Jerjes
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http://www.elpais.com/articulo/semana/Primero/panico/luego/elpepueconeg/20090215elpneglse_2/Tes
Artículo desolador sobre el peligro de la deflación en el sistema financiero Internacional (aqui y allá,... partout)
"- La medida del miedo. Si la recesión que impera ya en todos los países avanzados evoluciona a una deflación, el panorama sería mucho más sombrío. Y la comparación con la Gran Depresión de los años treinta, el peor episodio de la economía occidental en el último siglo, menos descabellada. Los analistas anglosajones no tienen empacho en caracterizar a la deflación como "el coco" o "el hombre del saco". Un temor que Antón Costas, catedrático de Economía Política de la Universidad de Barcelona, sintetizó hace dos semanas con un símil: los economistas tienen muy ensayadas las recetas para enfriar la economía y los precios. Pero lo que se arregla con un baño de agua fría, si la temperatura baja demasiado, es mucho más difícil de revertir luego. Es más fácil combatir la fiebre que la hipotermia."
El yen se está apreciando de forma exponencial y vertiginosa en los mercados, pasando de 118,5 a los 117,2 en tan solo una hora. Pero aun es pronto para saber lo que sucederá cuando abran los mercados europeos y americanos.
La expectación y la incertidumbre es máxima, pero algo me dice que no veremos un dólar fuerte enseguida.
Coñe!!, pero si he pasado de ser "Miembro" a conseguir el status de "Señor Miembro". Que nadie se sienta capidismimuido por este título homenaje a la frecuencia posteadora, porque mucho me temo que no está relacionado con la virilidad.
Para los más perezosos en dirigirse a las direcciones que aqui se citan, copio otros párrafos del artículo antes mencionado:
"Lecciones de un haraquiri a cámara lenta. El rastro de la deflación no era muy difícil de seguir en el mercado japonés: los productos chinos, más baratos y de peor calidad, se colaron por todos lados. Keiichiro Kobayashi, investigador del reputado instituto Rieti, de Tokio, cree que "el riesgo de deflación en Europa y Estados Unidos es muy alto, dada la fuerte contracción del consumo". Japón tardó mucho tiempo en bajar los tipos de interés por miedo a provocar una inflación excesiva. Y cuando lo hizo, la inyección de liquidez quedó atascada en un sistema bancario zombi, incapaz de digerir una montaña de activos devaluados.
Kobayashi aplaude las medidas fiscales pero advierte que su efecto es "temporal". Para el investigador japonés, lo crucial es la intervención masiva en el sistema financiero para recuperar la confianza. "Inyectar capital en los bancos es sólo el primer paso. Hay que gastar dinero público en comprar activos tóxicos y sanear los balances de las firmas y hogares endeudados", añade Kobayashi, que aboga por cerrar las entidades inviables cuanto antes.
- Bernanke 'versus' Trichet. El temor a la deflación es muy distinto a ambos lados del Atlántico. Y la psicología también pesa en las intricadas reflexiones de los bancos centrales. La influencia de la Gran Depresión es palpable en las decisiones tomadas por el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke. No sólo bajó los tipos de interés al 0%, también anunció que no dudará en apretar el botón de imprimir billetes para comprar todo tipo de títulos de deuda de empresas y familias. El Banco Central Europeo, muy condicionado por el recuerdo de la hiperinflación alemana en el primer cuarto del siglo XX, dosifica sus actuaciones."
Artículo desolador sobre el peligro de la deflación en el sistema financiero Internacional (aqui y allá,... partout)
"- La medida del miedo. Si la recesión que impera ya en todos los países avanzados evoluciona a una deflación, el panorama sería mucho más sombrío. Y la comparación con la Gran Depresión de los años treinta, el peor episodio de la economía occidental en el último siglo, menos descabellada. Los analistas anglosajones no tienen empacho en caracterizar a la deflación como "el coco" o "el hombre del saco". Un temor que Antón Costas, catedrático de Economía Política de la Universidad de Barcelona, sintetizó hace dos semanas con un símil: los economistas tienen muy ensayadas las recetas para enfriar la economía y los precios. Pero lo que se arregla con un baño de agua fría, si la temperatura baja demasiado, es mucho más difícil de revertir luego. Es más fácil combatir la fiebre que la hipotermia."
El yen se está apreciando de forma exponencial y vertiginosa en los mercados, pasando de 118,5 a los 117,2 en tan solo una hora. Pero aun es pronto para saber lo que sucederá cuando abran los mercados europeos y americanos.
La expectación y la incertidumbre es máxima, pero algo me dice que no veremos un dólar fuerte enseguida.
Coñe!!, pero si he pasado de ser "Miembro" a conseguir el status de "Señor Miembro". Que nadie se sienta capidismimuido por este título homenaje a la frecuencia posteadora, porque mucho me temo que no está relacionado con la virilidad.
Para los más perezosos en dirigirse a las direcciones que aqui se citan, copio otros párrafos del artículo antes mencionado:
"Lecciones de un haraquiri a cámara lenta. El rastro de la deflación no era muy difícil de seguir en el mercado japonés: los productos chinos, más baratos y de peor calidad, se colaron por todos lados. Keiichiro Kobayashi, investigador del reputado instituto Rieti, de Tokio, cree que "el riesgo de deflación en Europa y Estados Unidos es muy alto, dada la fuerte contracción del consumo". Japón tardó mucho tiempo en bajar los tipos de interés por miedo a provocar una inflación excesiva. Y cuando lo hizo, la inyección de liquidez quedó atascada en un sistema bancario zombi, incapaz de digerir una montaña de activos devaluados.
Kobayashi aplaude las medidas fiscales pero advierte que su efecto es "temporal". Para el investigador japonés, lo crucial es la intervención masiva en el sistema financiero para recuperar la confianza. "Inyectar capital en los bancos es sólo el primer paso. Hay que gastar dinero público en comprar activos tóxicos y sanear los balances de las firmas y hogares endeudados", añade Kobayashi, que aboga por cerrar las entidades inviables cuanto antes.
- Bernanke 'versus' Trichet. El temor a la deflación es muy distinto a ambos lados del Atlántico. Y la psicología también pesa en las intricadas reflexiones de los bancos centrales. La influencia de la Gran Depresión es palpable en las decisiones tomadas por el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke. No sólo bajó los tipos de interés al 0%, también anunció que no dudará en apretar el botón de imprimir billetes para comprar todo tipo de títulos de deuda de empresas y familias. El Banco Central Europeo, muy condicionado por el recuerdo de la hiperinflación alemana en el primer cuarto del siglo XX, dosifica sus actuaciones."
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