Qué son las permutas de vivienda

 Con mayor o menor intensidad, lo cierto es que en estos últimos años el ciudadano de a pie se ha tenido que acercar a conceptos relativamente lejanos no hace tanto tiempo en aspectos como el financiero, la vivienda, y por supuesto la economía general.

Probablemente cuando hablamos de vivienda, hace unos años pocos ciudadanos habían oído hablar de cuestiones como la dación en pago, las cláusulas suelo o techo, o, como es el caso que nos ocupa, las permutas de vivienda o swapping.

Como este es un tema que nos parece ciertamente interesante vamos a dividir en dos partes el artículo, en esta primera parte vamos a tratar de acercar al lector al concepto de permuta de vivienda, mientras que en el artículo de mañana procuraremos hacerlo desde un punto de vista práctico; es decir cómo se realiza una permuta y que cuestiones hay que tener en cuenta a la hora de realizarla.

La permuta de vivienda llega de manera relativamente oficiosa a nuestro país hace cinco o seis años, está acción de intercambio de viviendas entre particulares, tiene en determinados países del norte de Europa una aceptación muy elevada, ya que, saca de la ecuación en principio a las entidades financieras, cerrando un acuerdo de intercambio entre propietarios.

En esencia la permuta de vivienda se inicia cuando un usuario, por ejemplo, posee una vivienda excesiva para él, bien por el coste de la hipoteca, o bien por motivos personales de espacio, en definitiva por el motivo que sea este usuario desea dos cuestiones, por un lado trasladarse a una vivienda más asequible para sus necesidades, y por otro lado en algunos casos, la posibilidad de acceder de manera añadida a cierta liquidez, esto por ejemplo puede ocurrir perfectamente en el caso que hemos citado, cuando el intercambio se realiza entre una vivienda de mayor valor que la que el otro propietario ofrece, y se pacta en este caso una compensación determinada (pactada por supuesto entre partes) que compense la diferencia de valor de las viviendas.