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Cómo impresionar en un proceso de selección

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impresionEn un entorno laboral tan difícil como el actual, en el que las buenas impresiones en los pocos procesos de selección que se ponen en marcha son básicas, Goldman Sachs ha explicado cuáles son los detalles que más gustan a los profesionales de la selección, y también los que detestan. Se trata de consejos que en su gran mayoría pueden aplicarse a cualquier otra firma bancaria, y también a cualquier empresa en la que aspiremos a trabajar.

Pregúntate por qué quieres el trabajo
Uno de los errores que comete todo aspirante es pensar que se puede engañar a un seleccionador. Por eso, resulta esencial que antes de nada, conozcas tus propias aspiraciones. Para ello, la firma sugiere que te hagas las siguientes cuatro preguntas: “¿Qué experiencia y habilidades te hacen perfecto para el trabajo?”, “¿Cuáles son tus fortalezas y debilidades?”, “¿Tienes las habilidades y el compromiso necesarios?” y “¿Cómo sabes que de verdad quieres este trabajo?”

Conócete a ti mismo
Debes conocer tus puntos fuertes para potenciarlos y tus debilidades para relativizarlas. No hay nada que cause peor impresión que, ante la pregunta del seleccionador sobre uno de los aspectos que aparecen en el resumen, la respuesta sea el silencio o el desconcierto.

Crea una historia de tu vida
Una entrevista no debe consistir únicamente en enumerar datos, sino en construir una narrativa en la que tanto el candidato como la empresa sean actores protagonistas. El storytelling tiene cada vez más importancia en el mundo empresarial, por lo que sugerir que tu presencia en la firma está escrita en las estrellas o te fue revelada a los cinco años de edad quizá no sea tan ridículo como pueda parecer en un primer momento.

Hazte necesario
Por mucho que el entrevistador te pregunte sobre tus propias expectativas, el objetivo de todo cara a cara entre candidato y seleccionador es hacer entender a éste que puedes colmar las expectativas de la empresa. Hay miles de personas optando para el mismo puesto, así que si no tienes nada nuevo o diferente que ofrecer, ¿por qué deberías ser tú el elegido?

Prepárate para los casos prácticos
Una de las herramientas empleadas con mayor frecuencia por los seleccionadores son los estudios de caso, es decir, el análisis de una situación propuesta por el entrevistador a la que hay que encontrar solución. Lo importante no son tanto las conclusiones a las que llegues como que demuestres que tu proceso lógico es el adecuado y que dispones de los recursos intelectuales suficientes para hacer frente a imprevistos.

Llega pronto
Parece obvio, pero si te retrasas en tu cita aunque sean cinco minutos, estarás demostrando que la empresa en la que anhelas trabajar no te importa demasiado. Una de dos: o no has sido capaz de sacrificar media hora de sueño para llegar a la hora, o no eres capaz de planificarte de manera adecuada para acudir a una cita a la hora indicada, lo cual es aún peor.

Muestra tu lealtad
Una de las preguntas más frecuentes en la mayor parte de empresas, es “¿Cuánto tiempo piensas pasar en la firma si eres contratado?” Los seleccionadores recomiendan que la respuesta sea positiva y poco específica. Así que nada de “toda la vida”, porque quién sabe dónde estarás mañana, ni “un par de temporadas”. Lo mejor es ofrecer compromiso “para muchos años”.

No hables mal de tu experiencia previa
Es habitual que seas interrogado acerca de tu experiencia previa, un momento en el que muchos candidatos sienten la tentación de halagar a su potencial contratador atacando a la competencia. Error: la discreción es un valor positivo y airear los trapos sucios de tu antigua compañía le hará pensar a tu entrevistador que, cuando abandones la empresa, harás lo mismo con ellos.

Recuerda los nombres de las personas a las que has conocido
Todo trabajo, incluso aunque no sea de cara al público, obliga a que el empleado realice multitud de conexiones sociales en las que un buen trato es esencial. Saber quién nos habla en cada momento y poder llamarle por su nombre de pila es la primera y más evidente muestra de que nos interesa lo que nos tenga que contar u ofrecer.

Ten confianza en ti mismo, pero no te pases
Uno de los errores más comunes que se aprecia entre los candidatos, además de hablar mal de sus antiguas empresas, es hacer gala de una confianza excesiva. La sumisión no resulta nunca positiva, pero ello no quiere decir que debamos pavonearnos nada más entrar por la puerta del despecho. Hay que entrenar para encontrar un adecuado punto intermedio.

Fuente: Equipos&Talento

4 COMENTARIOS

  1. El lunes me quede cortado en una entrevista cuando me hiciceron la siguiente pregunta «si tuviese dinero suficiente para jubilarse, ¿dejaría el trabajo? Después de un rato contesté que sí. Aún estoy dudando si hice bien o mal respondiendo. De todas formas hoy es jueves y aún no me han dado ninguna respuesta. Me dijeron que en dos o tres días… se me va terminando la ilusión.
    Alguién sabe la respuesta más correcta a esta pregunta?
    Ha sido la primera entrevista de mi vida.

  2. # 1, Anónimo

    No se trata de un sí o un no. Se trata de razonar la respuesta. No hay que ser tajante. Lo que el entrevistador quiere ver es cómo reaccionas, realmente, el sí o el no, es lo menos importante.
    Ante esas preguntas hay que pararse un poco y pensar.

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