El pasado Domingo, El País publicaba un interesante artículo titulado “Los caramelos de Podemos” en donde analizaban la estrategia de Podemos y la enlazaba con el experimento de los Marshmallows. Veamos que tienen que ver las nubes de azucar con la política y la economía.
Walter Mischel y Ebbe B. Ebbesen de la Universidad de Stanford realizaron en 1970 un estudio para comprender cómo afectaba el autocontrol en el comportamiento de los niños.
Para ello se reclutaton a niños de ambos sexos y les llevaron a una sala, vacía de distracciones, donde en una mesa tenían un regalo de su elección (como Mrashmallows y galletas Oreo). Los niños podían comer el dulce pero se les indicó que si esperaban quince minutos y serían recompensados con un segundo regalo. Mischel observó como algunos niños se daban la vuelta o cubrían sus ojos para no ver los dulces, otros pataleaba y otros directamente se comían la chuchería.
Los resultados fueron que una minoría comieron el dulce de inmediatamente pero solo un tercio del total pudo esperar lo suficiene como para conseguir el premio.
Pasados unos años, a mediados de los 80, enviaron un cuestionario a los cerca de 550 personas a las que había realizado el experimento llegando a la conclusión de que los niños, cuanto más habían esperado a comerse la golosiona mejores notas habían sacado en los exámenes de acceso a la universidad, además los niños con más paciencia tenían un menor índice de grasa corporal, mejor sentimiento psicológico y menos propensión a tomar drogas.
La clave para entender el experimento está en lo que Mischel llama los dos sistemas del cerebro, uno que denomina “caliente” que es simple y emocional y otro “Frio” que es más racional y estratégico. Seguro que conocéis a mucha gente que se comporta de una manera u otra, de hecho a una persona fría siempre se le suele añadir lo de “calculadora”.
El estudio es realmente interesante y durante años se han sacado infinidad de conclusiones entre las cualesestán las económicas y sobretodo políticas, pero me surge una pregunta. ¿Que haría el niño, si después de haber esperado los 15 minutos no le dan el Mashmallow prometido? ¿Cómo le habría afectado a largo plazo?.
Pues así estamos…