Cuando el banco se convierte en inmobiliaria (III)

Concluimos esta pequeña serie de artículos dedicada a esa nueva situación derivada de la crisis actual en la cual, un gran número de viviendas, ha pasado a manos de las entidades financieras, que, debido a la situación actual y la evolución del sector en nuestro país, se están viendo obligadas a ejercer prácticamente de inmobiliarias y aportar al mercado de la vivienda un gran número de estas con importantes descuentos.

En el anterior artículo podíamos comprobar las ventajas añadidas de adquirir una vivienda a través de una entidad financiera cuando ésta es la dueña de dicha vivienda, ventajas además de los descuentos que como ya indicábamos en los anteriores artículos están siendo ciertamente importantes sin embargo, tal y como concluyamos el anterior artículo, no todo son ventajas, también pueden surgir elementos que nos hagan plantear la oportunidad de este tipo de compra.

A pesar de que efectivamente se materializan importantes descuentos, debemos tener en cuenta que estos descuentos se materializan sobre los precios ya establecidos anteriormente por las entidades financieras para esas viviendas, precios que punto de partida, suelen ser más caros que los precios habituales de mercado.

A lo anterior debemos sumar el hecho de la poca flexibilidad en la negociación sobre precio algo que es común dentro del mercado de la compra y venta de inmuebles a través de inmobiliarias o particulares, pero que, en este caso, en la compra de una vivienda una entidad financiera, suele ser más rígido.

Por otro lado debemos tener en cuenta que, efectivamente, se nos va a proponer en muchos casos el acceso estas viviendas a través de los llamados préstamos hipotecarios preferentes, efectivamente estos préstamos van a aportar condiciones muy interesantes a priori, sin embargo, aquí también hay cosas que debemos tener en cuenta.

En primer lugar las financiaciones al 100% van a resultar acompañadas siempre de tipos de interés bastante más elevados que la media de estos productos suele presentar, con lo cual, a la hora de aplicar bonificaciones a los tipos de interés éstas parten de un punto más alto que cualquier préstamo hipotecario medio.

Por otra parte debemos tener en cuenta que a la hora de las bonificaciones no vamos a escapar de la relación de vinculación con la entidad para poder obtener dichas bonificaciones, es decir, en muchos casos, por no decir todos, se va a aparejar ese préstamo precedente con todas sus bonificaciones al hecho de la contratación en paralelo de seguros, y, otro tipo de productos financieros todos ellos con sus costes particulares.

Por último debemos tener en cuenta que una gran parte del parque de viviendas de las entidades financieras procede de embargos, por lo cual, aquí hay también dos elementos a tener en cuenta, por un lado el propio estado de las viviendas y por otro, el hecho de que al tratarse de una vivienda de segunda mano, en principio, estaremos sujetos al impuesto de transmisiones patrimoniales y no al llamado IVA reducido.

Imagen Stefano – Stark flickr creative commons

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