¿Llegaremos a una regulación amplia de la dación en pago?

Sin ningún tipo de dudas entre los últimos meses, y años realmente, se ha venido a generar una auténtica preocupación social motivada por la situación de las familias incapaces de afrontar los pagos de amortización de sus préstamos hipotecarios, y, las situaciones posteriores derivadas de este hecho que, como sabemos, en muchos casos están cometiéndose directamente en situaciones de desahucio verdaderamente dramáticas para quien la sufre.

Realmente, la situación es muy complicada, se dan en estas realidades muchos elementos en los que todas las partes implicadas pueden reclamar estar en lo cierto incluso, por supuesto, acogerse a la legislación vigente como elemento de fundamento para demostrar esa asistencia de razón.

Debemos tener en cuenta por supuesto que las nuevas realidades necesariamente no tienen porque sustentarse en los viejos modelos ni económicos ni, en cierta medida, prácticos, y es por ello que debates tan intensos e interesantes como llegar a una aplicación amplia de la dación en pago deben ser probablemente parte de los debates de futuro dentro del sector inmobiliario y financiero de nuestro país.

En esencia la dación en pago vendría a decir que, explicado de manera muy simple, un usuario incapaz de hacer frente de manera justificada a los pagos de su préstamo hipotecario podría entregar a la entidad emisora de dicho préstamo la vivienda en concepto de pago de la deuda generada entre ambas partes, no quedando posteriormente ningún rastro de deuda ni de obligación entre las partes.

Como sabemos a fecha de hoy, aunque se están dando pasos tímidos en este sentido, un usuario que incluso se vea obligado a abandonar su vivienda puede perfectamente seguir manteniendo, como hecho ocurre, un proceso de deuda abierto con la entidad financiera emisora del préstamo, lo cual genera realmente dos problemas tremendos a quien los sufre por un lado el hecho del abandono de su vivienda habitual y por otro el hecho de mantener acumulado una deuda que se convierte en un lastre para tratar de recomenzar y relanzar su vida.

La dación en pago no es una figura utópica, de hecho, en un modelo de aplicación de máximos, el usuario no debiera tan siquiera ni abandonar la vivienda, ya que, esta podría pasar a manos de la entidad financiera quien generaría una suerte de modelo de alquiler pactado a medio o largo plazo en espera de la resolución de la situación que, garantizara a ambas partes un cierto equilibrio.

No cabe ninguna duda, porque de hecho en determinadas comunidades autónomas ya se está comenzando a generar acciones por parte de las entidades financieras al menos en el sentido de aceptar la parte básica de la dación en pago, que esta realidad en nuestro país afronta, necesita como decimos de nuevas situaciones y marcos de relación entre usuarios y entidades financieras, en los que la dación en pago va a jugar un papel muy importante a futuro.

Imagen:  Eneas flickr creative commons

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