Cómo acabar con las deudas

por Carlos Lopez

deudasEstás endeudado. No llegas a fin de mes porque no eres capaz de hacer frente a las cuotas de tus deudas.

Pensabas que no tendrías problema en pagar esa deuda pero la realidad ha sido mucho más dura.

No eres feliz, cada día lo pasas mal y tu vida empeora las de los que te rodean con tus preocupaciones.

Para ponerle fin a esta situación solo hay dos soluciones:

Te puede parecer de sentido común pero en muchas ocasiones lo que no hacemos es precisamente lo que es de sentido común.

No hay soluciones sencillas

Si quieres acabar con tus deudas tendrás que ponerte manos a la obra. Y ya te digo que no será sencillo pero la recompensa vale la pena todo el esfuerzo.

Lo ideal es comenzar a atacar el préstamo con el tipo de interés más grande para así pagar menos. Sin embargo, también puede ser una buena idea empezar con el préstamo que tenga la cantidad más pequeña, sin mirar el tipo de interés.

Utiliza el método que mejor se adapte a ti. Cada persona tiene sus características y cada caso es distinto así que no es posible dar recetas genéricas.

Sin embargo, más que el método que utilices es que aproveches esta situación para cambiar a mejor aspectos de tu vida.

Te has equivocado pero eso no es malo. Desde ese acto erróneo tienes la oportunidad de crecer y de desarrollar tu madurez.

La clave, en este caso, es acabar con tu ego. Más que acabar con tus deudas. El ego es lo que no empuja constantemente a compararnos con los demás, a tener más cosas y a gastar más dinero.

Y el ego crece cuantas posesiones materiales tienes. El ego se alimenta de sí mismo. Compras más por culpa de tu ego y quieres más cosas porque tu ego aumenta.

Puedes gastar todo el dinero que quieras en aquellas cosas que más te gustan o que más importantes te parecen. Pero claro, eso implica que debes reducir tus gastos en el resto.

El problema es que gastas de más en todo, en lo que te importa y en lo que no, provocando que tus deudas no paren de crecer.

Es realmente difícil escapar a la influencia del ego. Hay casos ahí por donde mires…

  •  La pareja que se hipoteca por una casa enorme cuando solo son dos.
  •  Los que pagan un alquiler muy alto para vivir en el centro, donde hay “vidilla”.
  •  El que tiene un coche grande solo para ir al super  y a llevar al cole a su hijo.

A todos nos gustan las cosas buenas. Tener una autoestima alta es bueno y nos hará tratarnos lo mejor que podamos.

Sin embargo, no hablo de ese “ego sano” sino del, lo podemos llamar así, “ego malo”. El que es caprichoso, impaciente e indisciplinado.

Ese es el ego que tienes que matar, estás endeudado hasta las cejas por su culpa. Así que acaba con este dichoso “ego malo”, es decir, deja de compararte con los demás y asume tus errores.

Existe una solución

No es una tarea sencilla. Requiere que dejes de lado cosas a las que tal vez ya estés acostumbrado y te cueste prescindir de ellas. Tu gimnasio, tu restaurante favorito, tu tarjeta VIP…

Pero de lo que se trata es que asumas tu situación y seas consciente de que así no puedes continuar y, por lo tanto, cortes lo antes posible con tus gastos superfluos y dejes de endeudarte.

  •  Vende tu coche si no lo usas.
  •  Reduce la cantidad cosas que posees.
  •  Vive en un sitio más barato.
  •  Elimina todos tus gastos superfluos

En resumen, mata a tu ego…o hazlo pequeñito.

Al principio cuesta pero luego te sentirás mucho mejor. Con una vida más ligera sin tanto “equipaje”.

Comienza a disfrutar de la libertad

Lo más importante de acabar con tus deudas es que serás mucho más libre para hacer realmente lo que quieras.

Al acabar con tu ego y tener una vida basada en lo que realmente necesitas y no solo en gastos superfluos estarás caminando hacia la buena dirección.

Así que no lo dejes más y empieza desde hoy a “matar a tu ego”.

Artículo proporcionado por Dinaru, la herramienta para ahorrar gratis y sin esfuerzo

9 comentarios

ReyQu1nito 20 mayo 2014 - 5:25 PM

Pff horrible ese banner de vota al psoe… no deja ni navegar por la página.

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Anonimo 20 mayo 2014 - 5:32 PM

Fijate que yo por culpa de ese banner ya no voy a votar al psoe

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paco 20 mayo 2014 - 5:38 PM

El problema , es que a lo mejor necesitas el coche para ir a trabajar(si trabajas fuera de la ciudad o bien vives y trabajas en una ciudad pequeña con escaso o nulo transporte público) , y la casa está con una hipoteca de la que no te puedes deshacer por que la casa vale menos de lo que debes de hipoteca que es lo más frecuente entre los jóvenes que compraron en los años de la burbuja inmobiliaria

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Burbuja 20 mayo 2014 - 7:55 PM

Para # 3, paco.
1.- Véndete el coche o no te lo compres.
2.- Cómprate una maxi escooter 125 cc            3500.00 €
3.- Cómprate un traje de moto (Para el frio)     250.00 €
4.- Cómprate un chubasquero (Para el agua)      50.00 €
5.- Seguro                                                                   130.00 €
TOTAL                                                               3930.00 €
El casco te lo suelen regalar con la moto.
Consumo aprox. 4.5 l/100 km.
Autonomía entre 250 – 300 Km.
Velocidad entre 90 y 110 km/h (según sopla el aire).
 
 

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Tano 20 mayo 2014 - 8:27 PM

Lo del ego malo sí que es triste sí; pero aún lo es mas lo que nos rodea que no para de decirnos que si no tenemos un BMV y no pasamos unas vacaciones en la costa y no vivimos un un adosado con jardín… no somos nada.
 
¿Y qué hacen los  profesores del sistema educativo (los que “poseen la cultura”)?: cobrar y callar.
¿Y qué hacen los políticos (los padres del pueblo)?: robar y callar
 
¿Y qué hacen los curas y monjas (consoladores del alma)?: dar con la cruz y callar.
 
Mal asunto; malo…

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Alejandro 20 mayo 2014 - 11:28 PM

Vaya como ha cambiado el discurso de los 4 listos que han espoliado España con la inestimable ayuda de los políticos. Del “Los pisos nunca bajan” al “hemos vivido por encima de nuestras posibilidades” pasando por “un aterrizaje suave”.
Particularmente de chiste me parece la parte:
“Al principio cuesta pero luego te sentirás mucho mejor. Con una vida más ligera sin tanto “equipaje”.
Comienza a disfrutar de la libertad”
Falta añadir que no es necesario comer tanto y de paso te ahorras el superfluo gasto del gimnasio.

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JJ 21 mayo 2014 - 2:37 AM

En efecto, el mayor problema somos nosotros mismos, no los demás.
Lo que pasa es que no queremos parecer “menos”. Nos dicen de irnos de viaje a X, y pensamos, bufff, no tengo casi ahorrado, “no problem”, tiro de VISA que tengo 4900 euros de crédito… ¿ problema ? Los 1500-2000 euros del viaje nos va a terminar costando 3000, pues va a ser imposible que, con los gastos de la vuelta del verano, podamos pagar el viaje en su totalidad, vamos a ir pagando una cuota fija de unos 500 euros, pero así, tardaremos, junto con los intereses, de 6-8 meses en devolver el viaje… ¿ no sería mejor decir ? No puedo, no tengo dinero,… o, mejor, estoy ahorrando para X, queda mucho mejor decir lo segundo (estoy ahorrando), que no tengo liquidez y no pienso pedir un préstamo. Ahorrar puede valorarse (para un coche, para adelantar hipoteca de la casa, para muebles nuevos, colegio del niño,…), decir que no tienes liquidez, en determinados ámbitos, puede sonar a “perdedor”….
Pero al final, el mayor problema somos nosotros mismos: seguimos gastando como si nada pasara, en cosas necesarias y no necesarias. Quitamos dinero a las cosas necesarias (neumáticos nuevos para el coche que ya van casi lisos), por cosas innecesarias (almuerzos en el bar, puentes en Granada, cenas en restaurantes),…
El proceso de endeudamiento, dependiendo de los ingresos, el nivel de deuda y las circunstancias, puede ser más lento o más rápido, pero no va a ser fácil, implicará, en mayor o menor medida, un cambio de estilo de vida (cambio de ritmo de vida, menor o mayor, sutil o más profundo)… pero es necesario antes de que la bola sea inmanejable.
 
 

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juan 21 mayo 2014 - 10:36 AM

Me sería más fácil resolver mis compromisos si un banco que percibe financiación a un tipo de interes irrisorio no me clavara un sopotocientos por ciento en la visa.

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Anónimo 21 mayo 2014 - 11:22 AM

La austeridad no se hace, se nace.
 
Por mi experiencia, las personas tienden a dos lados opuestos, los austeros y los manorotas.
 
Los austeros se piensan y priorizan cada gasto, suelen ahorrar y suelen estar informados de temas económicos, evitan pedir créditos salvo que sea impepinable y si lo hacen saben lo que firman. Dentro de este colectivo están los miserables, que ya se pasan.
Los manirrotos si les apetece algo no se plantean si es realmente necesario ni si se lo pueden permitir, buscan la forma de pagarlo, se funden el sueldo integro y viven “al día”, pasan de temas económicos y rara vez están informados sobre lo que firman, más allá de lo básico. Dentro de este colectivo están los porque yo lo valgo que ya se pasan.
 
Cada uno tiene sus ventajas unos tienen mas seguridad y estabilidad y los otros suelen tener una vida más intensa y divertida, y es raro que entiendan los argumentos del otro lado.
 
El problema es que los austeros funcionan bien en entornos económicamente buenos y también en los adversos, los manirrotos solo funcionan cuando la cosa está boyante.
 
Un punto intermedio entre austero y manirroto es aceptable y la austeridad bien entendida as la mejor opción, en España existen muchos manirrotos y estos difícilmente estarán de acuerdo este artículo porque sus argumentos son completamente opuestos a su naturaleza.

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