¿Es WhatsApp gratis o pagamos con información personal?

por David Rubio

WhatsApp-gratisMi madre ha conseguido dominar WhatsApp. Seguro que tu madre o tu abuela también saben mandar fotos por este sistema de mensajería instantánea. Cuando las abuelas del mundo se apuntan a una tecnología, es que esta funciona. No usan Twitter ni Facebook, pero sí WhatsApp a la que consideran mucho más útil para poder comunicarse fácilmente con familiares y amigos. Y, además, es gratis.

WhatsApp está siendo noticia estos días por su anuncio de que no volverá a cobrar la cuota de suscripción: $1 o 0.89€, para Europa. Dicho anuncio ha sido aplaudido por millones de usuarios en el mundo. Nadie quería pagar, aunque fuese menos de 1 euro al año, por un sistema tan utilizado diariamente.

En el comunicado oficial, la empresa propiedad de Facebook ha puesto cara de angelito para decirnos que “muchos de nuestros usuarios no tienen tarjeta de crédito para poder pagar y estaban preocupados por perder el acceso después del primer año de suscripción”.

WhatsApp no quería perder usuarios con la famosa cuota y ha admitido que “el enfoque no ha funcionado bien”. Hay que recordar que desde 2014 forma parte del imperio Facebook que, tras desembolsar unos 19000 millones de dólares, se hizo con la aplicación más importante de mensajería instantánea.

Cuando esa compra se certificó, muchos usuarios temieron que WhatsApp cambiara su estilo o modo de funcionar. ¿Empezarán a meter anuncios tipo Facebook? Pero la realidad es que poco ha cambiado desde 2014. WhatsApp sigue funcionando bien (generalmente) y siendo el sistema de comunicación preferido por millones de usuarios de smartphone en todo el planeta.

WhatsApp no es gratis, comercia con (parte) de nuestra información personal

Tal vez vaya siendo hora de desterrar esa idea de que la tecnología asociada a internet o los dispositivos móviles es gratuita. Ni Google, ni Facebook ni Twitter (ni WhatsApp) son gratis. De acuerdo, no tenemos que pagar dinero para acceder a esos servicios, pero sí pagamos con nuestra información personal, preferencias, aficiones, etc.

Y no es cuestión de ponernos conspiranoicos. Es una realidad. Tantos las redes sociales como los principales motores de búsqueda usan la información personal para establecer estrategias publicitarias más afinadas. Si damos un ‘me gusta’ a una empresa fabricantes de guitarras, tal vez nos aparezca al día siguiente un anuncio de una Gibson Les Paul. Si buscamos móviles en Google, el sistema de Ads de la firma de Mountain View integrará anuncios de smartphones en nuestras próximas búsquedas.

¿Y WhatsApp? Esta aplicación no incluye publicidad, pero como las demás usa información personal con fines comerciales. ¿Alguien ha leído últimamente la política de privacidad de WhatsApp? A pesar de que el sistema ha introducido algunos cambios en los últimos años, su política de privacidad no ha cambiado desde 2012. Y existen diversos puntos controvertidos a los que casi nadie hace caso, porque, como sabemos, ‘nadie’ se lee la política de privacidad de ningún servicio.

¿Hasta qué punto WhatsApp aprovecha nuestra información personal con fines comerciales? Es difícil conocer este asunto al detalle, pero no olvidemos que es propiedad de Facebook y en el imperio de Mark Zuckerberg saben mucho sobre transformar la información en dinero.

Por supuesto, no estamos hablando de que en la sede de WhatsApp en Mountain View vendan las fotos de desnudo que le envías a tu novia a webs pornográficas (esperemos que no), sino de que usan los datos a los que legalmente tienen acceso según la famosa política de privacidad.

En la era de la información, el Big Data hace dinero, y WhatsApp no es una excepción, por mucho que dejen de cobrarnos la cuota.

1 comenta

IMOLA 19 enero 2016 - 9:09 PM

O como los blogs

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