A veces pensamos que nuestras actividades económicas son plenamente racionales pero hay gente por ahí muy lista que te dirán lo contrario, es lo que pasa cuando pones a unos matemáticos a estudiar ciertas interacciones sociales y surge la teoría de juegos la cual ha ofrecido a investigadores de una variedad de campos, desde la psicología hasta la economía, una oportunidad de probar los comportamientos humanos bajo condiciones controladas. Esto da cabida a grandes interrogantes – por ejemplo, son los humanos actores racionales cuando el dinero está de por medio – para ser probados en situaciones donde los comportamientos que se desvían de las expectativas son fáciles de detectar.
Para comprobarlo vamos a ver dos juegos de estos que diseñan los matemáticos cuando se aburren, uno hoy y otro mañana. Empecemos por el primero, todo un clásico.
Subasta de un dólar.
Os propongo este juego cuando estéis con los amigos y no tengáis para pagar vuestra cerveza, aunque el original se hacía con un billete de dólar por aquello de optimizar beneficios propongo que lo hagáis con un billete de 10 Euros. Lo mostráis y lo ponéis a subasta con estas condiciones.
- El billete será entregado a aquél que ofrezca el valor más alto, debiendo este comprador pagar la puja que haya realizado.
- El solicitante que ofreció el precio inmediatamente inferior debe también pagar la puja efectuada, sin obtener nada a cambio de este pago.
En el caso de la subasta, lo lógico es pensar que la puja empieza por 1 céntimo de Euro ya que el pujador obtendría 9,99€ de beneficio, claro, que eso mismo piensan todos y van subiendo la subasta céntimo a céntimo (o algo más en cuando la cosa se pone aburrida) hasta que se llega a pujar por 9,99€, en ese momento tenemos 1 céntimo de € de beneficio que si bien no nos llena el bolsillo, si nos llena el ego. ¿Pero qué ocurre a partir de los 10€?
- Se puede pujar por 10 dólares y 1 centimo, ganado la subasta pero perdiendo 1 céntimo.
- Se pueden dejar las cosas como están y perder 9.99€
Shubik, que fue el malvado inventor de este juego, comentó que en condiciones reales (él mismo lo probó con sus estudiantes de economía en Yale) un solo dólar puede ser subastado en un rango de 3 a 4 dólares. Un benefición que no está nada mal.
Como véis tenemos por un lado una “escalada de conflictos” que de alguna manera pretende justificar una mala inversión (pagar, por ejemplo, 11 Euros por un billete de 10) de cualquier manera, bien sea por el tiempo invertido o simplemente porque el otro apostador no gane. La frase que solemos escuchar en estos casos es “no lo hago por el dinero” o “el dinero ya no importa”
¿Cuántas veces hemos estado en una cola enorme y no nos hemos ido, pese a todo lo que queda, porque ya llevamos ahí mucho tiempo? ¿Y cuándo llamamos a un 902 y nos tienen 5 minutos esperando? ¿colgamos o seguimos esperando? ¿Y cuando llevamos 5 minutos viendo publicidad en la tele? ¿Vamos a tirar esa inversión de tiempo cambiando de canal? o incluso yendo a temas personales ¿Sigo con mi pareja por el mero hecho de llevar 10 años con ella? ¿Tengo que aguantar mi trabajo, que no me gusta, sólamente por mantener un ridícula indeminización en caso de despido?. Claro, que también le ocurren a las empresas cuando siguen invirtiendo en ciertos productos destinados al fracaso, por el mero hecho de haber invertido en ellos muchos millones en el pasado e incluso también le ocurre a los países, un caso extremo podría ser la guerra de Iraq, retirarse podría ser la mejor opción pero ¿después de haber invertido tanto dinero/tiempo/vidas?
En este caso, sólo tenemos 2 opciones. O evitar las ocasiones en las cuales nos sometemos a esta subasta del dólar (en las que generalmente invertimos tiempo) u optar por la colaboración para que el “timador” acabe siendo timado (de tal manera que uno apueste sólo un céntimo y entre los dos nos repartamos el beneficio). No obstante, lo mejor es darse cuenta de los errores cometidos, reconocerlos y actuar en consecuencia pese a que eso nos lleve a unas pérdidas que de esa manera, serán mucho más limitadas.
Y es que, amigos, pese a que nos duela reconocerlo, no podemos ganar en todas nuestras inversiones ya que siempre puede haber gente más lista o con más información o con más suerte que nosotros, si ese es el caso, lo mejor es no pujar y que se lleven ellos el premio, no vaya a ser que lleguemos a una escalada de conflictos.