser semanal da la impresión que el de hoy es más bajo. En cualquier caso, catastrófico…y si tenemos en cuenta la subida de la inflación en estos 25 años y medio la cifra es aún peor…
“la bolsa es la mejor inversión a largo plazo” menuda ironía—
Tras la reflexión de ayer por la tarde, hoy he recordado un experimento que explica parte de las cosas que suceden día a día. Por cierto, muchas gracias a todos los que me respondieron ayer: me hicieron corroborar que, aunque esté paranoico, es verdad que me están persiguiendo. Clópez, ya conocía esa ley de la bolsa, por eso nunca he hecho caso a los analistos. Lo que de verdad me intriga es cómo se llega a esa situación de “conocimiento estandarizado”.
El experimento es el siguiente (si alguien lo ha puesto antes, lo siento, no me crucifiquéis): En una jaula encerraron 10 monos, y en el centro pusieron una escalera, y en lo alto de la misma una cesta llena de plátanos. Los monos intentaban subir a cogerlos, y cada vez que lo hacían, desde afuera enchufaban una manguera y echaban chorros de agua a los monos hasta que paraban de subir. Cuando paraba el castigo, algún mono intentaba volver a subir, y entonces, vuelta a echar chorros de agua a los monos. Con el tiempo, cada vez que algún mono intentaba trepar por la escalera, los demás lo golpeaban y agarraban para que no lo hiciera. Los monos desistían de subir.
Entonces sacaron un mono y metieron uno nuevo. El nuevo iba directo a la escalera, y los demás lo golpeaban y agarraban para que no lo hiciera. Tras varios intentos, el mono nuevo desistió de subir. Así fueron sacando a los monos antiguos uno a uno y añadiendo un mono nuevo por cada uno que sacaban. Cada vez que entraba un mono nuevo e intentaba subir, recibía su correspondiente paliza, a la que se añadían los monos nuevos que entraron antes que él.
Pues bien, cuando los diez monos antiguos habían sido sustituidos, los diez monos que quedaban no subían a por los plátanos, y cuando alguno lo intentaba, los demás se lo impedían a golpes. El detalle está en que ninguno de estos diez monos había sido castigado con la manguera, sino que desde que entró había visto cómo cada vez que intentaba subir, recibía una paliza.
Si a esos monos les hubieran preguntado: ¿Por qué les cascáis a los que intentan subir a por los plátanos? Seguramente hubieran respondido: “No lo sé, pero es que aquí las cosas siempre se han hecho así.”
Da que pensar sobre la Historia de la Humanidad, ¿eh?