Ahí dónde veis ese chiste sacado de El Mundo tiene ya casi 3 años y sigue todavía de total actualidad. Así que en este entorno tan “seco” lo que no mata, fortalece y al igual que las sequías nos ayudan a entender el valor del agua, esta crisis no ha hecho ver el valor del dinero así como la necesidad de gestionarlo bien. A mucha gente le cuesta reconocer que las restrictivas normas de crédito hayan servido en realidad para beneficiar a muchos pequeños negocios en varios sentidos.
Estas son algunas razones por las que un crédito más estricto ha favorecido a algunas empresas (y en cierto sentido, también a las familias y porque no los gobiernos):
No hay efectivo, no hay gasto
Muchas empresas pequeñas han tenido tal facilidad en sus comienzos para acceder al crédito que nunca han tenido que adoptar buenas decisiones sobre sus gastos. Como niños malcriados, los propietarios de empresas pequeñas, nunca han tenido que adoptar decisiones difíciles sobre sus gastos. Si los propietarios de estas empresas querían algo, lo compraban sin preguntas.
La falta de crédito, sin embargo, ha forzado a muchos propietarios de empresas pequeñas a volver al pensamiento de generaciones anteriores: «si no tengo el efectivo para comprarlo, simplemente no puedo comprarlo.»