No se recuerda una EPA con mejores resultados. No se tenía constancia de un estado de satisfacción en nuestro Presidente (que vaya vida llevaba con los Gürtel, el ex amigo Bárcenas, el órdago secesionista de Mas y sus catalanistas, aunque la familia Pujol de alguna que otra alegría, y la lista podría seguir…). Por fin, tras mucho tiempo de espera unos buenos datos casi incontestables sobre la creación de empleo: España crea empleo neto, la tasa de paro disminuye, las afiliaciones a la Seguridad Social aumentan, etc., y sólo una parte se puede achacar al elemento coyuntural del turismo. Realmente se observa un cambio de tendencia y ya están todos los líderes del PP (los que no son Fabra o Matas) diciendo a voz en grito: “¿Lo veis? Llevábamos razón con los ajustes”.
Porque basta este buen dato, teniendo en cuenta además que se produce con un crecimiento del PIB de apenas un 1% (frente al 2% tradicional que se precisaba para crecer el empleo en España), para que nuestros gobernantes justifiquen el sacrificio exigido. Así, nuestro Presidente habla de que esta mejora del empleo «no es coyuntural sino estructural», y que «se está viendo acompañada también por la calidad del empleo». Los datos en los que se basan estas declaraciones son la mayor creación de contratos indefinidos que en años anteriores en las mismas fechas, de hecho, la EPA de junio de 2013 indicó que todo el empleo generado fue temporal: se crearon 151.600 trabajos temporales frente a la destrucción de 66.000 indefinidos. Y como resultado, toda la ocupación generada entre abril y septiembre se destruyó entre octubre y marzo.
El panorama en esta última EPA es mucho más alentador. De hecho, de los 402.400 nuevos empleos asalariados, unos 180.200 fueron indefinidos (44,2%), y de ellos, el 94% a tiempo completo; la pega está en que de esos 180.200, 48.000 son fijos discontinuos, lo que los liga a la temporalidad de la temporada alta turística aunque normalmente sean contratos suscritos por empresas estables. De los 207.000 temporales (el resto hasta los 402.400 son autónomos), 96.500 (47%) tienen un contrato inferior a tres meses.
Sin embargo, no todo son buenas noticias, de hecho, a pesar de los buenos datos, no deberían ser tan amplias las sonrisas en las caras de nuestros políticos, ni sonar tan fuertes sus autopalmadas en las espaldas. Así tenemos una serie de datos muy preocupantes aún:
- La precarización sigue avanzando. De hecho, uno de cada seis empleos (el 16,4%) tiene un contrato parcial, siendo ya 2.800.000 personas las que trabajan con este tipo de contrato. Este trimestre, el empleo por horas ha crecido en89.200 personas y los datos apuntan a que se está contratando a media jornada para exigir luego la jornada completa al trabajador con el pago de horas extras en negro al mismo. Esto está ocurriendo en hostelería y restauración, al abrigo de los buenos datos de la temporada turística.
- Desempleo de larga duración. Aunque la cifra ha caído en 106.900 respecto al trimestre anterior, sigue habiendo 2.868.900 personas que no han trabajado un solo día en el último año. Si esto lo analizamos junto con el número dehogares con todos sus miembros en paro, 1.834.000, la situación sigue siendo dramática en demasiados hogares, a pesar de la bajada de esta última cifra en 145.000 hogares.
- Emigración. Según datos del INE, más de 91.645 salidas netas (es decir, descontando las entradas o retornos) de emigrantes españoles se han producido desde la llegada al gobierno del PP, es decir, entre los años 2011 y 2013; del 2014 no hay datos todavía publicados por el INE, pero se estima que superarán los 40.000.
- Masa salarial. A pesar del aumento del empleo, según datos de Hacienda, la masa salarial en España: el total de sueldos y salarios pagados en el país, se mantiene más o menos estable desde el año pasado. Lo que indica; primero, que los salarios pagados siguen bajos o incluso con tendencia a la baja; segundo, que la contratación parcial es en muchos casos para cubrir puestos que podrían hacerse con una sola persona, pero que se cuenta con dos contratados parciales para hacer uso de ellos en forma de horas extras en negro y tercero, que con el nivel de sueldos actuales, es muy complicado que una familia pueda cubrir sus necesidades mínimas, lo que significa que el consumo interno no será a corto plazo un elemento dinamizador de la economía. De hecho, una prueba de este hecho es el aumento de trabajadores con empleo que entran en riesgo de pobreza, según las estadísticas del INE.
Y aunque desde 2005 no se tenían tan buenos datos: el empleo intertrimestral ha crecido en 402.400 personas: en tasa interanual se han creado 192.400 empleos; no hay que olvidar que este camino de remontada ni siquiera cubre lo que se perdió desde que Rajoy es Presidente, para ello habría que crear todavía 800.000 empleos para llegar a las 18.153.000 personas ocupadas de 2011 y reducir el paro en 335.600 personas, para alcanzar 5.287.300 de desempleados que había entonces.
Por tanto, y al margen de las felicitaciones que una gran cantidad de organismos internacionales han hecho llegar al ejecutivo, algo que no les hace falta, que para felicitarse se bastan ellos solos, queda mucho trabajo por hacer y que será la siguiente encuesta la que indique realmente si hay un cambio de tendencia o si solo es un ejercicio más de fuegos de artificio de nuestros políticos.