El teletrabajo en los tiempos del coronavirus

por Manuel González

El teletrabajo en los tiempos del coronavirus 4Con el fin de reducir la movilidad de la población en el contexto de la lucha contra el Covid-19, el 29 de marzo se paralizó toda actividad de los profesionales y trabajadores que no se consideran esenciales o que no pudieran trabajar desde su residencia habitual. Por tanto, si una actividad no se consideró esencial, la única forma de seguir con ella ha sido realizarla desde el domicilio. De igual modo, en la desescalada, se está utilizando el teletrabajo para ayudar a compatibilizar el retorno progresivo a la actividad con el mantenimiento de la distancia de seguridad.

Así, no es de extrañar que, en una encuesta reciente realizada por el Banco de España a un grupo de empresas, se observe que prácticamente el 80% de la muestra ha aumentado el teletrabajo, con el fin de tratar de que su actividad se resienta lo menos posible.

Antes de la pandemia, de los casi 20 millones de ocupados que había en España en 2019, según un apartado de la Encuesta de Población Activa, 1.640.000 (8,4%) indicaron que trabajaban en su domicilio ocasionalmente, y 950.000 (4,9%), que lo hicieron más de la mitad de los días laborables. Según estimaciones inferidas de esta estadística, la proporción de trabajadores que podrían trabajar en su domicilio en nuestro país, podría superar el 30% aunque con sorpresa se ha visto que hemos alcanzado un nivel del 40%. Ya se verá en qué queda cuando se recupere la normalidad.

Es evidente que con la situación creada por el consabido coronavirus todas estas cifras han variado de forma ostensible. El modelo que hasta entonces conocíamos, se ha visto alterado, provocando una instauración obligada y a toda prisa de una forma de trabajo a la que los ciudadanos no estaban acostumbrados y que parece que ha venido para quedarse.

De ser así, se plantean varias cuestiones, como la escasa regulación que existe al respecto y los efectos psicológicos que puede acarrear esta nueva forma de trabajar.

En cuanto a lo primero, se puede decir, para empezar, que este modelo permite a las empresas ahorrar costes (alquiler, luz, internet…), costes cuya parte proporcional pueden recaer de forma directa sobre la espalda de cada empleado. En este sentido el Gobierno quiere formalizar en un marco legal básico las condiciones en las que se podrá realizar este modelo de trabajo. El proyecto de Trabajo se fija como objetivo establecer por ley que las empresas compensen a sus empleados por los gastos en que incurran cuando ejerzan su actividad en teletrabajo.

Y es que la regulación del teletrabajo en España es muy escasa y solamente se recoge en el artículo número 13 del Estatuto de los Trabajadores, en el que se especifica que los trabajadores a distancia tendrán los mismos derechos que los que prestan servicio en el centro de trabajo de la empresa y que el empresario deberá establecer los medios necesarios para asegurar el acceso efectivo de estos trabajadores a la formación profesional para el empleo. Y eso es prácticamente todo.

Así pues, no se contemplan o se pasa muy por encima de aspectos como quien sufraga los costes de la actividad laboral, como puede ser el acceso a internet, la parte proporcional de la factura eléctrica o el propio equipo de trabajo: si a un teletrabajador se le estropea el ordenador ¿Quién se hace cargo de la factura?

Otro aspecto a reseñar es el tema de los fichajes. Aunque sea algo obligatorio desde el año pasado, el trabajar desde casa ha complicado la situación. Se están dando muchos casos en los que compaginar el cuidado de hijos con el teletrabajo provoca que el trabajador esté todo el día alternando entre ambas tareas, de modo que su jornada laboral se alarga en el tiempo prolongándose a veces hasta más allá de las 10 y 12 horas, con periodos incluso nocturnos. ¿Son horas extras remunerables?

Pero hay más puntos a reseñar. El tema de la prevención de riesgos laborales es otro aspecto espinoso. ¿Cómo asegurar que el trabajador reúne las condiciones de seguridad adecuadas para poder desarrollar su trabajo? Si el trabajador tiene un accidente en casa en un horario considerado de trabajo, ¿es accidente laboral?

Además, no solo hablamos de accidentes laborales, sino también de enfermedades que se pueden producir por no contar con las medidas suficientes para poder desarrollar el trabajo de forma correcta. Porque no es lo mismo que un trabajador esté de baja por una enfermedad profesional, a que lo esté por una baja de enfermedad (no profesional). Ya que si el empleado está de baja por una enfermedad profesional cobrará el salario entero y, además, podrá demandar a la empresa y exigir una indemnización por daños y perjuicios además de denunciar en la Inspección de Trabajo.

En cuanto a los efectos psicológicos que el teletrabajo puede generar tienen mucho que ver con el que el trabajador pueda separar su vida personal de la profesional. Es decir, si se dispone de un espacio separado del resto de la casa, con los medios adecuados y con la posibilidad de “desentenderse” de la vida doméstica mientras se esté trabajando, no hay duda de que éste puede resultar efectivo, cómodo para el trabajador y más productivo, lo que redunda en un beneficio también para la empresa.

Por desgracia, la amplitud de la vivienda media no suele permitir el disponer de un despacho o habitación aparte para poder trabajar. Además, no hay que olvidar que la presencia de niños, uno de cuyos oficios es la absorción de energías y de tiempos, puede provocar continuas interrupciones. El resultado de esto puede desembocar en cuadros de ansiedad ante la sensación de que ni se trabaja ni se atiende a los niños en condiciones.

8 comentarios

Droblo 18 junio 2020 - 9:06 AM responder
Droblo 18 junio 2020 - 10:01 AM responder
Intentandosalirdepobre 18 junio 2020 - 10:57 AM

Yo he estado teletrabajando 3-4 días a la semana durante estos meses de “confinamiento” y he sufrido un poco de todo.
No tengo despacho, aunque tengo una habitación donde podría montar uno (ahora mismo es sala de juegos/habitación de invitados); pero no me voy a poner a comprar muebles y puñetas para una situación “transitoria”. Aparte de que allí el wifi llega poco.
Los niños molestan. Se les quiere y todo eso pero molestan, y punto.
Y tienen demasiados deberes y “proyectos”, por cierto.
Deberes y “proyectos” que demasiadas veces son “inasumibles” sin la “colaboración” de los padres… (¿Los deberes no eran para que los alumnos aprendan? Por que ni mi padre me “ayudaba” tanto, ni yo necesito hacer para nada un diorama sobre Van Gogh o la Guerra de la Sucesión…)
Y, claro, si estás en la oficina, estás en la oficina, si estás en casa y llega cierta hora, pues lo mismo te tienes que poner a preparar de comer o ir a comprar X o Y, o cualquier otra de las típicas “distracciones” del hogar…

En resumen: Si los niños vuelven a la escuela y me proponen tele-trabajar, pues lo mismo instalo una mesita y un repetidor de wifi y un cerrojo. Pero si volvemos al rollo este de todos en casa encerrados; pues me lo tendré que pensar, por que aunque lo de tener una habitación/refugio/despacho con un cerrojo es tentador, seguirían llamando a la puerta y haciendo eso que los niños hacen que a veces te distrae y otras te pone de los nervios… (Jugar y esas otras “cosas de niños”)

responder
hptkdodeporvida 18 junio 2020 - 11:58 AM

cuando estaba en la oficina tenia tiempo para entrar en el foro..ahora que estoy en casa apenas entro…se curra mas en casa…jaja..yo quiero volver a la oficina…

responder
Chispas 18 junio 2020 - 12:10 PM

Allá por 2005, en mi empresa pública en España, teníamos técnicamente la posibilidad de hacer teletrabajo. Las dudas eran muchas. Ahora que en mi empresa en Suiza hemos pasado varios meses de teletrabajo (y seguimos parcialmente), lo que pensábamos entonces se confirma:
Es difícil trabajar al 100% porque te distraen.
Como estás en casa, echas horas como un tonto (si eres responsable, porque si eres de los que fichas y vas directo a tomar café, trabajas lo mismo: nada).
Se trabaja mucho, pero es menos eficaz porque no tienes interacción directa con los compañeros.
Y eso de la interacción tiene otra cosa: Tus compañeros dejan de ser compañeros, sino “miembros del chat de la empresa”. Se pierde la identidad de equipo/grupo.
Y sin identidad de equipo, lo que le pase a los demás te importa menos: El empresario gana poder porque si te hace algo, a tus compañeros se la pela. Se pierde fuerza de negociación.

Por otro lado, fiscalmente, en Suiza la cosa está más evolucionada. Nos podemos desgravar hasta una parte del alquiler del piso si lo tenemos que dedicar parcialmente a la actividad profesional. Lo que están mirando ahora es cómo el empresario compensa que pongas a disposición de la empresa tus medios privados. Al fin y al cabo, el empresario se está ahorrando el espacio, la energía en luz y calefacción, mobiliario, etc.

responder
José Manuel 18 junio 2020 - 1:38 PM

“Efectos psicológicos”. Pues la verdad, no entiendo tanto drama. Tiene que haber una increíble cantidad de gente sensible y propensa a la depresión por ahí. Yo estoy de puta madre teletrabajando, para mí son todo ventajas: no tener que madrugar tanto, eliminación de gastos de desplazamiento y desgaste del vehículo (que compensa sobradamente el gasto de luz en casa), poder trabajar en calzoncillos ahora que estamos en verano, riesgo de accidentes intinere 0…hasta puedo recoger de puta madre mis pedidos de Amazon. Y encima no tengo que verle la cara al gilipollas/trepa que hay en cada empresa. Con el resto de compañeros ya socializo con ellos cuando tengo que ir a recoger y entregar documentos o cuando hay alguna reunión. No seáis tan delicados.

responder
oreidubic 18 junio 2020 - 6:29 PM

El problema del teletrabajo (y gordo) es que alguien trabaje poco (y sea una ventaja aparente) y que alguien se de cuenta que el primer alguien no es necesario….

Para muestra la banca…. is alguien espera que después de este periodo abran como antes, lo tiene clarito.

Entre los mundo del cerebrito encerrado en casa y el comercial que necesita salir hay un mundo de matices…

Yo quiero teletrabajo para evitar reuniones ineficaces…. y entre mi enfermedad coronaria y la pandemia, miel sobre hojuelas…. si me muevo es para facturar….. y es para visitar clientes que si los visito yo ellos ya “teletrabajan” porque están en su casa… que no teman… que ya pago yo mi coche, mi internet y lo que haga falta.

responder
Anonimo 22 junio 2020 - 11:47 AM

Lo de los costes para el trabajador es una tontería. Porque Internet ya tenía y no pago más por teletrabajar, luz poco más, etc. Y a cambio me ahorro en gasolina, coche, el tiempo de desplazamiento, etc. Y eso que me ahorro compensa con creces los gastos de más.

responder

Deja un comentario