El nuevo año ha comenzado con buenas perspectivas económicas, según el análisis del economista Gonzalo Bernardos. A pesar de que el acceso a la vivienda sigue siendo un problema central en el debate público, las recientes decisiones del Banco Central Europeo (BCE) podrían ser un factor clave en la dinamización de la economía española en los próximos meses.
La reducción de los tipos de interés al 2,75% el pasado 30 de enero ya estaba en las previsiones de Bernardos y marca una tendencia que, según él, se mantendrá durante 2025. De hecho, el economista estima que el BCE continuará bajando los tipos hasta llegar al 2% a finales de año, lo que tendrá un impacto positivo en el mercado inmobiliario, la construcción y el consumo en general.
Más dinero en circulación y un impulso a la vivienda
Bernardos explicó en una entrevista en Catalunya Ràdio que esta reducción de los tipos de interés abaratará el crédito, lo que incentivará tanto la compra de viviendas como la inversión en construcción. Con un acceso más fácil a la financiación, más personas podrán optar a una hipoteca, lo que aumentará la demanda y reactivará el mercado inmobiliario.
Además, con una economía en crecimiento y tipos de interés más bajos, las familias tendrán más dinero disponible para ahorrar o gastar, lo que a su vez impulsará el consumo y la inversión. “Habrá más dinero, una parte se puede ahorrar, otra se puede gastar y eso dinamizará la economía”, destacó Bernardos.
El experto también subrayó que la relación entre los tipos de interés y la actividad económica es clara: cuando los tipos bajan, la economía avanza; cuando suben, se ralentiza. Con esta tendencia de reducción en marcha, se espera que España experimente un mayor crecimiento económico a lo largo del año.
España crecerá más que la eurozona
El optimismo de Bernardos se basa en datos concretos. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), España cerró 2024 con un crecimiento del PIB del 3,2%, un dato notablemente superior a la media de la eurozona, que solo creció un 0,8%. Para 2025, el economista anticipa que la economía española superará nuevamente el 3% de crecimiento, lo que consolidaría al país como una de las economías más dinámicas de Europa.
Este crecimiento sostenido es clave en un contexto en el que muchos países europeos siguen lidiando con una desaceleración económica y una inflación aún persistente. La combinación de un mayor acceso al crédito, un aumento en la inversión inmobiliaria y una mayor confianza de los consumidores podría hacer que España mantenga su ritmo de crecimiento, desmarcándose de otras economías del continente.
Aunque la inflación y la incertidumbre global siguen siendo desafíos a vigilar, Bernardos se muestra más positivo que la mayoría de los analistas, confiando en que la combinación de bajada de tipos y crecimiento del PIB llevará a la economía española a un nuevo ciclo expansivo.