Lo que el banco no quiere que sepas de tu hipoteca

por Carlos Lopez

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Durante años, millones de españoles han asumido que pagar la última letra de la hipoteca significa que la deuda con el banco desaparece. Pero nada más lejos de la realidad. Existe un trámite final, poco conocido pero importante, que si no se lleva a cabo puede traer costosas sorpresas en el futuro.

“El banco no quiere que sepas estas cosas”, advierte la asesora financiera Rocío Chipont en un vídeo viral en redes sociales. Y es que, sin realizar el procedimiento adecuado, tu vivienda seguirá apareciendo con una carga hipotecaria en el Registro de la Propiedad, lo que puede suponer un problema si decides venderla o pedir otro préstamo con la casa como aval.

Vamos a desglosar todos los gastos y pasos que conlleva una hipoteca para que no te pillen desprevenido.

Los gastos de la hipoteca van mucho más allá de la cuota mensual

Cuando se firma una hipoteca, no solo se adquiere una deuda con el banco, sino también una serie de costes adicionalesque comienzan desde el primer día y continúan hasta su completa cancelación.

Gastos de constitución de la hipoteca

Aunque la Ley de Contratos de Crédito Inmobiliario de 2019 estableció que la mayoría de estos gastos deben ser asumidos por el banco, el comprador aún tiene que pagar ciertos costos ineludibles:

  • Tasación de la vivienda: obligatoria y con un coste de entre 250 y 600 euros.
  • Comisión de apertura: algunas entidades la aplican y suele ser entre el 0,5% y el 1% del préstamo.
  • Gestoría: aunque la paga el banco, sigue siendo un gasto relevante.

Impuestos y gastos notariales

  • Impuesto de Actos Jurídicos Documentados (IAJD): en la mayoría de los casos lo paga el banco, pero en algunos préstamos puede recaer sobre el comprador.
  • Escritura de compraventa: los honorarios notariales van de 600 a 1.000 euros.
  • Registro de la Propiedad: inscribir la vivienda cuesta entre 400 y 700 euros.

 Vinculación y seguros obligatorios

  • Seguro de hogar: imprescindible, aunque no es obligatorio contratarlo con el banco.
  • Seguro de vida o de protección de pagos: algunas entidades lo exigen para mejorar las condiciones del préstamo.
  • Cuenta bancaria vinculada: muchas hipotecas requieren domiciliar la nómina o contratar productos adicionales.

El último paso que casi nadie conoce: la cancelación registral

Aquí es donde mucha gente se confunde. Pagar la última cuota de la hipoteca no significa que la deuda desaparezca. Para que la vivienda quede libre de cargas en el Registro de la Propiedad, hay que seguir un proceso formal:

  1. Solicitar al banco un certificado de deuda cero.
  2. Ir al notario para firmar la escritura de cancelación de hipoteca.
  3. Registrar la cancelación en el Registro de la Propiedad.

Este trámite tiene un coste adicional:

  • Comisión por amortización anticipada: hasta 2% en hipotecas a tipo fijo y 0,15% en variables.
  • Gastos notariales y registrales: entre 200 y 400 euros.

¿Qué pasa si no lo haces?

Si no completas este procedimiento, tu vivienda seguirá figurando como hipotecada, aunque la deuda esté saldada. Esto puede convertirse en un problema si intentas venderla o necesitas financiarte con ella en el futuro. Además, si en ese momento necesitas cancelar la hipoteca, el banco podría cobrarte una gestoría para hacerlo, encareciendo aún más el proceso.

“Es la única manera de levantar realmente la carga hipotecaria sobre la casa”, insiste Chipont en su vídeo, que ha generado una oleada de comentarios de sorpresa entre los usuarios.

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