China en las sombras espera el relevo de Repsol en la expropiada YPF

por Luis Cabezas

China en las sombras espera el relevo de Repsol en la expropiada YPF 4China se destaca por la poca publicidad que hace de sus negocios, los chinos tienen un sólo lema “trabajar y trabajar”. Hace once años el comercio entre China y Latinoamérica apenas rebasaba los 7.500 millones de euros, en 2011 creció hasta superar los 183.000 millones de euros, de los cuales 93.000 millones fueron exportaciones chinas y 90.000 importaciones. Este espectacular incremento demuestra el interés de este país por los recursos naturales como petróleo, gas y minerales, que atesoran países como Brasil, México, Chile, Venezuela y Argentina.

China cuenta con muchas compañías petroleras y en la mayoría de los casos son controladas por el Gobierno chino.

Grupo Sinopec (propietario de la empresa petrolera China Petrochemical Corporation), controlada en un 75% por el Estado chino, es el principal socio de Repsol en Brasil tras invertir casi 7.000 millones de euros para adquirir el 40% de la petrolera española. El grupo ya tiene operaciones en Argentina, principalmente en la provincia sureña de Santa Cruz y aporta el 6,6% de la oferta nacional de crudo y el 1,7% de la oferta de gas.

CNOOC (China National Offshore Corporation), con un 64% de su accionariado en manos también del Estado chino está presente en Argentina desde 2010 tras su alianza con la petrolera nacional Bridas. La tercera petrolera china está en plena expansión de su actividad exterior y quiere incrementar el porcentaje de producción de crudo foráneo que actualmente roza el 12%.

Ambas están férreamente controladas por Pekín y un ejemplo es que el actual presidente de Sinopec, Fu Chengyu, fue máximo directivo de CNOOC hasta hace poco más de un año lo que deja denotar quién controla realmente las dos empresas.

Sinochem, que tiene presencia en Brasil.

CNPC (China National Petroleum Corporation), que opera en Venezuela.

En su frenética búsqueda de crudo para alimentar su imparable crecimiento económico el régimen de Pekín está comiéndole terreno a Estados Unidos como principal inversor y socio comercial de muchos países latinoamericanos y ha desbancado a España de su colonialismo.

Desde 2010 el régimen de Pekín viene lanzando una ofensiva para implantar sus multinacionales estatales por muchos países de Latinoamérica, ese mismo año CNOOC adquirió por 2.350 millones de euros el 50% del grupo argentino Bridas que luego pagó a BP 5.382 millones de euros por el 60% de Pan American Energy, la segunda petrolera del país. En marzo del año pasado, Bridas y CNOOC llegaron a un acuerdo para hacerse con las refinerías y ventas de Exxon Mobil en Argentina, Uruguay y Paraguay.

Hace dos años Sinopec pagó 5.300 millones de euros por el 40% de la filial brasileña de Repsol y recientemente adquirió el 30% de la portuguesa Galp en Brasil por 3.540 millones de euros.

Por su parte Sinochem compraba a la noruega Statoil el 40% del yacimiento Peregrino que explota en cuenca de Brasil.

China busca aumentar sus recursos petroleros ya sea mediante ampliaciones de capital o incluso ofreciendo créditos a cambio de crudo. Con este sistema, el Banco de Desarrollo de China le prestó 7.600 millones de euros a Petrobras en 2009 y otros 5.900 millones a Ecuador, este último ya exporta al gigante asiático más de la mitad de su petróleo.

En Venezuela, Sinopec, CNOOC y CNPC invertirán hasta 2016 más de 30.000 millones de euros en cuatro proyectos que prevén la producción de 800.000 barriles diarios muy por encima de los actuales 112.000 así como la construcción de una refinería con capacidad para 200.000 barriles al día.

Además China ha financiado una nueva refinería de Petróleos de Venezuela (PDVSA) en Brasil que operada junto a Petrobras procesará 230.000 barriles diarios. Con su petróleo, Venezuela también está garantizando un préstamo chino de 4.500 millones de euros para financiar la expansión de CNPC con una refinería en Cuba que producirá 150.000 barriles diarios.

Para procesar el petróleo venezolano, China ya está construyendo una gran refinería que procesará 400.000 barriles al día y seguirá alimentando su gigantesca demanda, que este año importará 266 millones de toneladas de petróleo y consumirá 9,4 millones de barriles diarios. Para 2015, la Agencia Internacional de la Energía estima que la demanda llegará a los 11,63 millones de barriles al día.

Aparte de su audacia, los inversores chinos disponen de un importante caudal de dinero para invertir en los recursos naturales de otros países: 2,5 billones de euros que atesoran sus reservas de divisas, las más cuantiosas del mundo.

El gigante asiático no había sido muy escrupuloso a la hora de elegir a sus aliados energéticos, fue uno de los pocos países que se mantuvo presente en Sudán mientras que las organizaciones no gubernamentales denunciaban el genocidio que allí estaba pasando, también se mostró reticente a apoyar el embargo de Estados Unidos y la Unión Europea a la compra de petróleo de Irán ya que se trataba de su mayor proveedor foráneo, aunque finalmente lo hizo.

Las dos petroleras, Sinopec y CNOOC, se encuentran inmersas en un plan de inversión internacional para incrementar sus reservas: tienen dinero, el respaldo del Gobierno y no les importa hacer negocios con gente poco recomendable.

Argentina sería una pieza más en la carrera que mantiene China para sumar hidrocarburos. Por el momento, los capitales chinos se dirigieron a distintos rubros en Argentina, pero en general con perfil bajo, como las inversiones realizadas en 2006 por la corporación estatal china Metallurgical Group Corporation de China Ltd (MCC) en el yacimiento de hierro de Sierra Grande, en la sureña provincia de Río Negro, la compra del noveno banco del país, la filial argentina del Standard Bank, por el que China ha pagado cerca de 500 millones de euros o el importante proyecto de rehabilitación del Ferrocarril Belgrano Cargas, que pretende reintroducir el tren como medio de transporte de mercancías, no solo agropecuarias sino también minerales y fertilizantes y abrir el llamado “paso entre el Pacifico y el Atlántico”, ahora reducido al trafico de camiones. La operación esta financiada por el Banco de Desarrollo de China y será realizada por la Compañía China de Exportación-Importación de Máquinas y Equipos (CMEC).

El interés de China por el acceso a reservas de petróleo es de sobra conocido. Según el diario económico argentino El Cronista “No hay un CEO de una petrolera latinoamericana importante, ni uno solo, con el que los chinos no hayan hecho contactos”.

Sedientas de petróleo, las compañías chinas están ansiosas por ocupar el lugar que dejó Repsol en Argentina por culpa de la nacionalización de YPF, el principal motivo de este interés radica en el gigantesco yacimiento de hidrocarburos de Vaca Muerta, hallado en noviembre al suroeste del país en la provincia de Neuquén, en la Patagonia. Con el equivalente a 927 millones de barriles de petróleo, era el mayor descubrimiento de crudo en la historia de Repsol y requería una inversión de 25.000 millones de euros para su explotación.

Mientras el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner maquinaba la expropiación, la empresa española estaba negociando vender el 57% de YPF a Sinopec por unos 6.000 millones de euros. Tras la intervención, el portal chino Caixin.com ha desvelado que Sinopec estaba dispuesta a seguir adelante con la compra y a desembolsar hasta 15.000 millones de euros.

Por su parte el ministro de Planificación argentino, Julio de Vido deslizó que la compañía China Petrochemical Corp, invertiría 10.000 millones de dólares en la “nueva YPF” donde el Estado argentino pasa a ser el principal accionista y quien impone las reglas de juego. La intención de Julio De Vido es tentarlos a que lo hagan en Vaca Muerta, uno de los yacimientos de hidrocarburos más grandes del planeta, según el Departamento de Estado norteamericano. Se trata de una veta prácticamente inexplorada cuya explotación permitiría a Argentina no sólo autoabastecerse sino vender excedentes a los países vecinos.

Esta visto que cualquier compañía occidental se lo pensaría dos veces, visto el precedente, de invertir en un país tan inestable jurídicamente como Argentina, sin embargo China no.

 

8 comentarios

Copero 7 mayo 2012 - 5:58 PM

No sea malo D. Luis…

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No me insinúe que Argentina expropió YPF para hacer caja…expropio a 4.000 y vendo a 15.000. Ya debería saber que lo importante era que YPF volviera a Argentina y esas cosas.

[mode ironic off]

Un cordial saludo. 

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rcalber 7 mayo 2012 - 6:35 PM

Pues ojo con las novedades de Bolivia.
http://www.expansion.com/2012/05/07/empresas/energia/1336407389.html?a=f1a73b33c04e3d1c3e8eab6d1cc5273c&t=1336408407
 
       Vamos, que lo llaman expropiaciones cuando son apropiaciones.
 

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Ktulu 7 mayo 2012 - 6:46 PM

La duda es si los chinos van a invertir mas en la vaca burra o en la vaca muerta.

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TUKIFER 7 mayo 2012 - 8:03 PM

Va listo aquel pais que haga lo mismo que el Gobierno Argentino con YPF a la empresa española REPSOL. Si se lo hace a China o alguna empresa china lo más gordo que iban a cagar(con perdon) es agua. Y es que España por mucho que queramos pues … Es lo que hay.

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Droblo 7 mayo 2012 - 8:35 PM

5Carlos Lopez 
¿2013? ¿Tan tarde?

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santi27 7 mayo 2012 - 10:06 PM

A mi me parece que el final de esto es sencillo, los argentinos pagaran muchísimo mas por el carburante y cuatro de ellos se forraran a cambio de lo que paguen de mas todos ellos y lo del yacimiento ese me suena a engaña bobos porque si esperan que venga un chino a pagar 15 mil millones y que invierta 28 mil mas en pozos a cambio de cuencas y cristalitos de colores como que eso ya no cuela pero bueno tiempo al tiempo.
 

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ptt 7 mayo 2012 - 11:31 PM

Conclusión:
España y Argentina pierden y… como siempre la banca gana (China en este caso).

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