Se abre la veda para para las promesas electorales. De las que más se hablará serán, sin duda, de las económicas, tras la decisión del partido gobernante de centrar la campaña en ese tema, tratando de desviar la atención de todo lo demás. Y la verdad es que hace bien en seguir esta estrategia; tras cuatro años de penosos ajustes en los que la clase media y trabajadora se ha empobrecido, en los que los salarios han disminuido al tiempo que aumentaba el desempleo (hay que recordar que las encuestas de población activa con balance positivo tienen un historial aún demasiado breve y discutible, debida a la consabida precariedad), en estos años, en los que se ha pasado de estar al borde del rescate europeo a lograr un crecimiento del PIB de los más altos en la UE, han dado un gran peso argumental a unas políticas económicas que, a pesar de ser discutibles en la justicia e igualdad generada, otorgan una buena base de partida para sus defensores. Limitándonos a observar las propuestas en lo referente a IRPF, IVA, Impuesto sobre Sociedades, Patrimonio y algún pequeño aspecto más, más que nada por curioso y por falta de espacio, podemos observar las siguientes propuestas.
Así, desde el Partido Popular se baraja la posibilidad de disminuir el conflictivo IVA cultural, a ver si así el pobre y vituperado Ministro José Ignacio Wert le dejan ir a la gala de los Goya de una vez sin sacarle los colores. De hecho podría reducirse el tipo al 10%, medida que también se aplicaría a espectáculos taurinos (que aún forman parte de la cultura, le pese a quien le pese), peluquerías y productos de parafarmacia. En este aspecto, es curioso que no se considere producto de primera necesidad el agua, electricidad y gas de uso doméstico, a pesar de la demanda social que existe al respecto.
Además, ante los buenos resultados de la recaudación del año pasado: 174.987 millones de euros de ingresos por impuestos, el partido gobernante considera que hay margen para preparar una nueva bajada de los tipos impositivos del IRPF para la próxima campaña en el 50% de la escala que controla el Estado, dependiendo la otra mitad del criterio de las Comunidades Autónomas.
En cuanto al principal partido de la oposición, las propuestas económicas pasan por recaudar más para reducir el déficit y poder así sostener el estado del bienestar. Esto supone medidas como integrar el Impuesto sobre el Patrimonio dentro del IRPF y equiparar los rendimientos del trabajo y del ahorro «para que pague menos la clase media y más la alta», según el secretario de economía del PSOE, Manuel de la Rocha. Otras medidas serían introducir un mínimo elevado en el Impuesto de Sucesiones, para que no afecte a las clases menos favorecidas, implantar un IVA reducido del 5% a la cultura y a productos sanitarios, entre los que se incluyen los pañales, aunque el tipo general seguirá al 21%. En cuanto al Impuesto de Sociedades, proponen un mínimo del 15% y eliminar muchas deducciones.
Otra serie de medidas sería atender a la petición de la organización de inspectores de Hacienda, al elegir al director de la Agencia Tributaria en el Congreso de los Diputados por un periodo de seis años, eliminando además los cargos políticos de la misma. Medida curiosa, teniendo en cuenta que hace cuatro años ellos mismos elegían estos cargos. Por último, con respecto al escabroso tema de las SICAV, anuncian que no subirán los tipos (que no se asuste nadie), con lo que seguirán tributando al 1%, pero que lucharán contra el fraude, lo cual tranquiliza mucho.
Izquierda Unida, centra sus propuestas económicas en una mayor imposición a las clases privilegiadas, contemplando un impuesto especial al lujo, una propuesta para el Impuesto de Sociedades, que limitaría las deducciones a un máximo del 3% de la base imponible (más un 5% complementario si se crea empleo estable) además de implantar un tipo del 35% para los beneficios empresariales de más de un millón de euros. Se apuntan igualmente, a la idea de que tributen en la misma base imponible rentas del trabajo y del capital en el IRPF. En cuanto al IVA, su programa apunta que tanto la cultura, como ciertos medicamentos tributarían al 4%. Por último, proponen un recargo del 100% de la cuota del Impuesto de Bienes Inmuebles para pisos vacíos y la aplicación de un Impuesto sobre las transacciones Financieras (la famosa “tasa Tobin”).
Ciudadanos por su parte posiblemente haya presentado las propuestas más polémicas de todas, sobre todo en lo referente al IVA, donde habla de reducir los tipos de gravamen sólo a dos: el general del 18% y el reducido del 7%. Esta subida de IVA de los productos de primera necesidad se compensaría con una bajada del IRPF, que reduciría sus tramos a tres (de los cinco que hay en la actualidad), quedando los mismos en el 18% hasta 22.500 euros, en el 28% entre 22.500 y 75.000 euros y en el 42% a partir de 75.000 euros. El Impuesto de Sociedades también cambiaría sustancialmente, bajando el tipo del 28 al 20%, pero eliminando deducciones. Además, sugiere un Impuesto de Patrimonio con tipos más bajos que los actuales y un mínimo exento de un millón de euros. Por último, su programa también habla de una renta complementaria para las familias con menos ingresos, que puede alcanzar hasta los 5.500 euros por hogar.
La formación que ya parece no estar de moda, Podemos, también pretende convertir el IRPF en un impuesto que grave por igual a las rentas procedentes del trabajo y del ahorro y eliminar la tributación por módulos así como las desgravaciones por la tributación conjunta de los matrimonios. De todos modos, el programa económico de esta formación no hace sino sufrir continuos cambios, de modo que muchas propuestas que iban en el programa para las elecciones europeas han desaparecido en la actualidad, aunque siguen apostando por la recuperación del Impuesto sobre la Riqueza, así como por la implantación de la “tasa Tobin” y de la creación de un sistema de Renta Básica, aunque poco a poco van moderándose en su discurso.
En definitiva, multitud de propuestas entre las que destacan por ahora, por su concreción las elaboradas por el PSOE, Izquierda Unida y Ciudadanos. Las del PP, por su parte, sólo muestran una continuación de lo llevado a cabo hasta ahora, lo contrario sería ilógico. Y en cuanto a Podemos siguen dando lecciones de baile proponiendo y retirando medidas sin concretar gran cosa. Aún hay tiempo, hasta de ver barbaridades por parte de cualquier formación, si se lo proponen.