Aunque estas cosas son normales, no es muy frecuente que salga en prensa. Por eso lo traigo aquí, para los que creen que todo el trabajo de funcionarios es trabajo de oficina:
Pescadores ilegales amenazan a inspectores de Pesca de la Junta Tuvieron que ser escoltados por la Policía Portuaria para abandonar el puerto Ser inspector de Pesca de la Junta es una profesión de riesgo. El lunes de madrugada la tripulación de la lancha de Inspección Pesquera fue amenazada por pescadores ilegales sorprendidos in fraganti. Al final, los inspectores tuvieron que abandonar el puerto escoltados por la Policía Portuaria. Todo ocurrió el lunes pasado. Sobre las 00:30 la embarcación de Inspección Pesquera de la Junta de Andalucía Río Vélez comunicó al centro de control del puerto que llevaba a bordo a cuatro pescadores que habían caído al agua en la dársena de la terminal de contenedores. Tras ser desembarcados, los cuatro chanqueteros rescatados quedaron a disposición de la Policía Portuaria que, a instancias de los mismos pescadores, pidió asistencia médica.
Según la versión de diversos pescadores, la chalana que se encontraba faenando ilegalmente en la dársena del muelle número 9 fue embestida por la embarcación de la Junta. Otro grupo de pescadores ilegales, en cambio, indicó que fue el aguaje de los motores de la lancha de Inspección la que provocó la caída a la mar de los chanqueteros. Una ambulancia del SAS se personó en el puerto, pero ninguno de los cuatro pescadores sufría lesión alguna. No obstante, los chanqueteros fueron trasladados al Hospital Clínico.
Minutos después, la tripulación del Río Vélez requería la presencia de la Policía Portuaria en la zona de atraque de esta embarcación (espigón pesquero norte), ya que un grupo de agitados pescadores que había saltado la valla que separa la zona pesquera del muelle 7, se encontraba esperando la embarcación de la Junta.
Los pescadores fueron desalojados del lugar. A continuación, inspectores y agentes de la Junta en compañía de miembros de la Policía Portuaria se dirigieron al muelle número 9, donde, minutos antes habían dejado amarradas dos lanchas y un arte de pesca. Ante la imposibilidad de sacar las barcas ilegales, los agentes de Inspección Pesquera sólo requisaron las redes. Minutos antes de las 3:30 y con un grupo de 20 pescadores esperando a los tripulantes del Río Vélez a la altura del río en el Puente Nuevo (zona de San Andrés), la Policía Portuaria tuvo que montar un operativo de escolta con el que la tripulación de la embarcación dejaba el puerto. Al parecer, al día siguiente un inspector de la Junta requirió la presencia de la Guardia Civil ante la presencia de un grupo de personas en las inmediaciones de su casa.
Ayer, la delegada de Agricultura y Pesca de la Junta, Mónica Bermúdez, confirmó que hay cuatro pescadores ilegales identificados. Son todos varones y vecinos de Málaga. “Se les llama bolicheros, pero son delincuentes”, apuntó. Su actividad infringe la Ley de Pesca porque faenan con artes ilegales, sin autorización, en embarcaciones no registradas, sin tener la titulación requerida, en zonas donde no se puede pescar y utilizan sustancias no permitidas para conservar sus capturas. El patrón del Río Vélez prestó declaración sobre lo ocurrido ante la Guardia Civil, una fuerza de seguridad que según Bermúdez, colabora estrechamente con la Junta para que los inspectores puedan hacer su labor. Según la delegada, las amenazas e insultos de los bolicheros hacia el personal de Inspección Pesquera “es algo muy habitual”. —o—
Personalmente, en varias ocasiones he tenido que solicitar la asistencia de las fuerzas de orden publico para poder desarrollar mi labor. Pero esas no han salido en los periodicos. Y he realizado inspecciones que, comenzadas a las 10 de la mañana, no han terminado hasta las 3 de la madrugada. Luego mi Director General recibia quejas por la excesiva duracion de las inspecciones. Él se disculpaba al inspeccionado, pero luego a mi me llegaba una nota de felicitación. Aunque no todos los directores generales se comportan igual, algunos, ni te miran a la cara. Esos deben ser a los que se referia Rosell.
3 comentarios
Ahora a los politicos no los podemos dividir en derechas e izquierdas.
Ahora los tenemos que dividir en sinvergüenzos y sinvergüenzas.
fali, pues siento decirte que aun hay mucha gente que piensa que la culpa es de zapatero, cuando es demostrable que no es así.
Aunque estas cosas son normales, no es muy frecuente que salga en prensa. Por eso lo traigo aquí, para los que creen que todo el trabajo de funcionarios es trabajo de oficina:
Pescadores ilegales amenazan a inspectores de Pesca de la Junta
Tuvieron que ser escoltados por la Policía Portuaria para abandonar el puerto
Ser inspector de Pesca de la Junta es una profesión de riesgo. El lunes de madrugada la tripulación de la lancha de Inspección Pesquera fue amenazada por pescadores ilegales sorprendidos in fraganti. Al final, los inspectores tuvieron que abandonar el puerto escoltados por la Policía Portuaria. Todo ocurrió el lunes pasado. Sobre las 00:30 la embarcación de Inspección Pesquera de la Junta de Andalucía Río Vélez comunicó al centro de control del puerto que llevaba a bordo a cuatro pescadores que habían caído al agua en la dársena de la terminal de contenedores. Tras ser desembarcados, los cuatro chanqueteros rescatados quedaron a disposición de la Policía Portuaria que, a instancias de los mismos pescadores, pidió asistencia médica.
Según la versión de diversos pescadores, la chalana que se encontraba faenando ilegalmente en la dársena del muelle número 9 fue embestida por la embarcación de la Junta. Otro grupo de pescadores ilegales, en cambio, indicó que fue el aguaje de los motores de la lancha de Inspección la que provocó la caída a la mar de los chanqueteros. Una ambulancia del SAS se personó en el puerto, pero ninguno de los cuatro pescadores sufría lesión alguna. No obstante, los chanqueteros fueron trasladados al Hospital Clínico.
Minutos después, la tripulación del Río Vélez requería la presencia de la Policía Portuaria en la zona de atraque de esta embarcación (espigón pesquero norte), ya que un grupo de agitados pescadores que había saltado la valla que separa la zona pesquera del muelle 7, se encontraba esperando la embarcación de la Junta.
Los pescadores fueron desalojados del lugar. A continuación, inspectores y agentes de la Junta en compañía de miembros de la Policía Portuaria se dirigieron al muelle número 9, donde, minutos antes habían dejado amarradas dos lanchas y un arte de pesca. Ante la imposibilidad de sacar las barcas ilegales, los agentes de Inspección Pesquera sólo requisaron las redes. Minutos antes de las 3:30 y con un grupo de 20 pescadores esperando a los tripulantes del Río Vélez a la altura del río en el Puente Nuevo (zona de San Andrés), la Policía Portuaria tuvo que montar un operativo de escolta con el que la tripulación de la embarcación dejaba el puerto. Al parecer, al día siguiente un inspector de la Junta requirió la presencia de la Guardia Civil ante la presencia de un grupo de personas en las inmediaciones de su casa.
Ayer, la delegada de Agricultura y Pesca de la Junta, Mónica Bermúdez, confirmó que hay cuatro pescadores ilegales identificados. Son todos varones y vecinos de Málaga. “Se les llama bolicheros, pero son delincuentes”, apuntó. Su actividad infringe la Ley de Pesca porque faenan con artes ilegales, sin autorización, en embarcaciones no registradas, sin tener la titulación requerida, en zonas donde no se puede pescar y utilizan sustancias no permitidas para conservar sus capturas. El patrón del Río Vélez prestó declaración sobre lo ocurrido ante la Guardia Civil, una fuerza de seguridad que según Bermúdez, colabora estrechamente con la Junta para que los inspectores puedan hacer su labor. Según la delegada, las amenazas e insultos de los bolicheros hacia el personal de Inspección Pesquera “es algo muy habitual”.
—o—
Personalmente, en varias ocasiones he tenido que solicitar la asistencia de las fuerzas de orden publico para poder desarrollar mi labor. Pero esas no han salido en los periodicos.
Y he realizado inspecciones que, comenzadas a las 10 de la mañana, no han terminado hasta las 3 de la madrugada. Luego mi Director General recibia quejas por la excesiva duracion de las inspecciones. Él se disculpaba al inspeccionado, pero luego a mi me llegaba una nota de felicitación. Aunque no todos los directores generales se comportan igual, algunos, ni te miran a la cara. Esos deben ser a los que se referia Rosell.